La amenaza ventilada en los días pasados por
parte de la empresa UNICOMER S.A. de
impugnar la conformación del Sindicato de
Trabajadores de UNICOMER (SITRAUNICO),
afiliado a la FUTATSCON, se hizo efectiva
ayer, profundizando aún más la actitud
represiva en contra de los trabajadores
organizados. Sirel conversó con Juan Orozco,
Marlon Zapata y Adiac Artola, secretario
general, secretario de Organización y
secretario de Actas y Acuerdos de
SITRAUNICO, respectivamente, para conocer en
detalle esta preocupante situación.
Juan Orozco, secretario
general |
-¿Cuándo surge la idea de conformar un
sindicato?
-Es una idea que remonta a hace muchos años,
pero que no se pudo concretar por la abierta
represión de la empresa en contra de los
trabajadores que intentaban organizarse.
Además, considerábamos que las condiciones
externas no eran las más favorables, ya que
habían gobiernos de corte neoliberal,
coludidos con el Ministerio del Trabajo, que
facilitaban a la empresa la desarticulación
de los intentos de organización de los
trabajadores.
En enero de 2007, la presencia de un nuevo
gobierno y una serie de reformas aplicadas
por la empresa que afectaban nuestros
salarios, nos motivó a conformar el
sindicato.
-¿De qué manera estas reformas afectaban los
salarios de los trabajadores?
-La empresa establece metas de acuerdo a los
resultados operativos que obtiene de las
ventas. Si ellos ven que las ventas son
buenas adecuan un sistema de metas que
resultan favorable para el trabajador, pero
cuando no logran lo que se habían propuesto,
normalmente adaptan el sistema de
establecimiento de metas con tablas que le
permiten pagar menos a los trabajadores.
Prácticamente es el trabajador quien paga el
déficit a través de la reducción del gasto
administrativo, es decir con la reducción de
su salario. Además de eso, hay continuas
violaciones a los derechos laborales. Nos
exigen trabajar los 365 días del año, sin
descanso, sin días feriados, ni séptimo día.
-¿Cómo llegaron a conformar el sindicato?
-En enero decidimos que era tiempo de hacer
el intento. Nos reunimos con un pequeño
grupo de trabajadores del área de
cobradores, siempre de forma clandestina,
porque dentro de la empresa era imposible.
Lastimosamente, la empresa se percató que
algo estaba pasando y orientó todo su
aparato administrativo para neutralizar y
amenazar a los trabajadores. A pesar de la
represión seguimos reuniéndonos, y a final
de julio llegamos a una asamblea clandestina
con la participación de 26 personas, en la
que nombramos las autoridades. Fuimos a
inscribir el sindicato y a solicitar nuestra
personería al MITRAB, que nos la
otorgó el día 23 de agosto 2007 sin ningún
tipo de problema.
Marlon Zapata,
secretario de Organización |
-¿Qué pasó después?
-El paso siguiente fue presentarnos con
nuestra personería al gerente general de la
empresa, Ernesto Pasquier Luna, pero
antes de que pudiéramos hacerlo la empresa
supo la conformación del sindicato y comenzó
la represalia en contra de nuestra Junta
Directiva, despidiendo al secretario de
Relaciones Internacionales, Augustín
Rodríguez. Fue un despido totalmente
ilegal, sin justa causa (art. 45 del Código
del Trabajo) y sin ninguna notificación
escrita. Sólo le dijeron que prescindían de
sus servicios. Nos reunimos con el gerente
general y logramos que reintegrara al
trabajador.
-¿Fue el único despido entre los miembros de
la Junta Directiva?
-No, hace pocos días fue suspendido Adiac
Artola, secretario de Actas y Acuerdos.
Le aplicaron injustamente y con una actitud
represiva el art. 48 del Código del Trabajo,
acusándolo de “falta grave de probidad”.
Esta suspensión es consecuencia evidente del
reclamo que Adic le hizo al vice
gerente de Cobros, Roberto Mendoza,
por los problemas que se habían generado
sobre los horarios de entrada y salida y
sobre los días feriados que nos obligaron a
trabajar sin ningún beneficio conforme a la
ley. También en ese caso estamos frente a
una suspensión arbitraria, porque fue
aplicada a pesar de que está protegido por
el fuero sindical y sin pedir previa
autorización al MITRAB, como lo
establece el art. 131 del Código del
Trabajo. Ahora la empresa presentó la
solicitud de despido, pero lo absurdo es que
fue suspendido el día 1 de octubre y la
solicitud no la presentaron hasta el día 10
de octubre. Lo único que deja entrever esta
decisión es que se trata de una represalia
en contra del movimiento sindical.
La empresa había
menospreciado nuestra capacidad
de organización, pero vio que en
pocos días logramos organizar
más de 90 trabajadores de
diferentes áreas |
-¿Cuál fue la reacción de la empresa frente
a la conformación del sindicato?
-La empresa había menospreciado nuestra
capacidad de organización, pero vio que en
pocos días logramos organizar más de 90
trabajadores de diferentes áreas. La
administración inmediatamente orientó a
desatar una persecución indiscriminada
contra la Junta Directiva y nos enviaron más
de 15 llamados de atención, para manchar
nuestros expedientes y justificar futuros
despidos. En estos memorando ponían
cualquier cosa, a veces violentando su
propio reglamento interno cuya existencia
desconocíamos hasta la fecha. Esta ha sido
la política de la empresa, es decir, no
definir salarios, ni políticas de la jornada
laboral e incluso no manejar un control de
horario de entrada y salida, para que no
haya comprobación de que trabajamos fuera de
horario. El objetivo era claro: destruir la
Junta Directiva y justificar su despido.
Nos reunimos con la gerente de Recursos
Humanos, Gladys Mendoza, y con la
gerente de Cobros, Lesbia Martínez,
para buscar un entendimiento que fuera
satisfactorio para nosotros y para la
empresa. Tratamos de explicar que los
cambios en las tablas de pago estaban
afectando a los cobradores y que el 94 por
ciento de ellos está recibiendo salarios más
bajos. Finalmente, propusimos que íbamos a
elaborar una propuesta de tabla salarial y,
conforme a la ley, decidimos trabajar esta
nueva propuesta a través de un Pliego
Petitorio. Como única respuesta la empresa
subió el tono del enfrentamiento y de las
amenzas.
-¿En qué punto está la presentación del
Pliego Petitorio?
-Logramos recoger 82 firmas y presentamos el
Pliego al MITRAB, y el pasado 10 de
octubre esta institución lo notificó también
a la empresa. Hasta la fecha no ha habido
ningún pronunciamiento por parte de la
empresa ni del MITRAB, que tiene que
convocar a las partes.
Adiac
Artola,
secretario de Actas y Acuerdos |
Sin embargo, esa nueva etapa de la lucha
desencadenó una acción más represiva contra
los trabajadores. La empresa comenzó una
campaña de terror contra el sindicato, y dos
de sus supervisores lograron convencer a
unos 20-25 trabajadores firmantes del Pliego
de que las firmas no eran para el Pliego de
Peticiones, sino para pedir el despido de la
gerente de Recursos Humanos y del vice
gerente de Cobros. Elaboraron un documento
donde dicen que fueron engañados por el
sindicato, y hasta el momento no sabemos
cuánta gente retiró su firma, porque es
difícil poder hablar con los trabajadores
por las amenazas de la empresa. Creemos, sin
embargo, que hay bastante gente con
suficiente valor que no renunció y que
resiste, y para nosotros sería muy
importante lograr el reintegro de Adiac
Artola, porque motivaría más a la
gente y nuestra base de afiliados se
consolidaría.
-La represión parece no terminar...
-El 17 de octubre Gladys Mendoza nos
comunicó que la empresa iba a introducir una
impugnación del sindicato, y efectivamente
nos dimos cuenta que el día 18 de octubre la
empresa presentó una circular a nivel
nacional en la que desconoce al sindicato,
poniendo de esta manera en gran peligro
todos los miembros de la Junta Directiva y
los afiliados al sindicato.
Esta situación ocurre inmediatamente después
de una inspección especial del MITRAB
en la empresa, en la que la inspectora se
presentó sin avisar al sindicato y se
encerró con la gerente de Recursos Humanos.
Cuando nos llamó fue muy notable la
parcialización de la inspectora a favor de
la empresa, porque hasta virtió opiniones a
su favor. No ispeccionó el área de venta, no
habló con los trabajadores y se justificó
diciendo que la empresa le había delimitado
la inspección. Es por eso que vamos a apelar
el acta de inspección.
Lo que necesitamos ahora es el mayor apoyo
posible y que se hable de nuestra situación
a nivel internacional para presionar a la
empresa.
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