Al
margen del proceso electoral, que realizará su primera vuelta a comienzos de
abril, los gremios agrarios del Perú realizan un paro de 48 horas, hoy 29 y
mañana 30 de marzo, que culminará en una concentración ante el Parlamento.
Pese a la desinformación existente, el saliente gobierno de
Alejandro Toledo quiere dejar aprobado el Tratado de Libre Comercio con
Estados Unidos.
Las negociaciones se han caracterizado por ser confusas, dado
que el gobierno anunció el cierre del acuerdo cuando aún faltaban varios
capítulos por negociar y no ha difundido en profundidad los alcances del
Tratado.
Del análisis realizado por los gremios surge que los pequeños
productores y las comunidades campesinas se encontrarán entre los sectores
más afectados al sufrir una fuerte competencia de los productos subsidiados
de Norteamérica, lo que les hará perder posiciones en el mercado interno.
Esta situación favorecerá el incremento de la migración a las
ciudades y de la violencia y corrupción en las zonas más pobres. Las
organizaciones de las comunidades indígenas y los sindicatos temen, además,
que todo ese empobrecimiento favorezca el cultivo de coca para abastecer al
narcotráfico.
Los convocantes al paro también señalan su preocupación sobre
la posible privatización de las reservas de agua, la biodiversidad y las
riquezas naturales del país.
Sirel consultó a Antolín Huáscar, presidente de la
Confederación Agraria del Perú, quién nos manifestó que “pese al silencio
de los medios masivos de comunicación -la prensa lo ha escondido- el paro se
está desarrollando con gran éxito; tenemos información de que el acatamiento
es muy importante, en Arequipa, Moquegua, Cusco, Ica, Huaraz y otras
regiones el acatamiento es casi total”.
Asimismo el presidente de la CNA remarcaba: “un gobierno y un
parlamento fuertemente desprestigiados pretenden aprovechar la coyuntura
electoral y la desinformación de la población para la entrega de la
soberanía peruana. Una vez más los intereses de los grandes empresarios se
quieren imponer por sobre los millones de campesinos y comunidades indígenas
de nuestro país”.
La firma del TLC no sólo afectará a los sectores rurales sino
que la pérdida de soberanía alimentaria y la desaparición de los
medicamentos genéricos pondrán en serio riesgo la calidad de vida de los
sectores más vulnerables de los centros urbanos.
Ariel Celiberti
© Rel-UITA
29 de marzo de 2006
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