Después de una segunda ronda de
conversaciones con sus responsables
políticos, la CSI y Global Unions
valoran que la regulación del sistema
financiero parece avanzar, pero
consideran que se siguen necesitando
medidas para crear empleo y propuestas
para la gobernanza global de la economía
Los miembros del G20 sindical -de la CSI y
Global Unions- mantuvieron ayer
numerosas reuniones con las delegaciones
de sus respectivos gobiernos, formaron
delegaciones colectivas para
entrevistarse con los presidentes de
Sudáfrica y Brasil,
Kgalema Montlanthe y Lula da
Silva, y el primer ministro
australiano, Kevin Rudd, y
recibieron en la sede del Congreso de
los Sindicatos británicos (TUC) a los
directores generales del FMI y la
OMC, Dominique Strauss Khsn
y Pascal Lamy.
En cuanto a España, Javier Doz,
secretario de internacional de CCOO
y representante del sindicalismo español
en el G20 sindical, trasmitió al
representante del Gobierno español en la
comisión de redacción de la declaración
final de la Cumbre el director de
economía del Gabinete de la Presidencia
del Gobierno, Javier Vallés- las
propuestas de la CSI. Entre éstas
figuran varias enmiendas a la
declaración final para que se incluyan
respuestas a los problemas del empleo,
se reconozca la función de la OIT
y se promueva el trabajo decente y un
Pacto Mundial por el empleo.
Javier Vallés,
que se mostró optimista respecto a las
posibilidades de alcanzar un acuerdo
sobre las conclusiones del G20 en la
madrugada de hoy, manifestó que se
trabajaba en una ambiente de buena
colaboración, sin que se hubieran
manifestado las anunciadas diferencias
entre Europa y los Estados
Unidos, en un estado ya avanzado de
la redacción del borrador de
declaración, y que las principales
fricciones se habían producido entre
países desarrollados y países
emergentes. Vallés se comprometió
a transmitir las peticiones sindicales a
la comisión de redacción.
La CSI, en un comunicado de prensa
publicado en la tarde del primero de
abril, concentra sus exigencias en los
problemas del empleo y del trabajo
decente, apenas recogidos en el proyecto
de declaración de la Cumbre del G20,
mientras valora que se están produciendo
avances en lo que se refiere a la
regulación del sistema financiero
internacional.
Por otra parte, el Director General del Fondo
Monetario Internacional, Strauss Khan,
se mostró pesimista respecto a los
plazos de recuperación de la actividad
económica en el mundo., considerando
que, “sólo en el primer semestre de 2010
se podría iniciar la recuperación si los
planes adoptados por las principales
economías surten efecto”. Y añadió que
en los próximos meses empeorará
claramente la situación económica en los
países emergentes y en los menos
desarrollados, por la fuerte caída de
sus exportaciones y la retirada de los
capitales de los países desarrollados,
por lo que el FMI deberá acudir
en su apoyo. DSK opina que el
FMI no es el organismo adecuado para
actuar como nuevo regulador mundial de
los mercados financieros.
El Director General de la OMC, Pascal
Lamy , confirmó a la representación
sindical la brusca caída del comercio
mundial en 2010, en torno al 10 por
ciento, e hizo una encendida defensa de
la liberalización del comercio mundial
en tiempos de crisis frente a las
tentaciones proteccionistas, algunas de
las cuales provienen, según Lamy,
de las filas del movimiento sindical,
afirmación que provocó una viva e
interesante polémica.