España
Una de cada
cuatro horas no trabajadas
es motivada por
accidentes
y
enfermedades
laborales |
Una de cada cuatro horas que no
se trabajan tiene su origen en una enfermedad o un accidente
laboral, según los datos del INE. La falta de prevención de
riesgos en el trabajo tiene importantes consecuencias para
la salud. Los técnicos en prevención se preguntan por la
falta de aplicación de la legislación, que se cobra la
vida de más 4 personas al día.
La prevención de los riesgos laborales debe ser la primera
motivación del empresario para evitar los accidentes en el
trabajo y las enfermedades profesionales. Si no es así, los
trabajadores y los representantes de éstos deben exigir que
se pongan los medios para evitar la siniestralidad en ese
marco laboral. La legislación obliga al empresario a
garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores. El
secretario de Estado de la Seguridad Social española, José
Granados, reconoció abiertamente que la aplicación de la
legislación «es insuficiente», aunque, por otra parte, dijo
que el texto normativo es «una buena ley, pero se incumple».
Los expertos destacan que la fatiga mental, el
estrés, la insatisfacción laboral, los altos
ritmos de trabajo, las horas extraordinarias, la
falta de equipos técnicos para evitar los
sobreesfuerzos y las malas posturas conducen a
situaciones irreversibles para la salud del
trabajador. |
|
Existe una posición generalizada
entre los técnicos en prevención de riesgos laborales, que
está basada en los cálculos económicos y médicos, de que,
además de salvar vidas y evitar mutilaciones y enfermedades,
una empresa segura obtiene una «gran mejora» en la
productividad y la competitividad. Diferentes estudios
realizados a nivel de la Unión Europea coinciden en expresar
que el coste anual de las bajas se sitúa entre el 5% y el
10% de los beneficios brutos de todas las empresas de un
país.
La gestión de la prevención de riesgos laborales tiene que
tener la misma importancia que cualquier otra actividad de
la empresa. Para ello, es necesario «detectar, evaluar y
actuar a tiempo» sobre los riesgos laborales que puedan
causar un accidente de trabajo o una enfermedad profesional.
Los datos del INE sobre el tiempo de trabajo muestran que
una de cada cuatro horas no trabajadas se debe a bajas por
accidente de trabajo o enfermedad profesional. Se calcula
que al mes no se trabajan de media 5 horas y 22 minutos por
ese motivo; aunque en el sector industrial casi llegan a las
6 horas perdidas al mes; en la Construcción se acercan a las
5 horas; y en Servicios se alcanzan las 5 horas y 5 minutos.
Los expertos destacan que la fatiga mental, el estrés, la
insatisfacción laboral, los altos ritmos de trabajo, las
horas extraordinarias, la falta de equipos técnicos para
evitar los sobreesfuerzos y las malas posturas conducen a
situaciones irreversibles para la salud del trabajador. La
existencia de accidentes de trabajo y de enfermedades
profesionales son «los indicadores inmediatos y más
evidentes» de unas malas condiciones de trabajo y, dada su
elevada frecuencia y gravedad, «la lucha contra los mismos
debe ser siempre el primer paso de toda actividad
preventiva», como reconocen los diferentes técnicos en
prevención.
La gran mayoría de las bajas laborales de los trabajadores
tienen relación con los trastornos musculoesqueléticos,
producidos por sobreesfuerzos o posturas forzadas, y el
estrés. En este caso, el Instituto Navarro de Salud Laboral
reconoce que estas dolencias son la causa del 90% de las
bajas por enfermedad laboral. También indica que se producen
numerosas recaídas, «de ahí que sea prioritario actuar para
minimizar el riesgo».
La elevada penetración del estrés dentro del mundo laboral
es otra de las principales causas de las bajas laborales
prolongadas. El estrés está considerado como la enfermedad
de la clase trabajadora de este siglo. Los desencadenantes
del estrés tienen múltiples factores, desde el trabajo
rutinario, la introducción de nuevos factores tecnológicos,
el desconocimiento de las nuevas tareas, el temor,
precisamente, a la innovación técnica, porque puede suponer
la sustitución de un puesto de trabajo, y la sobrecarga de
trabajo. También se asocia la temporalidad, como un factor
que repercute, lo mismo que los trabajos a turnos, por la
noche, los ritmos elevados y las horas extras.
Aumenta el estres ocupacional
Antonio Cano, presidente de la sociedad para el Estudio de
la Ansiedad y del Estrés, y profesor de la facultad de
Sicología de la Universidad Autónoma de Madrid, señala que
«se habla de estrés laboral cuando el individuo se ve
desbordado por una situación». Pone como ejemplo a aquel que
se ve obligado a «realizar más horas de lo habitual. Al
principio, el trabajador se encuentra dinámico, pero tiempo
después su rendimiento baja y aumentan los niveles de
errores. El cansancio se intensifica, con lo que la tarea se
alarga más y la posibilidad de sufrir un accidente también
se eleva».
En este caso, los trabajadores subcontratados son los más
expuestos a este tipo de situaciones de riesgo, debido a que
son quienes más prolongan su jornada o quienes trabajan a
ritmos más intensos. Los datos oficiales reconocen que un
trabajador de la industria realiza una media de 25,2 horas
extraordinarias, en la Construcción llegan a 25,3 y en el
sector Servicios (donde se engloban las ETT y las
subcontratas) se elevan a las 25,9 horas extras por
trabajador.
Según Antonio Cano, el estrés ocupacional está recogido en
la legislación en materia de prevención y «las empresas
están obligadas a prevenir estas actuaciones». Dice que es
difícil emprender la denuncia, pero «se puede hacer por no
tener plan de prevención».
Info-CGT
14 de junio de 2005
|
UITA - Secretaría Regional
Latinoamericana - Montevideo - Uruguay
Wilson
Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 - 902 1048 -
Fax 903 0905
|