Después de algo más de
10 días de paro, los trabajadores de Fideos Nutregal, en Bahía
Blanca, provincia de Buenos Aires, obtuvieron una contundente
victoria tras la cual, sobre todo, quedó restablecido el derecho a
la afiliación sindical que desde hacía tres años venía siendo negado
por la empresa. También hubo avances en el aspecto económico.
-¿Cuáles
fueron las condiciones para la solución del conflicto?
-Desde hace un
tiempo manteníamos una diferencia con esta empresa porque ella no nos
reconocía la representatividad. Aunque no se objetaba la presencia del
Sindicato, indirectamente se obstaculizaba nuestra labor porque no se
permitía que los nuevos trabajadores se afiliaran al SATIF, y además se los
derivaba a otra obra social. En los términos del acuerdo se incluye un
reconocimiento económico de la empresa durante el término de seis meses para
todos los trabajadores y trabajadoras que estaban en conflicto, equivalente
a 300 pesos. Esta suma se considera “no remunerativa” hasta el 1 de abril de
2006, cuando se deberá abrir una nueva etapa de negociaciones salariales
dentro de la actividad.
-¿Qué puntos
destacables hay en ese acuerdo?
-Hay un punto
del convenio que dice: “La empresa
Italo Manera reconoce al SATIF como legítimo representante de los trabajadores de su
establecimiento conforme a la ley 23.551 y su estatuto social”. En otro
punto se establece que “La empresa se compromete a no tomar medidas
disciplinarias contra los trabajadores con motivo del conflicto colectivo
que dio origen a este acuerdo, y los trabajadores se comprometen por el
término de seis meses a no tomar medidas de acción directa relacionadas con
el conflicto”, y esto exclusivamente desde el punto de vista salarial. Si
ocurriera algún otro diferendo, como persecución o sanción no justificada,
nuevamente podríamos entrar en conflicto.
-¿Qué se
acordó con respecto a la obra social?
-Un punto
específico dice que “La empresa se compromete a no interferir con la
voluntad individual de cada trabajador respecto a su decisión de afiliarse o
no a la organización sindical que lo representa, que en este caso es el
SATIF. Igual criterio adoptará respecto a la decisión voluntaria de cada
trabajador con relación a la libre elección de su obra social”. Y otro punto
establece que “Las partes se reunirán para tratar todos los temas materia de
conflictos, menos el salarial (...) La representación sindical estará
integrada por miembros del SATIF y los delegados de personal”. Por otra
parte, la empresa reconoció el 70% de los salarios caídos por motivo del
paro.
-¿Cuáles
fueron los hechos que destrabaron el conflicto?
-Evidentemente, en primer lugar la firmeza de los trabajadores y
trabajadoras. La empresa se dio cuenta de que la posición de los
trabajadores sería mantenida mucho más de lo que esperaban sus gerentes.
Ellos pensaron que era una decisión que no duraría más de 48 horas, lo que
obligó a los propietarios de la fábrica a negociar en persona y directamente
con los trabajadores huelguistas primero, y después a cerrar el acuerdo con
la organización sindical. Por otra parte, la acción del Ministerio de
Trabajo también influyó ya que obligó a la empresa a iniciar negociaciones
que antes rechazaba.
-¿Qué
representan los 300 pesos de compensación en relación con un salario
promedio en la planta?
-Viene a ser
aproximadamente un 25% de un ingreso promedio, lo que se acerca mucho al 30%
que reclama el sindicato como aumento salarial.
-O sea que la
movilización tuvo un éxito bien nítido.
-Fue una
medida contundente, una señal muy marcada de los trabajadores hacia la
empresa, en cuya historia podemos decir que es casi un hecho inédito. La
familia propietaria de esta empresa tiene un antiguo historial. Ya hace 55
años encabezó un desconocimiento de una convención colectiva de trabajo que
llevó a soportar un paro de seis meses, sostenido económicamente por los
demás trabajadores del sector que, en aquella época, éramos muchos más de
los que somos ahora. Aquella furia antisindical les costó muy cara. Al fin
se darán cuenta de que nada se puede hacer contra la voluntad de la gente.
-Seguramente
hay mucha satisfacción entre los trabajadores.
-Sí, la gente
está muy contenta, muy reconocida por todo el apoyo brindado por la
organización sindical. Ellos admitieron también que parte de lo que les
ocurrió fue por causa de su falta de participación en la organización
sindical.
Entrevista de Carlos Amorín
© Rel-UITA
24 de octubre
de 2005
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