Uruguay

Nuevos Sindicatos, Nuevas Tradiciones

Lecciones de clase

 Una oleada de nuevos sindicatos parece dar nueva vida a una central cuyos mecanismos de representatividad son cuestionados incluso en su propio seno.

 

Los sindicatos se están convirtiendo en unas "cositas resecas y vacías", como admitió un alto dirigente gremial. Por eso, entre otras razones, el PIT-CNT anunció en el acto del Primero de Mayo último que iniciaría una campaña de afiliación y reafiliación masiva, que puso en marcha a principios de junio. Dos meses después diez nuevos sindicatos habían ingresado en los registros de la central y hay otros quince en proceso de formación. La mayoría son pequeños, pero entre todos representan a más de cuatro mil trabajadores. En los últimos dos años, sin ninguna acción centralizadora mediante, en medio de la peor crisis económica y a pesar de un agudo proceso de pérdida de puestos de trabajo, se crearon varios sindicatos, la mayoría en el sector servicios.

 

La desregulación y flexibilización laboral, junto con la recesión, han favorecido a su vez toda clase de violaciones a los derechos laborales en el sector privado, lo que generó en los trabajadores mayor necesidad de protección gremial. Paralelamente, el decrecimiento en el número de afiliados a los gremios motivó a los dirigentes a salir en busca de nuevos socios. "Se juntaron el hambre con las ganas de comer", resumió a BRECHA Juan Castillo, secretario de organización del PIT-CNT.

 

El "caso Jopito"

 

Una situación económica compleja llevó al cierre, en los dos últimos años, de cinco de las ocho sucursales de la cadena de supermercados Jopito. Ante la perspectiva de quiebra y pérdida de puestos de trabajo, los empleados se organizaron sindicalmente a principios de julio. Su principal reivindicación es la estabilidad de la fuente laboral.

 

La empresa, en un primer momento, no atendió las demandas y los trabajadores se declararon en preconflicto. El novel sindicato decidió, a fines de julio, ocupar la sucursal Cordón, en Jackson y Canelones. La medida se levantó el viernes 6, tras un acuerdo por el cual el dueño -Daniel Ospitale- se comprometió a no tomar medidas sin previa consulta con el sindicato. Según el acuerdo, un determinado número de trabajadores rotará en el seguro de paro durante 90 días. En ese lapso, la empresa debe presentar ante la jueza de la causa un proyecto de viabilidad que permita superar la instancia de quiebra.

 

Los 37 trabajadores de la sucursal Cordón fueron los convocantes de una asamblea constitutiva en la cual se afilió el 90 por ciento del personal de Jopito, unas 200 personas en total.

 

En los supermercados "no existen los sindicatos y se organizan sólo para resolver problemas puntuales. Después es muy difícil que se mantengan", afirmó a BRECHA Héctor Castellanos, secretario general de FUECI. Así ocurrió con el Sindicato Único de Empleados de Devoto, nacido en 2002 para defender las fuentes de trabajo amenazadas por los sucesivos cambios de firma de la empresa, hoy en manos del grupo francés Casino. Otro tanto ocurrió años antes en Tienda Inglesa.

 

Son más estables, sin embargo, las organizaciones sindicales en sectores como farmacia -la cadena San Roque, por ejemplo, agrupa a casi 200 empleados- y clubes deportivos. Una reciente sindicalización que el dirigente destacó fue la del Club Remeros de Mercedes, así como la de Tiempost, que entre mensajeros y administrativos ocupa a unos 140 trabajadores.

 

Según Castellanos, Uruguay es el único país del Mercosur que no tiene ámbito de negociación colectiva ni protección legal de la actividad sindical en el sector privado.

 

 

La campaña de afiliación -bautizada José Pepe D'Elía- forma parte de un programa de fortalecimiento sindical, inserto a su vez en la campaña "Usted tiene derecho", aprobada en setiembre de 2003 en el octavo congreso de la central, la cual consta de otros tres ejes principales de acción: difundir entre los trabajadores que hay derechos fundamentales como los derechos al trabajo, a la salud, a la vivienda, a la educación, a la sindicalización, y los establecidos en los convenios internacionales de la oit; promover el debate sobre un nuevo proyecto alternativo del sistema de seguridad social; y realizar una campaña a favor de la reforma constitucional por el agua.

 

En las salidas al Interior, que con una frecuencia semanal realizan distintos dirigentes del PIT-CNT, se visitan no sólo las capitales departamentales sino también pequeños pueblos apartados a los cuales nunca antes había llegado la central. Tal el caso de la localidad de Palmitas, en Soriano. Esta suerte de "desembarcos", como los mismos dirigentes los llaman, también se realizan en la capital. "Llegamos con un coche con altavoces diciendo que somos dirigentes y militantes del PIT-CNT. Algunos tratan de eludirnos, otros nos miran con miedo, como si fuésemos el cuco, otros nos sonríen en silencio o nos hacen gestos tímidos, para que no los vea el gerente o el dueño de la empresa." Ese miedo -explica Castillo- tiene que ver con la represión existente y con la necesidad de trabajo, "porque si los echan por agarrar un volante o conversar con un dirigente sindical, luego es muy difícil volver a conseguir trabajo".

 

El primer sindicato nuevo que se organizó en el marco de esta campaña fue el de los trabajadores de Claise sa, en la industria del vidrio. La empresa cuenta con unos 60 empleados, de los cuales cerca de 50 ya se afiliaron. La primera reacción de la patronal, apenas se le comunicó la formación del gremio, fue despedir a los cinco delegados. El Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT hizo la denuncia en el MTSS; resultado: los cinco recuperaron su empleo. Entre la creación del sindicato, el despido, la negociación y el reintegro no pasaron más de 48 horas. En un lugar donde nunca hubo sindicato -recuerda Castillo-, la lista de demandas era tan larga que "tuvimos que decirles a los compañeros que se propusieran menos reivindicaciones, las más importantes, y que dejaran las otras para una etapa posterior, porque de lo contrario la empresa se hubiera visto obligada a cerrar". Los cinco puntos reclamados -reconocimiento del sindicato, descuento por planilla, ámbito de negociación, laudo y escalafón- fueron aceptados por la empresa, la cual terminó por reconocer al PIT-CNT -en el acta labrada en el MTSS- que su participación había contribuido a mejorar las relaciones con sus trabajadores.

 

Otros ejemplos de esta campaña son la afiliación de 98 trabajadores -de un total de 109- de una curtiembre tercerizada por Paycueros en Paysandú, así como la del personal de dos empresas tercerizadas en CocaCola.

 

Pero tales avances no se producen sin angustias ni sinsabores. El miércoles 11 el propio Castillo presentó una denuncia por persecución antisindical contra una empresa tercerizada que opera en el Frigorífico Tarariras de Colonia. Alrededor de la mitad de los 600 obreros que ocupa el establecimiento no están sindicalizados, pues dependen de tercerizadas. El PIT-CNT intentó gremializarlos y tres delegados fueron acusados -y detenidos- por el robo de carne. La Policía local los liberó, pero la empresa no permitió su retorno aduciendo que había una investigación administrativa en curso. Una semana después los trabajadores recibieron un telegrama de despido por razones de mejor servicio. Según Castillo, se trata de "una represión antisindical encubierta". La empresa deberá presentarse al MTSS el lunes 16.

 

En la industria cárnica y en la forestal es donde se produce el mayor y más grave número de violaciones a los derechos laborales: "En algunos lugares los trabajadores no pueden ir al baño o directamente no hay baño, no hay descanso de media hora, no se pagan las horas extras, las condiciones de trabajo son deplorables". En la industria forestal -no en todos los casos- el régimen laboral predominante se asemeja a la esclavitud y esa situación está relacionada con el sistema de contratistas y subcontratistas utilizado.

 

Hace cinco meses se logró constituir el Sindicato de Obreros de la Industria de la Madera del Norte del País -Soimanorpa-, que agrupa a 350 de los 3 mil trabajadores empleados por las cuatro empresas que operan en esa región. Actualmente, el Soimanorpa está en conflicto con la empresa Colonvade por el despido de 50 trabajadores. Robert Batista, abogado del sindicato, describió recientemente, para el boletín editado por la Regional Latinoamericana de la UITA, las dificultades que enfrentan quienes pretenden agruparse sindicalmente en esas empresas y en esa área del país. "Es un fenómeno difícil, porque todo esto surge a partir de un movimiento generado en la ciudad de Tranqueras, que no tiene tradición sindical, ni siquiera la poca que existe en el interior del país." Sin embargo, "el entusiasmo está". "Los trabajadores se reúnen espontáneamente en asamblea, en la sede provisoria del sindicato, todos los domingos a las 10 de la mañana. Hay asambleas en las que participan 80, 100, 150 trabajadores. Y no es que la directiva del sindicato los convoque: van por su propia iniciativa, porque el domingo es su día franco. Van a tomar mate y a conversar a ver qué se está haciendo", señaló Batista.

 

En Palmitas, durante una reunión prosindicato, una joven obrera forestal intentaba esconder sus manos, cuarteadas y quemadas por el ácido de la corteza, "en un estado que daba lástima, mil veces peor que las manos de un obrero de la construcción", recuerda Castillo. Su trabajo consiste en descascarar árboles. Le pagan 80 centésimos por árbol. Los primeros días, como carecía de experiencia, el producto de su ganancia era igual al descuento que le hacía el patrón por el plato de comida que le daba al mediodía. "Hoy, al final del día, ya me puedo llevar entre 50 y 60 pesos para casa", dice la mujer. Por ese salario hay trabajadores que pierden la vida. El miércoles 4 un joven obrero murió aplastado por un árbol en un monte cerca de Paysandú. "Estas son las cosas que tenemos que cambiar", concluyó Castillo.

 

 

 

Walter Falco   

Convenio Brecha / Rel-UITA

19 de agosto de 2004

 

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905