Cuando el 21 de octubre
del año pasado la filial uruguaya de Philip Morris decidió cerrar sus puertas
violando el Convenio Colectivo y sin informar previamente a nadie, no solamente
mostró un alto grado de incapacidad gerencial, si no que lo hizo utilizando
argumentos falsos. El más significativo de ellos acaba de salir a la luz.
·
Cuando
Philip Morris (PM) cerró intempestivamente las puertas de su fábrica en
Uruguay, tenía una participación en el mercado local cercana al 22 por
ciento. Casi la misma participación que la firma Abal Hnos. tenía en 1979
cuando fue adquirida por PM.
Antes de la entrada en
vigencia de la ley Nº 18.256 (Control del Tabaquismo) en 2006, el porcentaje de
participación en el mercado continuaba siendo prácticamente el mismo. Según el
estudio “Economía del control
del tabaco en los países del Mercosur y Estados Asociados: Uruguay”, de la
Organización Panamericana de la Salud, en 2003, la participación de
PM en el mercado uruguayo era del 21,5 por ciento.
Quiere decir que a lo largo de 32 años, los mandos gerenciales que pasaron por
la empresa en el mejor de los casos solamente fueron capaces de mantener la
histórica participación de mercado. De manera que la misma cuota de mercado que
en su momento justificó la compra de la empresa, tres décadas más tarde sirve de
pretexto para justificar su cierre.
· Otra
inconsistente justificación del cierre la dio Nicolás Echevarría, gerente
general de Abal Hnos. (nombre con el que sigue operando PM en
Uruguay), al argumentar que la referida Ley 18.256 había obligado a la
empresa a retirar siete de los 12 productos que la firma comercializaba en el
país. Lo que este señor pretendió ignorar -quizá escudándose en su condición de
mexicano y su poco tiempo de residencia en el país- es que después de adquirir
Abal Hnos., PM retiró voluntariamente tres o cuatro marcas, entre
ellas Master, una de las más vendidas.
La estrategia de PM
-que ahora muestra su fracaso- era clara: eliminar las marcas nacionales
apostando a las conocidas internacionalmente, entre otras razones para
aprovechar la publicidad global. Posteriormente, también fueron retiradas
algunas marcas introducidas por PM que no tuvieron éxito. Vale decir, que
la incompetencia de su política de marketing llevó a la empresa a retirar del
mercado por propia decisión un número de marcas casi igual al que utiliza para
justificar el cierre.
· Como
guinda de la torta, la semana pasada se supo que PM mundialmente ganó 8.591 millones
de dólares en 2011, un 18,3 por ciento más que en 2010. Además, la compañía
también informó que en el último trimestre del año pasado -cuando cerró Abal
Hnos.- su beneficio neto fue de 1.886 millones de dólares, 7,6 por ciento
más que en el mismo período del año anterior.
Por todo ello, lo del
título.
|