Las avícolas
brasileñas se beneficiaron el año pasado de un fuerte incremento de sus
ventas al exterior. Hoy el avance de la gripe aviar ha generado cambios en
las pautas de consumo de los países más desarrollados, que tienden a
eliminar las aves de sus dietas. Previendo una disminución en sus tasas de
ganancia, las empresas preparan un lockout que traslade los mayores costos
sobre los trabajadores y trabajadoras.
Hasta hace unos días los sindicatos del sector
estaban movilizados por el preocupante incremento de las Lesiones por
Esfuerzos Repetitivos (LER) que se registraba entre sus trabajadores y
trabajadoras, ya que las empresas, aprovechando la coyuntura favorable de
los mercados internacionales, habían incrementado el ritmo de trabajo para
cubrir la mayor demanda de los países desarrollados.
La Confederación
de Trabajadores de la Alimentación (CONTAC), junto a la Rel-UITA, inició a
fines de 2005 una campaña de denuncia a nivel nacional e internacional
reclamando que el gobierno y el Parlamento intervinieran para regular el
ritmo de trabajo previniendo una epidemia nacional de LER.
Como parte de esa campaña, la CONTAC convocó el
10 y 11 de marzo pasados en la ciudad de Uberlandia, Minas Geráis, al VI
Encuentro Nacional de Trabajadores de la Avicultura.
Al momento de realizar los últimos ajustes de la
planificación del seminario “el anuncio de despidos en varias plantas y la
suspensión de vacaciones individuales en otras encendió la luz de alarma y
puso en alerta a las trabajadoras y trabajadores del sector”, relató
Siderlei de Oliveira, presidente de la CONTAC.
Este cambio en la coyuntura desplazó el eje de
las discusiones del Encuentro, en el que los sindicatos presentes
representaron a más del 90% de los trabajadores y trabajadoras del sector,
que finalmente se concentró en discutir la plataforma sindical para
enfrentar la flamante crisis.
Consultado por SIREL, Siderlei de Oliveira
manifestó que: “Los sindicatos hemos definido orientar nuestros reclamos en
dos líneas complementarias. En primer lugar, la suspensión de exportaciones
provoca que se vuelquen al mercado interno toneladas de aves que estaban ya
preparadas. Esto provoca la caída de los precios y afecta el funcionamiento
de los frigoríficos, por lo que se debería implementar un ‘Fondo de
Emergencia’ que sirva como garantía para enfrentar la crisis. En cuanto a la
situación de los trabajadores, se debe establecer que, en caso de que sea
necesario suspender las labores, las trabajadoras y trabajadores deben ser
amparados por un seguro de desempleo y, al ser retomados, seguir percibiendo
los mismos salarios que cobran al día de hoy”. La preocupación de los
trabajadores es que las empresas, que aumentaron sus ganancias de manera
considerable cuando se incrementó la demanda externa, vendiendo más y
sobreexplotando la fuerza de trabajo, trasladen ahora sobre éstos la mayor
parte de los costos de la crisis, aprovechando la nueva coyuntura para
realizar despidos y preparar futuras contrataciones con salarios inferiores
a los que se pagan hoy en el sector.
“La segunda línea de reclamos sindicales no es
menos importante”, sostuvo Siderlei. “La posible expansión de la epidemia
obliga a tomar otras medidas para prevenir riesgos en la salud de los
trabajadores y trabajadoras que tienen contacto directo con las aves y que
deberán manipular a los animales contagiados si estos aparecen. Las
disposiciones que ha tomado el gobierno hasta el momento, tendientes a
evitar los contactos entre los animales destinados al consumo de las aves
migratorias, potenciales trasmisoras de la enfermedad, parecen muy
oportunas. Sin embargo –agrega Siderlei– creemos que no son suficientes para
garantizar la salud de los trabajadores y trabajadoras. Debería
implementarse ya un plan de vacunación de todos los trabajadores y
trabajadoras que están en contacto directo con los animales. En la misma
línea, habría que prever el equipamiento indispensable para aquellos
trabajadores que tengan que manipular animales contagiados en el caso de que
la epidemia llegue a Brasil. En un país tan grande y con un sector avícola
tan disperso y diverso, tememos que en muchas plantas no haya el
equipamiento indispensable”, afirmó Siderlei. “En la industria avícola es
así, salimos de una situación en la que por el crecimiento de las
exportaciones el costo eran las LER, que lesionaban y mutilaban debido al
ritmo intenso de trabajo y las extenuantes jornadas. Ahora, con la amenaza
de la gripe aviar, el costo para el trabajador es el despido en masa”,
concluyó.
En definitiva, si la coyuntura es buena para la
industria la sobreexplotación de los trabajadores y trabajadoras garantiza
mayores tasas de ganancia, y si la industria debe enfrentar una coyuntura
desfavorable, éstos deben pagar con despidos y riesgos a su salud para que
las empresas disminuyan posibles pérdidas.
Ariel Celiberti
© Rel- UITA
15 de marzo
de 2006