Jacinto fue
uno de los tantos trabajadores bananeros salvajemente reprimidos en la masacre
del 8 de julio del pasado año en Changuinola, Bocas del Toro. El gobierno
prometió que daría asistencia sanitaria a los cientos de lesionados, pero nada
ha hecho. Por ello los trabajadores heridos conformaron un Comité, un punto de
encuentro desde donde continúan denunciando su crítica situación.
-Jacinto, ¿cómo te va?
-Bueno, aquí, pasando la situación del 8 de julio y viendo
cómo nos recuperamos
-¿Cómo estás de salud?
-No les puedo decir que estoy bien. Me hice un examen de
plomo en sangre y salió positivo. Lamentablemente es intoxicación en la sangre,
y me han dicho que es una consecuencia que vamos a tener muchos de por vida. Hay
plomo que no se puede extraer pues algunos perdigones están muy adentro del
músculo.
-¿Continúas con los 160
perdigones en tu cuerpo?
-Hasta ahora me han sacado sólo 20, debido a que es difícil
quitar tanta cantidad.
-El gobierno se comprometió
a contemplar vuestros casos y a instrumentar una reparación económica, ¿hay
alguna novedad?
-El gobierno ha estado siempre tratando de camuflar todo este
asunto. Cuando junto a otros compañeros afectados por la represión denunciamos
nuestra situación ante la OEA, el gobierno volvió a comprometerse con
nosotros, pero hasta la fecha no ha cumplido con nada.
A los compañeros que perdieron la visión les prometió
viviendas, tampoco cumplió. Sólo a dos viudas les construyeron casas y con eso
realizaron una gran campaña publicitaria. El resto de la gente sigue aguardando
que el presidente Ricardo Martinelli cumpla con su palabra.
-Recordamos muy bien el
tremendo show que armaron con esas dos casas, y la entrega de becas para
estudiantes…
-Mucha demagogia. Pero lo que afuera del país no se conoce es
que el gobierno nombró una “Comisión de la Verdad de la Defensoría del Pueblo”.
Esa Comisión dictaminó que el gobierno es culpable de la represión en
Changuinola. Pero entonces el gobierno dijo que no se sentía satisfecho con el
trabajo de la Comisión, y todo quedó en la nada.
Aquí vino una Ministra y nos
dijo que éramos unos “indios analfabetos y borrachos”, y días
después, cuando protestamos contra la Ley 30, se produjo la masacre.
Pero nada nos doblegará. Seguiremos dando batalla, exigiendo respeto
y dignidad para los trabajadores bananeros de Changuinola.
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Hasta el día de hoy ésta es la situación que estamos pasando
en Panamá, donde se ha olvidado lo que paso aquí en Changuinola y el
Poder Ejecutivo, lamentablemente, ha olvidado sus promesas.
-¿Cuántos son los compañeros
que han perdido la vista?
-Dos perdieron la vista totalmente.
-¿Y heridos?
-Muchos
y de diversa consideración. Otros 72 tienen afectada su visión, y unos 200
trabajadores continúan con perdigones en su cuerpo. Estamos en una situación difícil, hay compañeros que tienen decenas de
perdigones dentro, y hemos pedido a los jerarcas del seguro social que les
realicen exámenes por la cantidad de plomo en la sangre, pero ellos tampoco han
hecho nada.
-Debido a esta situación han
creado el Comité de Afectados por la
Masacre de la de Bocas del Toro contra la Ley 30…
-Correcto. Se creó el 11 de septiembre en la sede del
Sindicato de Trabajadores de la Industria del Banano (SITRAIBANA), allí
tenemos nuestra casa. Los afectados nos hemos organizado y la idea es continuar
con la denuncia hasta que el gobierno nacional cumpla lo prometido.
-¿Cuál es tu mensaje a la
comunidad internacional?
-¡Que no nos olviden y que apoyen nuestra lucha! Aquí vino
una Ministra y nos dijo que éramos unos “indios analfabetos y borrachos”, y días
después, cuando protestamos contra la Ley 30, se produjo la masacre.
Pero nada nos doblegará. Seguiremos dando batalla, exigiendo
respeto y dignidad para los trabajadores bananeros de Changuinola.
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