Bajo amenazas de desalojo por la fuerza y
amenazas de muerte a autoridades del
Ministerio, continúa el conflicto en la
empresa Inversiones Palo Alto Gnecco
Espinosa, que se niega a reconocer al
Sindicato y por consiguiente a iniciar la
negociación del Pliego Petitorio. Sirel
dialogó con Hernán Correa, presidente
interino de SINTRAINAGRO, quien comentó
acerca de la nueva instancia que transita el
conflicto.
-¿Cómo sigue la situación del conflicto en
la Finca Palo Alto?
-La situación está muy delicada porque
además de este episodio de amenaza, la
empresa
Palo Alto se niega a reconocer al
Sindicato y por consiguiente se niega a
negociar.
Por otra parte, el escenario se complica aún
más porque el alcalde de Pueblo Viejo en el
Magdalena, autorizó el desalojo por la
fuerza de los trabajadores que permanecen
ocupando la finca. Esto fue provisoriamente
aplazado, pero la situación es muy tensa ya
que en cualquier momento puede concretarse y
tememos que se de una masacre, ya que los
trabajadores permanecen firmes en su
convicción por defender sus derechos y están
dispuestos a llegar hasta las últimas
consecuencias en pro de sus justos reclamos.
Recientemente, en una reunión realizada en
Santa Marta,
Luz Stella Viera,
jefa de la unidad de Registro y Control del
Ministerio de la Protección Social, nos
informó que estaba recibiendo amenazas
directas contra su persona,
quienes la amenazaron dijeron que si se
dirigía a Ciénaga sería el paseo de la
muerte…
-Tierra de nadie…
-Sí, el Estado no entra.
Toda esta situación recuerda a la década del
20 o del 30, donde los empresarios trataban
a los trabajadores como esclavos.
La zona del Magdalena está liderada por
cinco o seis familias que son las que
detentan el poder, y contra ellas no hay
quien pueda.
Retan al Estado y a quien sea, no respetan
la Constitución ni la ley.
Generalmente las mismas autoridades están en
connivencia con estos empresarios y es por
esto que SINTRAINAGRO responsabiliza
al gobierno y al Ministerio de la Protección
Social si el desenlace de este conflicto se
transforma en una masacre.
Sobre todo al Ministerio que le ha faltado
autoridad para defender a los trabajadores.
-Además de las denuncias públicas, ¿qué
otras acciones están tomando?
-En este momento estamos organizando junto a
la CUT* seccional Magdalena, una
movilización de todos los sindicatos
afiliados a la Central, en la ciudad de
Santa Marta, con el fin de denunciar ante la
opinión pública el accionar de esta
compañía.
También llevaremos el tema a la Procuraduría
de los Derechos Humanos, la Defensoría del
Pueblo y todo aquel organismo que según la
Constitución esté para la defensa de los
derechos ciudadanos.
A través de la UITA estamos dando luz
internacional al conflicto, el papel de
nuestra Internacional es fundamental para
presionar al Gobierno, al Ministerio del
Interior y de la Protección Social a que
utilicen todas las herramientas a su alcance
para dar fin a esta situación.
Hago propicia la ocasión para hacer un
llamado a la solidaridad con estos
trabajadores, para que puedan llevar su
lucha adelante e insistir que el gobierno de
Colombia
le de a este conflicto un carácter laboral y
no, como lo vienen tratando los empresarios,
como un problema de orden público.
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