Con Siderlei de Olivera
Campaña nacional contra el
“trabajo
frenético” en las avícolas |
La pasada
semana la Confederación Nacional de los Trabajadores de la Alimentación (CONTAC)
y la Secretaría Latinoamericana de la UITA, lanzaron en la ciudad de Passo
Fundo una campaña nacional contra el incremento del ritmo de trabajo en las
empresas avícolas, con el marco de la presencia multitudinaria de los
trabajadores y trabajadoras del sector de la región y representantes de las
entidades sociales locales.
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Este
lanzamiento se efectuó en Rio Grande do Sul debido a que las mayores
industrias de este sector se encuentran en ese estado: Perdigão,
Sadía y la Doux, una compañía francesa que es la segunda avícola
del mundo y que recientemente compró muchas plantas en Brasil. Los ritmos de
trabajo que imponen estas empresas provocan muchos casos de Lesiones por
Esfuerzos Repetitivos (LER), y lo más grave es que el instituto de seguridad
social local no quiere hacerse cargo de estos lesionados. Hay situaciones
muy graves, como el Serafina Correa, una pequeña ciudad del estado de Rio
Grande del Sur, donde la mayor parte de su población trabaja en una de estas
avícolas, y el 40% de todos los habitantes ya son portadores de LER.
-¿A qué se
debe el incremento tan marcado del ritmo de trabajo?
-Sobre todo a
que Brasil ha captado mercados que Asia no puede abastecer debido a la
presencia de fiebre aviar. El problema es que las exportaciones aumentan
enormemente pero las plantas permanecen iguales, y entonces es necesario
producir mucho más con el mismo equipamiento y en el mismo espacio físico.
La única variable, por tanto, es la velocidad de producción.
Brasil ocupa el segundo lugar en el mundo entre los productores
de pollo.
En 2004 la producción brasileña de pollo fue de casi 8.500.000
toneladas.
Su consumo interno es de 35 kg per capita, para una población de
175 millones de personas.
Brasil exporta a 91 países, siendo el primer exportador a nivel
mundial.
Exportando el 20% de su producción de pollo entero, y el 10% de
sus productos industrializados (corte), el país tiene una
recaudación de 1.400 millones de dólares por año.
Las principales industrias avícolas son las transnacionales
Bunge&Born (Estados Unidos), Doux (Francia), Sadía y Perdigao
(Brasil).
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-¿Cuántos
trabajadores emplea el sector?
-Es el que más
empleados tiene en el ramo alimentario de Brasil: cerca de 2,5 millones en
toda la cadena productiva, incluyendo fábricas, criaderos, frigoríficos y
procesadoras de aves. Es un sector que agrega mucho valor agregado porque
los importadores avícolas no quieren productos de baja calidad. Por ejemplo,
sólo quieren llevar la carne de las carcazas y no la osamenta, lo que obliga
a realizar mucho de trabajo de corte y deshuesado y esto se hace a mano. En
el caso de los japoneses, por ejemplo, ellos compran un producto que es
carne pura montada sobre un huesito limpio, a la manera de un dulce. Esto
implica mucha mano de obra porque no hay máquina que pueda hacer esto de
manera perfecta.
Así se
explica la cantidad de lesiones graves que produce un ritmo de producción
frenético al que son sometidos los trabajadores y las trabajadoras.
-¿No existe
una regulación internacional de la cadencia de trabajo?
-Hemos
investigado a nivel internacional y no existe tal cosa. La velocidad la
impone la necesidad de la empresa. Esta campaña nacional tiene como objetivo
la obtención de una ley que regule esta cadencia de trabajo en las avícolas.
Debemos sensibilizar a la opinión pública sobre este tema para después
ejercer presión sobre el gobierno para reglamentar este aspecto. El gobierno
también debería tener interés en reducir la cantidad de personas que acuden
a la seguridad social siendo portadores de LER.
-¿Cuál es la
propuesta de los sindicatos?
-Nuestra
propuesta consiste en la creación por parte del gobierno de un grupo técnico
con representación de las empresas y de los sindicatos para encontrar de
manera conjunta la velocidad ideal de trabajo. De ese grupo debería salir un
acuerdo que se transformara en ley. El gobierno debe integrar este grupo
para moderar el diálogo, ya que las empresas no tienen interés en regular
este aspecto que disminuiría su producción.
¿Qué
representa este sector en la economía brasileña?
-Es el tercero
en importancia a escala nacional, después del sector automotriz y el de la
soja.
-¿Cuáles son
los principales mercados a los que exporta Brasil?
-Hay países
exportadores como Canadá a los que les cuesta más producir ciertos cortes
que importarlos de Brasil, donde la mano de obra es mucho más barata.
Algunos países importadores son China, Japón, Corea, Holanda, casi toda la
Unión Europea y varios países árabes.
-¿Cómo fue la
asistencia al lanzamiento de la campaña?
-Tuvimos la
presencia de los presidentes de la CUT nacional y regional, los directores
de las entidades de salud, de varias federaciones como la de los de
trabajadores de la salud, los metalúrgicos, de comercio y unos 25 sindicatos
de la alimentación. Fue un hermoso acto con más de 1.500 asistentes, la
mayor parte trabajadores y trabajadoras del sector avícola –lo que demuestra
la importancia que esto tiene para ellos– y representantes de todas las
entidades locales. Quiero destacar que la UITA otra vez es pionera, porque
si bien este problema existe en todo el mundo muy pocos han comprendido su
importancia y la necesidad de colocarlo como una reivindicación esencial. De
nada vale reducir la jornada de trabajo en una hora si se incrementa un 20%
la velocidad de trabajo. La principal reivindicación de estos trabajadores y
trabajadoras en la actualidad ya no es el salario, sino la reducción de la
velocidad del trabajo.
Entrevista
de Carlos Amorín
© Rel-UITA
12 de octubre
de 2005