En
Nicaragua ya se está produciendo etanol por el grupo económico más
poderoso del país: El grupo
Pellas.
La Nicaragua Fugar Estates Limited y Compañía Licorera de
Nicaragua S.A. realizaron el primer embarque a la Unión Europea
de 3 millones de litros hace 3 meses, el segundo embarque de 3.5
millones de litros fue el 18 de abril, ambos significaron una factura de
mas de 4 millones de dólares. Actualmente tienen capacidad para producir
50 millones de litros y piensan duplicar o triplicar esa capacidad el
próximo año. Esto conlleva casi a duplicar la cantidad de siembra de
caña de azúcar, actualmente se siembran 36.000 manzanas de tierra y
prevén cultivar 70.000 más. Según sus datos proporcionarán 25.000 nuevos
empleos directos e indirectos y una inversión de más de 500 millones de
dólares, además crearán la base para la exportación de alcohol
combustible y alcohol industrial.
Los
Pellas
están apostando al negocio del futuro, sin importarles las consecuencias
medioambientales, la contaminación del manto acuífero, los problemas
respiratorios en la población y otras enfermedades que provocan miles de
muertos por Insuficiencia Renal Crónica (IRC, caso Chichigalpa)
donde hay un promedio de un muerto por día por esa enfermedad.
Hay un
falso concepto de energía “limpia y renovable” ligada a la producción de
etanol. Investigaciones científicas de grupos ambientalistas apuntan que
la producción de etanol y el cultivo y procesamiento de la caña
contaminan el suelo y las fuentes de agua potable porque utilizan gran
cantidad de productos químicos, cada litro de etanol producido consume
cerca de 12 litros de agua, lo que representa un riesgo mayor de escasez
de fuentes naturales y acuíferos.
La quema
de caña es otro de los problemas que se van a incrementar y que
afectarán a las personas y animales, ya que contamina el aire y destruye
gran parte de los microorganismos del suelo. El procesamiento de la caña
en las fábricas también contamina el aire a través de la quema del
bagazo que produce hollín y humo.
De qué
estamos hablando. Estamos hablando que si actualmente las zonas
occidente (León y Chinandega) del país se encuentra en una situación de
emergencia nacional por la contaminación de sus suelos y sus aguas. ¿Qué
pasará si los
Pellas
llevan a cabo el desarrollo del proyecto de producción masiva de etanol?
Sencillamente, si los sindicatos, la sociedad civil, otros actores y el
gobierno no detenemos estos proyectos la zona de occidente y seguramente
todo el país se convertirá en un inmenso campo de muerte de la
naturaleza, los animales y las personas. Solo basta echar un ojo a los
miles de muertos por IRC, actualmente en Chichigalpa y las
contaminaciones de todo el manto acuífero.
Afecta la soberanía y la
seguridad alimentaria
El derecho
a la Soberanía Alimentaria es uno de
los pilares fundamentales de la Soberanía de los Pueblos y las Naciones.
Implica la determinación y el abastecimiento de los requerimientos de
los alimentos de la población a partir de la producción local y
nacional, respetando la diversidad productiva y cultural.
La defensa de la Soberanía Alimentaria se traduce en la capacidad de
autoabastecimiento primero de la unidad familiar, luego de la localidad
y por último del país, mediante el control del proceso productivo, de
manera autónoma. Con ello, se garantiza el acceso físico y económico a
alimentos inocuos y nutritivos.
Ahora, se entiende por seguridad alimentaria al acceso material y
económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos para todos los
individuos, de manera que puedan ser utilizados adecuadamente para
satisfacer sus necesidades nutricionales y llevar una vida sana, sin
correr riesgos indebidos de perder dicho acceso. Esta definición
incorpora los conceptos de disponibilidad, acceso, uso y estabilidad en
el suministro de alimentos.
Como
podemos ver, aceptar la producción de etanol y demás productos
agroenergéticos afecta de forma directa e indirecta la soberanía y la
seguridad alimentaria, primero porque el monocultivo de caña para la
producción de etanol afecta la producción de otros productos
tradicionales para la alimentación por el uso indiscriminado de los
agrotóxicos.
Para garantizar la Soberanía Alimentaria, es necesario que haya una
promoción y recuperación de las prácticas y tecnologías tradicionales,
que aseguren la conservación de la biodiversidad y la protección de la
producción local y nacional. Un componente básico para la Soberanía
Alimentaria es el garantizar el acceso al agua, la tierra, los recursos
genéticos y los mercados justos y equitativos con el apoyo del gobierno
y de la sociedad.
Por lo
anterior, la Federación Unitaria de Trabajadores de la Alimentación:
1.
Rechaza la producción
de etanol por el grupo Pellas
y otras transnacionales que se quieran instalar en nuestro país.
2.
Condena y rechaza
el uso masivo de agrotóxicos para el cultivo de caña y otros alimentos
porque están afectando las aguas subterráneas, enfermando a millones y
asesinando a miles de personas.
3.
Se suma al clamor
y la demanda de grupos ambientalistas y organizaciones campesinas, por
una producción de alimentos sana, ecológica y orgánica, para elevar los
niveles de vida de la sociedad y la generación de empleo.
4.
Defiende la Soberanía Alimentaria
como una necesidad de elevar el nivel y calidad de vida de los
nicaragüenses.
5.
Instamos y apoyamos al
gobierno a
que no se sume a la estrategia y planes de producción de etanol y
biodiesel que están promoviendo los gobiernos de Brasil y
Estados Unidos porque entendemos que el capitalismo aprovecha
los desastres que provoca para generar nuevos negocios y como estos
generan nuevos desastres, entonces siempre habrá nuevos negocios,
mientras los pueblos se hunden en la pobreza, calamidades y miserias por
la explotación de las transnacionales.
6.
Condena la actitud
indolente,
insensible, antihumana del grupo
Pellas
por no atender y asumir la responsabilidad con los más de 7.000
afectados por IRC en Chichigalpa.
7.
Apoyamos y nos sumamos
al rechazo
del uso masivo e indiscriminado de agrotóxicos y demandamos que el
gobierno retire del mercado la comercialización de la docena sucia que
actualmente se vende en nuestro país.
Comité Ejecutivo FUTATSCON
Managua, 25 de abril de 2007
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