México

 

XXII

C o n g r e s o

N a c i o n a l

O r d i n a r i o

Informe del Comité Ejecutivo Nacional del

STIASRM

Con la participación de más de 2600 delegados sesionó el XXII Congreso Nacional Ordinario del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana, durante los días 26 y 27 de febrero último en la ciudad de México. A continuación publicamos un resumen del extenso informe brindado por Enrique Ramos Rodríguez, Secretario General, en nombre del Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato.

Panorama nacional

 

Enrique Ramos

 

(…) Desde hace varios años se ha ido imponiendo en todo el mundo un nuevo proyecto económico llamado “Globalización”. Nuestro país no ha estado exento a este fenómeno que afecta directa y sistemáticamente todos los aspectos de la vida nacional.

 

Por lo que respecta al campo laboral, que es lo que nos interesa directamente, hemos ido descubriendo un panorama cada día más difícil para cualquier organización sindical.

 

Esta situación se caracteriza por una campaña permanente para desestabilizar y destruir a los sindicatos sin importar su tamaño o su trayectoria, promoviendo campañas de desprestigio a los cuadros dirigentes de estas instituciones, minando las conquistas sociales que los trabajadores han obtenido a base de lucha y sacrificio, debilitando o liquidando sindicatos con el pretexto de que los trabajadores son el principal obstáculo para el crecimiento de las empresas y hasta creando, a través de los medios masivos de comunicación, un clima de linchamiento general en contra de los líderes sindicales comprometidos con el bienestar de sus agremiados (…)

 

(…) Otra evidencia de la descomposición del sistema social de México originada por la voracidad del capital financiero internacional es el desmantelamiento de la planta productiva del país, generando como consecuencia un desempleo masivo y endémico.

 

En efecto, este fenómeno se había estado dando desde hace buen tiempo, pero con la llegada del gobierno del cambio hace poco más de cuatro años, la situación ha cobrado dimensiones insospechadas llevando a un elevado índice de la población a niveles de pobreza extrema que ofende y lastima hasta a los más insensibles.

 

Lejos de haberse creado nuevos empleos para satisfacer la demanda nacional, se ha creado un impresionante ejército de desempleados que buscan en la economía informal una alternativa de subsistencia; los adultos mayores de cuarenta años son rechazados sistemáticamente de las fuentes de trabajo; a los jóvenes se les exigen requisitos imposibles de cumplir; los egresados de las universidades caminan por las calles dedicados a las ventas domiciliarias de libros o productos chatarra y a los pocos afortunados de contar con un empleo se les retribuye con un salario injusto muy por debajo de los mínimos necesarios.

 

A los trabajadores azucareros se nos quiere conducir hacia ese mismo destino. Frecuentemente se nos amenaza con el cierre de ingenios o con la reducción drástica de plazas. Pero ante una embestida de estas magnitudes el Sindicato Azucarero se ha mantenido firme en su propósito de defender tanto la permanencia de las fuentes de trabajo como el derecho de los agremiados a contar con un empleo digno y remunerativo.

 

Desde hace un buen tiempo que la clase privilegiada con la expresa complicidad de algunos partidos políticos de extrema derecha y enemigos implacables del proletariado mexicano se han propuesto la aprobación de una nueva Ley Federal del Trabajo destinada a la destrucción de las organizaciones sindicales y con ello la imposición de reglas laborales que garanticen una explotación de la fuerza del trabajo sin límite alguno.

 

Al darnos cuenta de este propósito, nos propusimos desenmascarar tanto en el Congreso de la Unión como en los foros donde hemos tenido la posibilidad de intervenir, las intenciones criminales de la alta clase patronal y el grupo de aduladores que se hacen llamar “intelectuales”.

 

Todos ustedes son testigos de una u otra manera, que en los Consejos o Congresos que hemos llevado a cabo en los años anteriores hemos rechazado las reformas a la Ley Federal del Trabajo porque estamos convencidos que dañan seriamente las conquistas y las justas demandas de los trabajadores (…)

 

Modelo Neoliberal en la Industria

 

El Gobierno Federal, al privatizar la industria azucarera nacional, entregó los ingenios a un grupo de industriales totalmente inexpertos respecto a la agroindustria, aunque convencidos defensores de los principios neoliberales. Con ello abrió la puerta para que los ingenios del país empezaran a vivir un cambio radical en su organización, administración y funcionamiento.

 

A partir de ese momento nos dimos cuenta lo que significa vivir en carne propia la globalización, que antes la oíamos sólo en los discursos.

 

En la práctica hemos podido constatar que lo único que pretenden es mayor rendimiento en la producción y en las ganancias pero con el menor número posible de trabajadores para lo cual se nos empezó a exigir la reducción drástica de plantillas de personal condenando a miles de nuestros compañeros al desempleo inclemente. Se nos ha querido imponer como condición para que los compañeros conserven su trabajo, que aceptemos sin reservas la reducción paulatina de su salario hasta niveles de verdadera miseria.

 

Del mismo modo hemos podido comprender claramente los alcances del neoliberalismo en nuestra agroindustria cuando se empezó a organizar y conducir el proceso de producción mediante la incorporación de la nueva tecnología desplazando totalmente la fuerza de trabajo del hombre, su conocimiento, su experiencia y lo que es más, su cariño por la industria a la que ha entregado gran parte de su vida.

 

Todo esto nos fue orillando a una lucha desigual pero verdaderamente encarnizada con la nueva clase industrial y nos ha obligado a buscar nuevas herramientas que nos permitan salir adelante defendiendo siempre los derechos fundamentales de nuestros compañeros de base.

 

Situación de la Industria Azucarera

 

La industria azucarera, sin incrementos espectaculares y más bien con variaciones discretas en su nivel de producción se ha mantenido a un nivel satisfactorio cercano a los cinco millones de toneladas, los cuales sobrepasó en la última zafra 2003-2004, en la que llegó a los cinco millones veinticuatro mil toneladas, con un rendimiento en fábrica superior a los once puntos porcentuales.

 

La actual zafra, 2004-2005, nos indica al 30 de enero una producción de un millón novecientas veinticinco mil toneladas de azúcar y un rendimiento promedio de 10.57%, con lo cual queda de manifiesto el compromiso que sentimos, que tenemos y que cumplimos con la industria los trabajadores azucareros del país.

 

Nosotros consideramos haber cumplido con la industria en cuanto a esfuerzos aplicados en el proceso de elaboración de azúcar y nos hace sentir insatisfechos el que a pesar de ello la rama azucarera no salga del bache en que la han recluido los diversos factores internos y externos que se empeñan en afectarla.

Integrantes del nuevo Comité Ejecutivo Nacional

 

Uno de esos factores es el Jarabe de Maíz de Alta Fructosa, al cual me he venido refiriendo prácticamente en cada uno de los informes que he rendido ante ustedes durante mi gestión como Secretario General.

 

La competencia desleal que significa su introducción y su producción nacional a base de maíz importado de Estados Unidos y subsidiado por su gobierno ha sido una de las más serias dificultades con las que se ha encontrado la industria azucarera nacional para su repunte.

 

Actualmente se cuenta con la aplicación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que aprobaron diputados y senadores nacionalistas, interesados en proteger a la industria.

 

Otro de los factores que ha venido a afectar a la industria es el contrabando de azúcar proveniente de Centroamérica y de Brasil, el cual se ha instalado ya como un parásito del mercado nacional de azúcar.

 

Mientras las autoridades no se decidan a poner punto final al comercio ilegal de azúcar en nuestro país, el futuro de la industria penderá de un hilo porque agrava aún más la crítica situación en que la colocó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte al establecer en las llamadas “Cartas Paralelas”, condiciones caprichosas y volátiles para impedir que nuestro país pueda exportar excedentes azucareros a Estados Unidos.

 

Nos preocupan estos dos enemigos de la industria azucarera y hacemos las denuncias pertinentes ante los foros nacionales e internacionales a nuestro alcance para exhibir ante el mundo las condiciones adversas que se esconden tras los flamantes acuerdos comerciales internacionales, los cuales son vistos por nosotros como expresiones más de dominio que de colaboración (…)

 

Relaciones

 

(…) Nuestro Sindicato consagra en los principios básicos de sus Estatutos la conveniencia de establecer relaciones con organismos de trabajadores de otros países, sobre todo aquellos con los que nos identifica la misma problemática o los mismos objetivos sociales.

 

Gerardo Iglesias, Rel-UITA

Resalta entre estos organismos la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y la Agricultura (UITA), porque allí hemos encontrado desde hace mucho tiempo un grupo de verdaderos amigos que comparten con nosotros su experiencia, sus inquietudes y su amistad generosa.

 

De tiempo en tiempo participamos en las asambleas o reuniones a las que tienen a bien invitarnos. En esos foros internacionales hemos levantado nuestra voz para denunciar situaciones injustas que han amenazado la integridad de nuestra Organización o de nuestras fuentes de trabajo. De igual manera han servido para establecer vínculos de colaboración con organizaciones sindicales relacionadas con la industria azucarera en sus respectivos países y con quienes hemos encontrado no sólo similitud en los problemas sino también respaldo moral en la búsqueda de soluciones a nuestros conflictos (…)

 

Estamos convencidos que la participación del Sindicato Azucarero en este tipo de organizaciones ha sido benéfica y constituye una magnífica oportunidad para nuestro desarrollo institucional. Por eso reiteramos nuestro propósito de mantener y fortalecer estas relaciones en la medida que lo permitan las posibilidades de nuestro Sindicato (…)

 

Mensaje final

 

Compañeras y compañeros Delegados:

 

En un ejercicio de plena democracia sindical, la base azucarera designó a cada uno de ustedes y los revistió de toda autoridad, para asistir en su representación y para dar validez al XXII Congreso Nacional Ordinario del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana.

 

Pero este compromiso asumido libremente ante la Asamblea Local, quedará no sólo inconcluso sino ineficaz si ustedes no informan puntualmente a los compañeros de la base de cada uno de los acontecimientos de este trascendental evento.

 

Por tal motivo considero de suma importancia aprovechar la parte final de mi informe para proponer a la Soberanía de este Congreso, y por su conducto a todos los compañeros de nuestra gran Organización, un mensaje de aliento, de esperanza, que nos permita aspirar siempre a ser uno de los Sindicatos más importantes de México (…)

 

(…) Para todo el Comité Nacional siempre hubo un gran objetivo que fue nuestra guía de acción y lo fue el compromiso expreso de cuidar a toda costa el prestigio de la organización y la integridad de nuestro Contrato Ley.

 

Y es que ningún otro objetivo podía ubicarse por encima de éste.

 

Así como a nivel mundial las fuerzas capitalistas en su versión financiera y global siguen dominando y avasallando a las naciones y a los conglomerados humanos más débiles, así en el medio productivo nacional el sector capitalista insiste en llevar a los trabajadores a un mínimo salarial de subsistencia y de miseria.

 

Para ello se valen de todos los medios, incluso de legisladores y dirigentes de partidos que, fieles a la recomendación del neoliberalismo promueven, proponen y defienden los cambios en las leyes laborales. Quieren imponer una Ley Federal del Trabajo que desprecie los derechos del trabajador y que defienda los del capital.

 

En ese sentido nuestro Sindicato siempre reprobará leyes que afecten al trabajador y luchará a toda su capacidad por mantener vigente el Contrato Ley que rige sus relaciones de trabajo. La defensa de este ordenamiento legal no será tan solo una prioridad, sino la prioridad esencial de nuestra lucha.

 

Los derechos de los obreros azucareros, al igual que el patrimonio colectivo del Sindicato son conquistas que se lograron a costa de grandes esfuerzos y ni los derechos ni el patrimonio son negociables.

 

(…) La unidad y la disciplina son virtudes sociales que caracterizan a nuestro gremio y gracias a ella somos reconocidos como una organización grande y significativa dentro del movimiento obrero nacional. Sigamos construyendo nuestro destino histórico sobre esos dos pilares y fortalezcamos con ello un futuro mejor y socialmente competente para las generaciones de azucareros que vienen detrás de nosotros.

 

Tenemos una ideología revolucionaria edificada sobre los principios de la solidaridad de clase y la convicción de ser, como trabajadores, el motor que mueve la estructura social en la que actuamos. Somos, pues, en cierta forma, responsables de lo que suceda en nuestro entorno, y asumir este compromiso requiere del fortalecimiento de nuestra identidad y capacidad transformadoras.

 

Por último, a todos ustedes mi aprecio fraterno y solidario que, cuando pude, siempre se los manifesté en lo personal y en lo colectivo.

 

A ustedes les pido que, en nombre de la unidad de clase y por el bien de nuestro gremio, brinden total apoyo a todos y cada uno de los miembros que integrarán el Comité Ejecutivo Nacional que resulte electo en este Congreso (…)

 

© Rel-UITA

7 de marzo de 2005

 

 

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