El Sindicato Autónomo Tabacalero (SAT) se
reunió con el vicepresidente de la República, Danilo Astori. El secretario
general del sindicato, Gerardo Pereira, comentó a Sirel los alcances de este
encuentro.
-¿Quiénes participaron en la reunión y cuál fue
el objetivo?
-Por el SAT participamos Carlos Caldas,
Mario de Castro, Jorge Chichet y quien habla, y por la Rel-UITA
estuvo el compañero Gustavo Villarreal.
El objetivo fue dialogar con el vicepresidente
Astori para presentarle detalladamente la situación en la que estamos y
abordar con él los dos puntos que más nos preocupan: la creación de una bolsa de
trabajo y el proyecto de ley que hemos elaborado para que se exima del pago del
Impuesto a las Retribuciones de las Personas Físicas (IRPF) a las
indemnizaciones de ciertas categorías de despidos como los abusivos, los
despidos a embarazadas y otros.
En nuestra opinión, se trata de una penalización
injusta para trabajadores y trabajadoras que quedan sin empleo y en condiciones
muy inestables.
-¿Cuál fue el resultado del encuentro?
-Muy positivo. Fue la mejor reunión que hemos
mantenido hasta el momento. El Vicepresidente se interesó vivamente en nuestra
situación, nos hizo muchas preguntas, y finalmente le planteamos los dos temas
mencionados. Quedamos muy satisfechos por los compromisos que asumió.
Astori
comentó que se harán gestiones por la bolsa de trabajo y que piensa que se
podría lograr eximir de IRPF a esas indemnizaciones, aunque aclaró que
consultará con los ministros de Economía y Trabajo, cuyas áreas quedarían
concernidas por esa iniciativa.
Manifestó que en cuanto hubiese novedades
tomaría contacto con nosotros.
-¿Mientras tanto, todos recibirían la
indemnización normal por desempleo?
-Sí, todos. Los menores de 50 años, que son 24
compañeros y compañeras, lo recibirán durante seis meses, y los mayores de esa
edad lo harán durante un año.
Además, en nuestro Convenio Colectivo se
establece que en caso de que un trabajador sea enviado al seguro de desempleo,
la empresa cubre la diferencia hasta equiparar una cantidad igual al sueldo que
cobraba. La transnacional ha reconocido esta obligación y ha dicho que la
cumplirá.
-¿Puede haber casos de prejubilaciones entre los
despedidos?
-Lo logramos para cinco compañeros. A uno de
ellos le faltaban 14 días para alcanzar los 60 años que es aquí la edad
jubilatoria, y la empresa aceptó extenderle la relación laboral dos semanas más
de forma que cumpliera el requisito.
Los otros cuatro ya habrán superado los 58 años
de edad al finalizar el año de seguro de desempleo, y según la legislación
uruguaya, cuando un trabajador mayor a los 58 no trabaja desde hace un año o
más, tiene derecho a acogerse a una prejubilación que es un poco menor que si
fuese con todos los requisitos. En negociaciones con la empresa logramos que
ella se haga cargo también de esta diferencia hasta que los compañeros cumplan
los 60 años.
-¿Qué gestiones tienen previstas para esta
semana?
-Tenemos fijadas audiencias en las Comisiones de
Industria de la Cámara de Diputados y la del Senado.
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