El
intendente del departamento uruguayo de Paysandú, Álvaro
Lamas, fue homenajeado por su activo apoyo al Sindicato de
Obreros y Empleados de la firma cervecera Norteña (SOEN)
durante el largo conflicto que éste mantuvo con la
transnacional AmBev, en 2003.
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Álvaro Lamas recibiendo la placa de manos de
Gerardo Iglesias. |
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El viernes
1, Gerardo Iglesias, secretario general de la Regional
Latinoamericana de la UITA, acompañado de Roque Apecetche y
Luis Bonvín, presidente y vicepresidente respectivamente del SOEN, entregó
una placa a Lamas por su papel en ese conflicto, que
culminó con el cierre de la planta industrializadora de la
cerveza Norteña en Paysandú pero en condiciones
relativamente favorables a los trabajadores.
Lamas,
perteneciente al hoy opositor Partido Nacional, se desempeñó
durante una década (1990-2000) como secretario general de la
Intendencia Municipal de Paysandú y luego, hasta esta
semana, como intendente. Este jueves 7 será sucedido por el
socialista Julio Pintos, electo jefe comunal en los comicios
municipales del 8 de mayo.
La acción
de Lamas a lo largo de quince años de gestión en diversos
puestos de responsabilidad municipal se caracterizó por una
constante y fluida relación con los trabajadores –públicos y
privados– del departamento. Nunca dudó en tomar partido por
las reivindicaciones de la sociedad civil, en particular de
los sindicatos, aunque para ello debiera chocar con
poderosos intereses económicos. Así fue que se enfrentó a la
transnacional AmBev, que si bien logró su objetivo de
cerrar Norteña debió negociar con el SOEN y admitir una
salida digna para los trabajadores.
Durante la
ceremonia de reconocimiento a Lamas, y en posterior
conferencia de prensa, Iglesias destacó que el apoyo del
intendente fue decisivo para que no se perdiera ningún
puesto de trabajo en la firma cervecera. De todas maneras,
el dirigente de la UITA lamentó el cierre de la fábrica y
que no se aprobara a tiempo en el parlamento uruguayo una
ley antimonopólica que regularizara las actividades de
transnacionales como AmBev.
También
subrayó que la lucha del SOEN adquirió relevancia
internacional, como lo demuestra el hecho que será evocada
en un libro que coeditarán la Organización Internacional del
Trabajo y la UITA.
El apoyo
que recibió el SOEN de la sociedad civil de Paysandú y la
solidaridad internacional lograron que el presidente
brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y algunos de sus
ministros intervinieran a favor de los trabajadores. Esta
conjunción de esfuerzos fue decisiva para que no hubiera
despidos o que muchos trabajadores se acogieran a un régimen
prejubilatorio en condiciones aceptables.
Lamas
indicó que la actitud por él asumida debería ser la habitual
en cualquier gobernante a la hora de elegir entre los
intereses de los trabajadores y de las empresas
transnacionales. El intendente saliente reconoció por otra
parte el papel de la UITA en la internacionalización de un
conflicto que la empresa pretendía resumir al ámbito local,
un factor decisivo para que AmBev aceptara las
demandas gremiales, según apuntó.
Al otro día
del encuentro con Lamas, el SOEN festejó su 53 aniversario
con una cena de camaradería. En esa oportunidad se homenajeó
a Enildo Iglesias, ex secretario regional de la UITA, y a
Manuel Silva, ex dirigente del sindicato.
José
Oxley, presidente del SOEN durante el conflicto, destacó las
características de este sindicato en su más de medio siglo
de existencia, en especial el alto grado de participación de
las familias de los trabajadores en las actividades
gremiales y los servicios ofrecidos a los afiliados. También
señaló que el movimiento obrero debe adaptar sus estrategias
de lucha a los tiempos que corren, fomentando la solidaridad
internacional para enfrentar el poder creciente de las
transnacionales.
Carlos Caillabet
© Rel-UITA
5 de julio de 2005