El choque entre la Policía y los
agricultores tuvo consecuencias fatales;
en total,
cuatro
campesinos resultaron muertos: dos en
Ayacucho, uno en Arequipa y otro en
Barranca. Tres de los fallecidos
presentan orificios de bala en el
cráneo.
En la región Ayacucho, Rubén Pariona
Camposano y Emiliano García
Mendoza, campesinos que habían
llegado desde el distrito de Quinua,
murieron en la salida de la vía Los
Libertadores, cuando los efectivos
policiales abrieron fuego contra la
multitud. Ambos tienen impactos de bala
en el cráneo.
Mientras que en la zona de Barranca
trasladaron en hombros el féretro de
Julio Rojas, agricultor que el lunes
18 fue asesinado de un balazo en la
cabeza.
En el distrito de Majes, provincia de
Caylloma (Arequipa), policías y
agricultores protagonizaron una batalla
campal por el control de la carretera
Panamericana, a la altura de Alto
Siguas, resultando muerto un joven
estibador quien, al intentar protegerse
de las bombas lacrimógenas cayó por un
barranco de unos 150 metros de
profundidad, muriendo instantáneamente.
“Lamentamos que estos hermanos
campesinos hayan perdido la vida en la
lucha por reivindicar sus derechos. Los
culpables de que se haya derramado su
sangre son las autoridades de turno”,
afirmó Huascar.
Indicó que la declaratoria del “estado
de emergencia” en varias provincias de
Lima, Áncash y La Libertad, pone en
serio riesgo la vida e integridad física
de mujeres y hombres del campo.
Con esta decisión
el
gobierno suspendió por el período de una
semana los derechos constitucionales
relativos a la libertad y seguridad
personales, a la inviolabilidad de
domicilio y al derecho de reunión y de
tránsito,
en las zonas en donde se produjo mayor
número de manifestaciones de los
campesinos, en particular donde
bloquearon durante varias horas las
principales vías de acceso a la capital.
Las medidas adoptadas por el gobierno y
los excesos de las fuerzas represivas
han causado preocupación entre los
dirigentes campesinos que han solicitado
la intervención de la Defensoría del
Pueblo para que garantice la integridad
de los manifestantes y, al mismo tiempo,
para que participe en la investigación y
el esclarecimiento de las muertes de los
campesinos asesinados.
“De esta manera hacemos prevalecer
nuestra intención de dialogar con el
gobierno. Esta suspensión es temporal,
esperamos que a través del diálogo
podamos llegar a una solución, pero si
no existe voluntad política del
gobierno, tendremos que retomar nuestra
medida de lucha que es el clamor de las
bases de las provincias, quienes se
sienten olvidados y discriminados",
precisó el presidente de la CNA,
Antolín Huascar.
“Nos quieren amedrentar con su
prepotencia, sin embargo vamos a
dialogar, pero si no hay ninguna salida
ya tenemos preparado nuestro siguiente
paso; contamos con el respaldo de las
bases”, aseguro a Sirel el
presidente de la CNA.
Por otro lado, Huascar rechazó
las declaraciones del premier Jorge
Del Castillo intentando criminalizar
la movilización campesina, al sostener
que pequeños grupos de agitadores y
delincuentes mezclados entre
agricultores tomaron las carreteras y se
dedicaron a asaltar autobuses en las
rutas.