La actividad ha sido muy positiva, en primer lugar porque da la oportunidad a que sindicatos de diferentes países puedan compartir criterios y experiencias. No siempre se tiene una línea exactamente igual, sin embargo el intercambio da lugar a que todos salgan fortalecidos. Así que no sólo lo considero positivo, sino necesario y creo que en el futuro este tipo de encuentro deba repetirse en función sobre todo del interés de los trabajadores del azúcar de todo el mundo. La idea de una Federación Latinoamericana del Azúcar es muy buena y se viene tomando desde algún tiempo, como parte del fortalecimiento de las organizaciones que individualmente son más débiles y que al unirse, lógicamente tienen posibilidades muy superiores. Respecto a los agrocombustibles, la posición de Cuba es ante todo una posición de principio, es decir informar y denunciar ante el mundo el peligro que se corre al utilizar alimentos para convertirlos en combustibles. La necesidad de etanol conllevaría a la utilización de enormes cantidades de tierra en el mundo, lo cual prácticamente provocaría una hambruna en miles de millones de habitantes. Hay que buscar formas de ahorrar y despilfarrar menos combustibles en el mundo y buscar alternativas energéticas de fuentes renovables que ya existen.

Miguel Toledo

SNTA/CTC – Cuba

Una de las experiencias más positivas de este encuentro ha sido la presencia de organizaciones de otros continentes. La presencia de los compañeros de Mozambique nos permitió hacer una comparación con una realidad muy diferente de la nuestra. En el sector azucareros el porcentaje de trabajadores sindicalizados llega al 10 por ciento y de los siete ingenios que hay en el país, cuatro tienen organizaciones sindicales. El problema de ese sector es que todo está tercerizado. La siembra y el corte de caña están tercerizados y es donde hay el mayor volúmen de trabajadores en la industria azucarera. En el Ingenio Azunosa (Azucarera del Norte S.A.), que es propiedad de la Coca-Cola, sólo hay cuatro trabajadores permanentes, 15 temporales y el resto está tercerizado. Ni siquiera los miembros de la Junta Directiva de un sindicato fantasma que existe, tienen trabajo fijo. Lo mismo pasa en otros dos ingenios, los que trabajan en el campo y que no están organizados, están en condiciones muy precarias, con salarios por debajo del mínimo legal, con horarios de doce horas de trabajo. La consecuencia de esta situación es que, para tener un poco más de dinero, incorporan a sus hijos de 10-12 años de edad al trabajo. Se está incrementando fuertemente el fenómeno del trabajo infantil, que ha llegado a representar casi el 20 por ciento de los trabajadores en el corte de caña. En este sector la situación es muy grave. La idea de una Federación del Azúcar es interesante pero todo depende del programa de trabajo que se proponga. Si se forma como una instancia sólo para estarnos encontrando y sin ninguna incidencia política en los gobiernos de los diferentes países, la situación va a seguir igual. Sin embargo, ya con el hecho de crear una estructura, eso beneficia el proceso organizativo de las organizaciones. Me parece también que hay que preparar un formato de denuncias de los problemas centroamericanos del sector del azúcar y tratar de lograr incidencia en el Parlamento de los Estados Unidos, que es para quienes nuestros países venden el azúcar. Una propuesta de Honduras es de crear un contrato colectivo a nivel de países sobre las condiciones de trabajo del sector azucarero, que contenga elementos sobre salud ocupacional o medio ambiente laboral, jornada de trabajo y salario.

Edwin Enamorado

SITIAMASH – Honduras

Me parece que esta conferencia ha sido muy exitosa, no solamente por la posibilidad de intercambiar experiencias entre las organizaciones de los diferentes países que participaron, sino por el importante espacio que logramos en los medios de comunicación. Logramos poner en la agenda nacional los temas que discutimos en el encuentro, con particular énfasis al tema de la producción de los agrocombustibles. Otro elemento importante fueron el acercamiento entre organizaciones y los compromisos que se tomaron en la nota de prensa que sacaron en conjunto los sectores, azúcar y bebidas. Allí están plasmadas las líneas para el trabajo futuro en la región. Me parece que por primera vez nos estamos acercando, de una forma más dinámica y concreta, a un trabajo sindical común, a pesar de las diferencias que existen entre las distintas organizaciones y países. Al final todo el mundo tiene claro de cuál es nuestro objetivo común, es decir la unidad regional, la unidad de los trabajadores para enfrentarnos a las políticas económicas de los gobiernos y de las transnacionales. Por el sector bebida el objetivo principal es seguir fortaleciendo a la Federación Latinoamericana de la Bebida y esto lo estamos logrando con el trabajo que se ha desarrollado en estos días. Hemos trabajado también para fortalecer la comunicación entre las organizaciones involucradas en este esfuerzo y desarrollar un mejor trabajo sindical regional, coordinarlo y fortalecerlo, y ojalá, sea el comienzo de una nueva forma de trabajo. La base fundamental para podernos enfrentar a estas transnacionales es la unidad regional y extra regional. La UITA tiene una gran experiencia en esto y nos va a ayudar en esa tarea. Es el tema de la solidaridad internacional y hay que globalizar esta solidaridad, globalizar la sindicalización, aunque no va a ser fácil porque estas empresas tienen todas las herramientas para poder agredir a los trabajadores. Nosotros vamos a seguir en esta tarea de fortalecer la unidad y los sindicatos.