Al cierre del Congreso de la Federación
Agroalimentaria,
el pasado 3 de julio, la UITA entregó una
placa a la UGT reconociendo su solidaridad
con el movimiento obrero uruguayo, durante
la dictadura militar. A continuación
transcribimos las palabras de Cándido
Méndez, secretario general de la Unión
General de Trabajadores.
“Quiero agradecerle profundamente a
Gerardo Iglesias, en representación de
la UITA, el gesto que ha tenido con
la Unión General de Trabajadores. Le
agradezco mucho la placa y le agradezco
sobre todo el sentimiento: el sentimiento
por la Unión General de Trabajadores.
Simplemente lo que quiero decir es que
nosotros no seríamos lo que somos, si no
traspasáramos la solidaridad, porque
realmente nosotros no la generamos, nosotros
la retribuimos.
Cuando me entregabas la placa, me vino a la
memoria que hace pocos días estuvimos con el
compañero Manolo (Manuel Bonmati*)
en
Toulouse en esa ciudad francesa donde el
exilio repúblicano “los rojos españoles”
encontraron una mano extendida, una
solidaridad elocuente y práctica. Allí
fuimos a descubrir una placa en las antiguas
sedes de la UGT y del Partido
Socialista en el exilio.
Por eso te decía que nosotros retribuimos la
solidaridad. Nosotros hemos recibido la
solidaridad y el respaldo internacionalista
en momentos muy difíciles. Y el deber mínimo
que debe tener una organización como la
Unión General de Trabajadores es transferir,
al menos, la mayor parte de esa solidaridad
cuando se necesita. Cuando la necesitaba la
clase obera uruguaya y el pueblo uruguayo
entero que padecía la dictadura militar;
cuando ahora la necesita Honduras y
su pueblo o el Pueblo
Saharaui
que sigue padeciendo de
una manera injustificada
en
Tinduf, el campamento de refugiados más grande del mundo.
Por lo tanto, desde la UGT,
transferimos y retribuimos esa solidaridad
que en otros momentos y de la mano de muchos
pueblos hemos recibido de manera abundante”.
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