Empleado de Coca Cola desde hace 20 años, condujo camiones
de reparto durante 18 años y ahora trabaja en el depósito.
Con 49 años de edad es el presidente del sindicato local que
representa a los 200 trabajadores de Coca Cola de Edmonton,
entre los que se cuentan conductores, técnicos,
administrativos y empleados del depósito. En esta entrevista
exclusiva con SIREL, Hauck relata por qué Coca Cola-Canadá
canceló la compra de uniformes y cualquier otro tipo de
artículos con su marca fabricados en Myanmar (antigua
Birmania).
-¿Qué
fue lo que ocurrió con los uniformes de los trabajadores de
Coca Cola en Canadá?
-Hace dos años, cuando nos entregaron los uniformes, nos
dimos cuenta de que eran de fabricación birmana. Llamamos la
atención de la gerencia local, le recordamos cuál es la
situación en Myanmar y les dijimos que no podía ser que nos
dieron uniformes de un país con esa postura en materia de
derechos humanos y de trabajo, considerando que ni siquiera
Coca Cola tenía operaciones allí.
Además, envié una muestra de los uniformes al Departamento
Internacional de CAW, a Toronto, quienes a su vez lo
denunciaron ante la Red de Solidaridad con las Maquilas.
Para mérito de la gerencia de Coca Cola en Edmonton, dijeron
a todos que devolviéramos los uniformes.
Y en Navidad, en la fiesta de la Compañía, apareció un premio
con la etiqueta de “Fabricado en Birmania”, y volví a enviar
la denuncia al Departamento Internacional.
Entonces, escribí una
carta dirigida a Tom Barlow, presidente
de Coca Cola Canadá, diciendo que estábamos muy molestos de
ver que la compañía seguía teniendo artículos fabricados en
Myanmar donde ni la propia Coca Cola, ni la mayoría de las
transnacionales (Eddie
Bauer, Liz Claybourne y Levi Strauss, entre otras)
tienen operaciones debido a la brutalidad de la
dictadura militar y a la violación sistemática de los
derechos humanos en ese país.
-Sabemos
que han obtenido una respuesta, ¿cómo la valoran?
-Recibí una carta muy positiva del Departamento Jurídico de
Coca Cola Limited, que pertenece a Coca Cola Atlanta, en la
que la empresa se compromete a interrumpir la compra de
productos hechos en Birmania y a comunicarle a los
proveedores que no fabriquen ningún artículo con el logo de
Coca Cola en ese país.
-Ante
esta situación, ¿cómo ve CAW la postura y respuesta de la
UITA en este tema?
-Estoy en conocimiento de que apenas fue informada la UITA
reaccionó con la intención de incorporar este problema en el
orden del día de la reunión que se mantendrá en octubre
entre la UITA y Coca Cola Company en Atlanta.
La Compañía se dio cuenta de que había cometido un error y se
adelantaron a resolverlo. Coca Cola tiene muchas aristas
y tenemos que estar vigilantes para que estas cosas no
vuelvan a ocurrir.
Pienso que la presencia de la UITA y el hecho de haberla
mencionado en mi carta ayudó a que el problema se resolviera
rápidamente.
Esto es sólo una pequeña muestra de lo que pueden hacer los
sindicatos cuando trabajan internacionalmente y del poder de
la solidaridad internacional entre trabajadores.
Beatriz
Sosa
©Rel-UITA
5 de
setiembre de 2005
*
Presidente del Local 350 de Edmonton, Alberta, Canadá de CAW/TCA
(Canadian Auto Workers / Trabajadores Canadienses del
Automóvil).
Presidente
del Comité Canadiense de Trabajadores de la Bebida
(representa a unos 18.000 trabajadores de Canadá de este
sector).