Serrano, secretario
general de la Federación Estatal de Construcción, Madera y Afines, de Comisiones
Obreras (FECOMA - CCOO), integró la II Misión de la ICM a Panamá. Sirel dialogó
con él para conocer su opinión sobre los alcances y desafíos de esa Misión.
-¿Cuál es la evaluación que
haces de esta nueva Misión de la ICM y la UITA a Panamá?
-Ha cubierto una serie de
objetivos importantes: primero por la presencia de todas las organizaciones que
han estado aquí y el trabajo que hemos realizado, y segundo porque viene a
reforzar nuestro mensaje al gobierno de Panamá, en el cual le decimos que
estamos muy alerta y pendientes de los acontecimientos que aquí suceden.
-La situación es muy
preocupante…
-En Panamá se ha dado
una involución política de primera magnitud que atenta contra la misma
Constitución. Estamos ante una situación que nos exige demostrar que el
principio de solidaridad internacional sigue vigente, que la solidaridad no es
una palabra hueca sino una posición firme de las organizaciones sindicales que
estamos en este país.
-¿La Misión fue positiva?
-Creo que ha sido muy
positiva. Hemos influido en instituciones destacadas como el Defensor del
Pueblo, el Presidente de la Asamblea Nacional, las autoridades del Canal de
Panamá, y hemos sentado bases importantes para construir un marco de
relaciones laborales que se ajuste de manera más adecuada a la realidad
cambiante y transformadora que se está dando a partir de la economía del Canal.
Por otro lado, la presencia de la UITA en Changuinola, junto a los
trabajadores bananeros, fue muy relevante.
Sin embargo, hay todavía
muchos aspectos negativos que no podemos olvidar, especialmente la actitud
retrógrada e insultante de la ministra de Trabajo, Alma Cortés, que no
nos recibió. Esta señora debería haber seguido dedicada a lo que sabe: al
comercio, a los negocios del Presidente de la República, y no haber ingresado al
Ministerio, desde donde actuó de una manera sumamente insultante hacia nuestra
Misión.
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