-¿Cual es la situación de los
trabajadores de la caña de azúcar en Ecuador?
-Es bien difícil. En el Ingenio Valdés, por
ejemplo, los salarios son muy bajos, el patrón exigiendo más y más a
cambio de menos ingresos para los trabajadores. Nosotros queremos
regular esta situación que afecta a 3 mil trabajadores terce-rizados, de
los cuales 1200 están afiliados al sindicato. Si tomamos en cuenta al
resto de los ingenios alcanzamos un total de aproximadamente 10 mil
trabajadores y sólo en el Valdés hay trabajadores organizados. Como
dirigentes tenemos la gran tarea de impulsar la organización sindical
que ha disminuido por el temor de los trabajadores a ser reprimidos y
despedidos.
-¿Hay leyes que defiendan los derechos de
los trabajadores?
-Existen leyes pero no se aplican o se
encuentran mecanismos para violarlas. Cuando los trabajadores quieren
inscribir un sindicato la misma Inspectoría del Trabajo les avisa a
los empresarios y prácticamente les piden permiso a los empresarios para
poder aprobar una organización. En este sentido, la Federación Nacional
de Trabajadores Agroindustriales, Campesinos e Indígenas Libres del
Ecuador (FENACLE) ha sido muy importante para la lucha de los
trabajadores y para la defensa de los más desposeídos.
-¿En el sector azucarero existen formas
de contratación por tiempo indeterminado o es sólo por zafra?
-En Ecuador, hasta la fecha, los
trabajadores son contratados por zafra y los acuerdos firmados con la
empresa nos garantizan el trabajo para seis meses. Estamos negociando un
nuevo convenio para el 2008 que nos garantice todos los beneficios
sociales.
-¿Existen problemas relacionados al uso
indiscriminado de agrotóxicos?
-Hay un gran problema con los trabajadores
que aplican directamente los químicos. No tienen equipos de protección y
están totalmente a la deriva. Son jóvenes, preparados, pero la situación
es difícil y tienen que buscar como sobrevivir haciendo cualquier tipo
de trabajo.
-¿Cree que el apoyo internacional pueda
ayudar en esta lucha?
-Creo que es importante. Tener el apoyo de
organizaciones internacionales es vital para nosotros.
-¿Qué opina sobre la idea de crear una
Federación latinoamericana del azúcar?
-Sería algo muy bueno porque nos permitiría
una mayor comunicación, organización y los empresarios nos mirarían con
más respeto.
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