Las maquilas han sentado
sus reales desde hace tiempo en América Central, y las
más importantes corporaciones textiles lo han hecho en
Guatemala, donde se benefician de un generoso régimen de
exenciones impositivas que, a menudo, es interpretado
por los empresarios como un “vale todo” que incluye la
violación de los derechos humanos y laborales de los
trabajadores y trabajadoras. El caso de Choi & Shin’s Co.
Ltd. y Cima Textiles es, en este aspecto, paradigmático
Ambas empresas pertenecen a la misma corporación cuya casa
matriz se encuentra en Corea. El representante y
“administrador único” de estas maquilas instaladas en
Guatemala es Myoung Jin Kim,
quien ha sido protagonista de varios artículos en este
mismo espacio, desgraciadamente a partir de violaciones
reiteradas a los derechos de los trabajadores y
trabajadoras, a hechos de represión antisindical y
manipulación e intentos de amedrentamiento contra
quienes integran las organizaciones sindicales. En esta
oportunidad no será diferente.
Según lo vienen denunciado el Sindicato de Trabajadores de
Choi (SITRACHOI) y el Sindicato de Trabajadores
de Cima (SITRACIMA), afiliados a la Federación
Sindical de Trabajadores de la Alimentación,
Agroindustria y Similares de Guatemala (FESTRAS),
la empresa está instrumentando un proceso de cierre
definitivo de ambas firmas, empezando por Cima Textiles.
Esta suerte de “vaciamiento” fabril coincide con la
habilitación de una nueva sociedad anónima, Modas Choi
Shin, a la que se pretendería traspasar todo el trabajo
pendiente con dos ventajas esenciales para Kim y
sus secuaces: las empresas gozan de exenciones fiscales
durante sus primeros diez años de trabajo, que en el
caso de Cima se cumplen en diciembre próximo. Una nueva
empresa abre automáticamente otros diez años de régimen
privilegiado. Y secundariamente, aunque no menos
importante, Myoung Kim podrá deshacerse de
todo el personal actual y contratar nuevo, seguramente
excluyendo a los y las afiliados al sindicato.
Si bien Kim ha intentado enturbiar el panorama
ocultando la creación de la nueva firma, llamada poco
imaginativamente “Modas Choi Shin”, los sindicatos
poseen información detallada que indica, con documentos
al apoyo, que con fecha 23 de agosto de 2006 se presentó
ante el Registro Mercante General la solicitud de
Inscripción de Auxiliar de Comercio No
106871, en la cual Myoung Kim se registra
como “administrador único y representante legal de Modas
Choi Shin Sociedad Anónima”. Esta sociedad fue creada el
9 de agosto de 2006 y registrada al día siguiente en el
Registro Mercantil con el No 68440.
Quiere decir que la existencia legal de una nueva empresa en
las mismas instalaciones que ahora ocupan Cima y
Choi es totalmente real, tan real como las
insinuaciones permanentes que venían recibiendo los
trabajadores desde la gerencia de Cima y Choi,
referidas a la pérdida de contratos por la mala calidad
de las prendas debida a “deficiencias en la producción”,
léase responsabilidad de los (malos) trabajadores. Como
ya ha ocurrido, la empresa comienza a discontinuar el
trabajo para trasladarlo a otra firma. El lunes 14,
finalmente Kim dio el paso inicial del
vaciamiento: solicitó la suspensión del contrato de
trabajo por tres meses para los 400 operarios de Cima
Textiles, y anunció que Choi, donde se desempeñan
otros 600 trabajadores y trabajadoras, tiene trabajos
nada más hasta agosto.
Los sindicatos ya habían reaccionado citando a una reunión
con la empresa que, lamentablemente, no acudió a la
cita. De inmediato, los trabajadores se presentaron ante
la Inspección General del Trabajo que efectuó un
apercibimiento a la empresa y la emplazó a que acuda a
una próxima reunión tripartita.
SITRACIMA y SITRACHOI han manifestado su gran
preocupación y se encuentran en estado de alerta, ya que
este proceso confuso y tortuoso amenaza directamente la
fuente de empleo para más de 1.000 familias cuyos
ingresos dependen exclusivamente de estas empresas.
Carlos Amorín
©
Rel-UITA
16
de mayo de 2007 |
|
|
|