En
la madrugada del jueves 12 un comando de sicarios al
servicio de los terratenientes locales asesinó a
Irene Ramírez, dirigente del Movimiento Campesino del Aguan.
Este crimen, junto a otros aún impunes, son la respuesta de
los latifundistas ante la inminente legalización de
centenares de ocupaciones de tierras por campesinos
organizados. En conversación con Sirel, Luis Santos Madrid,
secretario general del Sindicato de Trabajadores del
Instituto Nacional Agrario (SITRAINA), explicó la situación.
Desde hace 40 años existen en Honduras grupos de
campesinos sin tierra que han ocupado predios improductivos
estableciendo allí asentamientos para numerosas familias.
“En el Instituto Nacional Agrario (INA) existen hasta
ahora 650 expedientes de asentamientos campesinos, los
cuales vienen reclamando se les reconozca el derecho a
permanecer sobre esas tierras y se les otorgue una
titulación de propiedad”, informó Luis Santos.
La lucha de estos campesinos logró que el Poder Ejecutivo
dictara en mayo pasado un Decreto de Expropiación Forzosa
por el cual se les reconoce el derecho a la propiedad a los
grupos que presentaron esos 650 expedientes en el INA,
y además extiende ese beneficio a aquellos asentados que
comprueben más de dos años de permanencia en los predios que
actualmente ocupan.
“La mayor parte de los asentamientos está sobre tierras
privadas -dice Luis Santos-, y cada grupo campesino,
integrado en promedio por 15 familias, reclama un predio que
nunca supera las 110 hectáreas”.
Los latifundistas se oponen a la aplicación del Decreto de
Expropiación, y han desatado una escalada de violencia para
presionar el Poder Ejecutivo al que le exigen la anulación
del Decreto. Es en ese marco que “en la madrugada del jueves
12 -relató Santos- un comando de sicarios a las
órdenes de los terratenientes locales ingresó al
asentamiento y asesinó a balazos al compañero Irene
Ramírez, no más para intimidar a los demás y presionar
el gobierno”.
“Asimismo -agregó el secretario general de SITRAINA-,
en el sector de Occidente, en un asentamiento de un grupo de
campesinos ubicado sobre tierras fiscales que están
fraudulentamente en manos privadas, se produjo una invasión
de personas armadas que con violencia desalojó a las
familias asentadas y, con la complicidad de las autoridades
policiales locales mantienen en prisión a 14 compañeros bajo
el cargo de usurpación de tierra”.
Los latifundistas y poderosos de Honduras han
recurrido históricamente a la utilización de sicarios y
bandas armadas para infundir el terror en la población y
eliminar a quienes consideran sus enemigos, “pero desde que
se aprobó el Decreto -dijo Santos- la violencia de
estos poderosos se ha incrementado aún más, mientras que la
complicidad de la Policía y la Justicia les ha asegurado
hasta ahora la más total impunidad”.
Luis
Santos
enfatizó que el SITRAINA “continuará apoyando
decididamente el reclamo de los campesinos y condenando la
violencia de los terratenientes que, en esta ocasión, han
sido derrotados en la ley por la lucha organizada del
movimiento campesino. Pedimos a todas las organizaciones
amigas y fraternas que difundan esta denuncia y se sumen a
quienes sostenemos la lucha de los campesinos por tierra
para trabajar y vivir con sus familias”.
|