La
Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación,
en el marco de su Plan de Lucha adoptado en su último
Plenario de secretarios generales de los sindicatos de la
alimentación de todo el país, realizó este martes 4, en
Buenos Aires, una multitudinaria marcha desde el Obelisco
hasta la sede de la Cámara Empresarial.
Desde temprano en la tarde comenzaron a llegar al cruce de
Corrientes y 9 de Julio, pleno centro de Buenos Aires, los
buses provenientes de los puntos más alejados del país
trayendo representaciones de los sindicatos afiliados a la
FTIA. Algunos llegaban con más de 30 horas de ruta.
La directiva de la FTIA esperaba reunir unos 5 mil
manifestantes, pero a medida que se acercaban las 16 horas,
momento previsto para iniciar la caminata, se hacía evidente
que la columna sería mucho más nutrida de lo que se
aguardaba.
El retumbar de los bombos llenaba el ambiente mientras la
organización intentaba encolumnar ordenadamente a los 10 mil
participantes ansiosos por manifestar sus reclamos, su
decisión, su fuerza para luchar.
Finalmente la columna se puso en marcha precedida por un
camión de sonido que amplificaba la voz de un dirigente que
enumeraba las reivindicaciones de la FTIA y leía las
adhesiones locales, regionales e internacionales a la
movilización.
La energía a la vez firme y positiva que emanaba la
manifestación, provocaba la reacción espontánea de muchos
transeúntes que saludaban y hasta aplaudían el paso de la
marcha.
A casi un kilómetro del punto de partida, el cortejo llegó
ante la sede de la Cámara Empresarial, custodiada por un
grupo de policías antimotines. Los bombos arreciaron su
repique, la pirotecnia de estruendo anunció el momento
culminante del acto y el camión se transformó en improvisado
escenario.
Desde allí, el secretario general de la FTIA, Luis Bernabé
Morán, junto al secretario adjunto Héctor Morcillo y otros
importantes dirigentes sindicales arengó a sus compañeros y
compañeras.
“Hemos venido hasta aquí con respeto, vamos a respetar a
todos, pero exigimos el respeto que damos”, dijo Morán.
Afirmó que “Ya estamos cansados de esperar. Las empresas
están haciendo mucho dinero. Que lo hagan, está bien, pero
que no se olviden de los trabajadores y las trabajadoras que
somos quienes ponemos el hombro. Que esta movilización sirva
para que los empresarios sepan que nuestros reclamos no son
fruto de la mente averiada de algunos dirigentes sindicales,
sino la exigencia de sus trabajadores y trabajadoras
organizados en la FTIA. Acá la familia de la Alimentación, y
acá seguiremos, de pie y luchando hasta obtener lo que nos
merecemos: dignidad para nosotros y nuestras familias”.
Después de la breve y vibrante alocución de Luis Morán, la
marcha regresó por otro camino hasta el Obelisco donde,
luego de hacer una pausa que fue ocasión también de emotivas
despedidas, las delegaciones del interior se dirigieron a
los buses estacionados en el entorno que los llevarían de
regreso.
En el local de la FTIA no había lugar para el cansancio.
Mientras algunos ordenaban los carteles y pancartas
utilizados en la marcha, otros “hacían guardia” ante el
televisor esperando las repercusiones de la movilización.
Luis Bernabé Morán, secretario general de la
FTIA, se dirige a los manifestantes, a su
derecha, Héctor Morcillo secretario adjunto de
la CASIA |
Para Luis Bernabé Morán, “Esta jornada magnífica, durante la
cual estuvimos acompañados por la Confederación de
Asociaciones Sindicales de Industrias Alimenticias (CASIA) y
la Rel-UITA, es el primer paso que esperamos sea el último
de esta lucha. De lo contrario, el próximo 19 de abril, en
ocasión de nuestro Congreso de Delegados, adoptaremos
medidas de acción más profundas. En esta marcha de hoy
participaron delegados y activistas de todo el país, y si
esto no sensibiliza a los empresarios, aunque estaremos
siempre dispuestos al diálogo, pasaremos a otra etapa de
lucha. Ya hemos perdido estos primeros tres meses del año
durante los cuales el diálogo con la Cámara se ha puesto un
poco pesado. No vamos a prender fuego nada, pero no
cejaremos hasta recuperar nuestro salario real”.
Morán aseguró que si en la marcha el ánimo de la gente estaba
muy alto, “el de las fábricas es mucho más caliente. Estamos
prontos para continuar la lucha, y así lo haremos. No
aceptaremos el argumento de que los aumentos de salarios
generan inflación, y creemos que el gobierno hace bien al
querer controlar ese flagelo, pero la variable no deben ser
los salarios. La inflación no la crean los trabajadores sino
quienes establecen los precios. Los empresarios han ganado
mucho dinero, han abierto nuevas plantas dentro y fuera del
país. Todo esto no debe hacerse a costillas de la dignidad
de las familias de la Alimentación”.
El secretario general de la FTIA admitió que la asistencia
superó las previsiones más optimistas. “Diría que fue tres
veces más numerosa que la del 14 de abril del año pasado.
Sinceramente, no esperábamos tanto. No paramos para sacar a
la gente a la calle, sino que todos vinieron después de su
jornada laboral. Esto es un síntoma claro de la preocupación
que tiene la gente. Esto nos da fuerza para negociar con más
firmeza y altura. Sabemos hasta dónde podemos ir, no somos
fantasiosos. Pero no aceptaremos nada que no satisfaga las
justas aspiraciones del gremio.”
En Buenos Aires, Carlos Amorín
© Rel-UITA
6 de
abril de 2006
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