Declaración de la CUT sobre el "Plan de acción de
Colombia y Estados Unidos para derechos laborales"
Distintos pronunciamientos de funcionarios de gobierno y el
propio presidente de la República, invitan al Movimiento
Sindical a establecer un acuerdo laboral que acoja como
cierto el contenido del "Plan de acción de Colombia y
Estados Unidos para derechos laborales", convenido entre los
presidentes Juan M. Santos y Barak Obama, en el tortuoso
peregrinar de más de seis años ante Estados Unidos por
lograr la firma y ratificación de un TLC, que a todas luces
traerá consigo mayor desempleo y pobreza para los
colombianos y aumentará nuestra ya critica dependencia
económica de esa potencia.
Frente a tal convocatoria reafirmamos nuestro rechazo a los
TLC y nuestra negativa a contribuir para que el gobierno de
Colombia pueda cumplir o aparentar cumplir con los
humillantes condicionamientos que le imponen las potencias
económicas. Se fundamenta esta decisión en razones
comprobables en cada momento de la vida de los trabajadores
colombianos del campo y la ciudad: la degradación de las
condiciones de trabajo y de vida, las prácticas y la
legislación antisindicales que imperan en el país, la
violencia contra los sindicalistas, defensores de derechos
humanos y dirigentes sociales. Todas de la mano con la
aplicación del neoliberalismo, la violación de la soberanía
nacional y la recolonización del país.
Nuestros permanentes reclamos por las privatizaciones y
achicamiento del Estado y sus consecuentes masacres
laborales, contra la eliminación de las obligaciones
sociales del mismo, contra la tercerización laboral
implementada desde el Estado y acogida juiciosamente por los
empresarios, las contrarreformas laborales y pensionales, la
destrucción de la producción industrial y agraria y el
resultante desempleo, no podrán ser resueltas con
pronunciamientos de buenas intenciones.
Este gobierno ha manifestado que no solo mantendrá el modelo
económico sino que lo profundizará, tal como lo prueba el
contenido del Plan Nacional de Desarrollo, la Agenda
Legislativa y las habituales conductas antisindicales de
empresarios nacionales y extranjeros. La legislación
nacional no solo no armoniza con los convenios de la
Organización Internacional del Trabajo, OIT, si no que
alcahuetea el desconocimiento de los derechos más
elementales de los trabajadores y se modifica
permanentemente en mayor detrimento.
Desde agosto 24 de 2010 presentamos un Pliego de Exigencias,
aprobado por el Comité Ejecutivo y la Junta Nacional, que
contiene la problemática que agobia a los trabajadores y una
invitación para que en la Comisión Nacional de Concertación
de Políticas Salariales y Laborales se negocien soluciones
efectivas a esos reclamos, asunto que no ha sido atendido
por el gobierno y los representantes de los patronos. Por el
contrario, no hubo acuerdo en la negociación del aumento del
salario mínimo legal; no se ha resuelto el pliego de
peticiones de los trabajadores del Estado; los obreros o
empleados que osan fundar una organización sindical o
afiliarse a las existentes son despedidos como acaba de
ocurrir en Colsubsidio; las empresas extranjeras se
caracterizan por no permitir los sindicatos y no admitir
convenios colectivos, la red pública hospitalaria y las EPS
e IPS son las campeonas en la utilización de CTA, al lado de
los esclavistas de los ingenios azucareros, las plantaciones
de palma y los cultivadores de flores; las multinacionales
del petróleo y la minería esclavizan mediante contratos,
las bolsas de empleo, el outsourcing, entre otras, sin que el
gobierno se inmute.
La impunidad de los crímenes contra sindicalistas, y
dirigentes sociales está lejos de resolverse. Ahora aparecen
las presiones para que manifestemos satisfacción por los
anuncios de diálogo y las expectativas de soluciones, cuando
hace apenas veinte (20) días, en la reunión de la Comisión
Nacional de Concertación del 13 de abril, reiteramos nuestra
disposición a discutir el Pliego de Exigencias de agosto 24
de 2010 sin receptividad de gobiernos y patronos. Las
reservas contra tal llamamiento están fundadas en la
defraudación que significaron los publicitados Pacto Social
de 1994 y el acuerdo Tripartito de 2006 que terminaron en
simples enunciados de la problemática y a la postre una
burla a las Centrales Obreras y el Movimiento Sindical.
La CUT mantendrá su incontrovertible disposición al dialogo
y sustentará cuantas veces sea necesario sus peticiones en
la Comisión Nacional de Concertación de Políticas Salariales
y Laborales, en el firme propósito de encontrar soluciones
efectivas a la problemática de los trabajadores, ya sea
mediante modificaciones sustanciales a la regresiva
legislación que hoy impera, incorporando a nuestro bloque
constitucional los convenios de OIT no ratificados o con
medidas administrativas y de regulación de las relaciones
laborales, pero eso sí verificables y de obligatorio
cumplimiento para gobierno y empresarios.
No firmaremos ningún compromiso o documento que este
dirigido a explicitar un favorecimiento de nuestra parte a
la ratificación del los TLC, por el contrario continuaremos
nuestra campaña en su contra y nuestra coordinación y
trabajo con el sindicalismo internacional para lograr su
derrota e impulsar un intercambio comercial justo y una
integración entre naciones en pie de igualdad.
Particularmente en lo que concierne al TLC con Estados
Unidos, agradecemos la solidaridad y la posición al respecto
de los compañeros de la AFL-CIO.
Aprobado en Comité Ejecutivo Nacional de Mayo 5 de 2010.
Tarsicio Mora Godoy
Presidente |
Domingo Tovar Arrieta
Secretario General |
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