Convenio Argentina – Nueva Zelanda

Con Héctor Ponce

Un paraguas de protección para los trabajadores lácteos del mundo

 Se acaba de firmar en Nueva Zelanda un Convenio de Cooperación entre dos de las organizaciones sindicales más grandes del mundo en el sector lácteo: ATILRA, de Argentina, y NZDWU, de Nueva Zelanda. Héctor Ponce,  secretario general de ATILRA, detalló su contenido para el Sirel. 

 

-¿Cuáles son los alcances y los objetivos del Convenio firmado con los compañeros trabajadores de Fonterra?                 

-Es un convenio de cooperación sumamente importante porque no solamente va a servirnos a nosotros sino que fundamentalmente, las dos entidades, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) y el Sindicato de Trabajadores Lecheros de Nueva Zelanda (NZDWU, por su sigla en inglés), nos hemos comprometido firme y seriamente a ayudar a las organizaciones sindicales de aquellos países donde existan problemas de funcionamiento. Estamos tomando contactos y referencias para hacer frente, desde lo estructural, a los inconvenientes tanto logísticos como económicos de los compañeros trabajadores del sector, estén donde estén, ya que hoy los actores de la lechería internacional están emplazados en distintas partes del mundo.

 

-¿Qué puntos destacarías del acuerdo firmado?

-Uno de los más importantes es el relacionado con el intercambio de información que vamos a tener no sólo para la defensa de los intereses laborales de los compañeros que  representamos, sino la posibilidad de participar en los escenarios futuros que se puedan ir presentando con la llegada de distintas trasnacionales de la industria láctea, que modifican la realidad de esos lugares. Es muy importante el diseño de los mecanismos de articulación e intercambio inmediato de la información.

 

-¿Este Convenio sirve como respaldo y fiscalización del Acuerdo Marco que en 2002 se firmara entre Fonterra, el sindicato NZDWU y la UITA, avalado por la OIT y el gobierno neozelandés?

-Es un marco de referencia más que importante, y obra como un gran paraguas de protección para todo lo que está por debajo de él. Uno de los aspectos en los que pusimos énfasis con los compañeros de Nueva Zelanda es el respeto y la aplicación de este Convenio en cualquier parte del mundo donde se desarrolle la actividad lechera. Tenemos muy claro que hay empresas, compañías trasnacionales, que en determinados lugares del mundo, principalmente en Europa, muestran una cara de ser respetuosos de los recursos humanos con los que cuentan, es decir, sus trabajadores, pero no tienen el mismo comportamiento en muchos países de economías emergentes, fundamentalmente en Centroamérica. En la reciente visita a Nueva Zelanda también nos entrevistamos con el director internacional de manufactura de Fonterra, con quien hablamos de la relación entre la organización sindical y la compañía láctea,  de la posibilidad de intercambiar ideas y opiniones acerca de lo que puede pasar con la lechería de esta parte del mundo y de los escenarios futuros que se puedan presentar.

 

-Nuestra región del Cono Sur es estratégica para la expansión de la industria láctea.

-Sí, es de total trascendencia y gravitación. Hay consenso generalizado de las distintas compañías trasnacionales en que esta zona del planeta es la que tiene mayores posibilidades y alternativas para la extensión de la materia prima. Teniendo en cuenta que hay un contexto internacional ávido de consumo de productos lácteos, y como en el caso del gigante neozelandés al que se le han agotado las posibilidades de crecimiento en su país, tienen que recurrir a otras regiones como Chile, Argentina, Brasil y Uruguay donde posicionarse para incrementar sus niveles de captación de producción.

 

-¿Cuántos trabajadores comprende el convenio firmado por ATILRA y NZDWU?

-Solamente entre Argentina (25.000) y Nueva Zelanda (7.000) el convenio abarca a unos 32 mil trabajadores; junto a los trabajadores de la región suman aproximadamente 40 mil. El alto nivel de tecnificación y robotización que ellos tienen y por el cual utilizan menos gente, se compensa con los costos salariales en dólares que tenemos en esta parte del mundo, que son muy menores. Fonterra va a aterrizar en la región y rápidamente se va a expandir por Argentina, Chile, Brasil y Uruguay por estar ávidos de materia prima. Y este convenio firmado comprende a todos los trabajadores de Fonterra en esos países. 

 

-Fonterra es una empresa emblemática de Nueva Zelanda, que funciona como cooperativa de productores de leche, ¿qué dato caracteriza a esta trasnacional?

-El dato fundamental a tener en cuenta es que Fonterra capta el 95 por ciento de la producción total de leche en Nueva Zelanda y maneja el 32 por ciento de la comercialización de los lácteos a nivel internacional, es Nº 1 en ese rubro. De ese 32 por ciento, el 25 por ciento de la leche la capta fuera de Nueva Zelanda. Esto significa que tienen necesidad imperiosa de seguir captando materia prima fuera de su país. En Argentina, por el momento, solamente hacen   algunos negocios puntuales de comercialización. Lo que están buscando es instalarse a través de alguna empresa local importante con fuerte caudal de producción de materia prima -por razones estratégicas ellos no lo dicen-, de manera que lo único sea captar esa leche e invertir para producir un crecimiento de materia prima. Para Fonterra es una cuestión estratégica de mucha importancia. Con Sancor -la mayor cooperativa láctea de esta zona- han mantenido contactos aunque por ahora, Fonterra, sólo ha hecho algunos negocios puntuales con Sancor, vía Nestlé. La alianza todavía no está definida, Sancor teme el sometimiento a Fonterra y ser absorbida por este gigante.

 

Fonterra, funciona como una empresa cooperativa de productores de leche, y es emblemática de su país. En Nueva Zelanda funcionaban distintas cooperativas y ellos estratégicamente las fueron absorbiendo; se han quedado con toda la leche y prácticamente han creado un monopolio.

 

-¿Qué significado tiene la firma de este convenio para ATILRA, coordinadora del Departamento de Trabajadoras y Trabajadores de la Industria Láctea constituido por las organizaciones afiliadas a la UITA?

-Primero, es sumamente importante porque nos permite entrelazar políticas y estrategias en lugares muy distantes del globo y nos permite afianzarnos desde nuestro propio crecimiento como organización sindical. Segundo, nos ha posibilitado conocer a otra organización sindical muy importante cuya idiosincrasia tiene muchos puntos de contacto con el pensamiento que nosotros tenemos respecto de la defensa de los intereses laborales de los trabajadores. También es muy importante por el desarrollo de actividades de capacitación e investigaciones,  una herramienta muy valiosa y fundamental que las organizaciones sindicales debemos tener para no quedarnos únicamente en reacciones meramente contestatarias. Hay que conocer por dentro las cuestiones esenciales para poder discutirlas con autoridad; son las que luego pueden redundar en beneficio o perjuicio de los trabajadores a los que representamos.

 

-¿Cómo definirías el rol de la UITA en esta instancia?

-Fundamental, porque también bajo el paraguas de UITA es que se pueden realizar este tipo de convenios de cooperación. Creo que organizaciones como la UITA son las que nos van a abrir en el futuro grandes alternativas de cooperación entre distintas organizaciones sindicales. También resulta trascendente el conocimiento que tienen las propias compañías lácteas de la existencia de esta organización internacional de la cual nosotros formamos parte.

 

Rubén Yizmeyián

© Rel-UITA

31 de marzo de 2006

 

 

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