Hay
optimismo sindical en
mejorar
condiciones
y recuperar puestos de trabajo
La información que adelantó el periódico Primera Hora hace un
mes, sobre las tratativas de una Corporación
Peruana para la compra de la empresa
Migranja, fueron confirmadas ayer, con
la noticia de que la transacción ya se
concretó y hoy tomarán posesión los nuevos
dueños.
Germán González,
dirigente del Sindicato de Obreros de
Migranja (SIOMI), confirmó que la
venta se concretó en las últimas horas,
aunque dijo desconocer el monto de la
transacción y el nombre oficial de los
capitales peruanos que la adquirieron.
“Bajamos la bandera de Israel y
subimos la de Perú” graficó
González la nueva era se inicia en un
clima de optimismo entre los trabajadores.
Desde hace un mes González viene manteniendo contactos
–telefónicos y por correo electrónico– con
los nuevos dueños, respecto a los intereses
de los trabajadores en el nuevo camino que
tomará el emprendimiento. Hay optimismo
debido a que la “corporación peruana”, desde
el inicio de la negociación con los
empresarios israelíes, se mostró interesada
en conocer la relación con los trabajadores
sindicalizados. La gestión del sindicato
partió de la natural inquietud sobre la
estabilidad laboral al producirse el cambio
de propietarios.
Los nuevos dueños ya expresaron que los obreros “tienen
trabajo garantizado” en la empresa, pero
además aseguraron que darán total
cumplimiento al Convenio Colectivo que esta
vigente y que hasta el momento tenía muchos
puntos incumplidos por parte de los
anteriores propietarios. Áreas vinculadas a
la indumentaria de los obreros, el sector de
vestuario y baños, la alimentación, contar
con agua caliente, son puntos del Convenio
que no han sido cumplidos y que la nueva
dirección se compromete a cumplir en un
proceso paulatino.
Para el sindicato “este compromiso es una señal que se
observa con buenos ojos, ya que evidencia la
buena disposición de los nuevos dueños en
respetar los derechos de los trabajadores.
También se acordó que la nueva empresa,
reconocerá los beneficios salariales
adquiridos que podrían verse afectados por
un cambio de firma, como es el caso de la
prima por antigüedad de los trabajadores o
las licencias”.
Otro de los aspectos destacables es que la Corporación
Peruana aplicaría sustanciales
modificaciones en el proyecto Migranja,
diversificando la producción y procurando el
reintegro de obreros con experiencia, que
por distintos motivos se han ido de la
empresa frutícola. Los nuevos dueños han
mostrado un particular interés en recuperar
esa mano de obra y se dispone a contratarlos
nuevamente. Esto permitiría no sólo,
interrumpir el seguro de paro de muchos
trabajadores, sino recuperar la plantilla
que Migranja tuvo en años anteriores.
El Proyecto Migranja, revitalizará la producción
frutícola que se ha visto seriamente
debilitada en los últimos años, pero además
ampliará su producción a la agricultura y a
la ganadería. La actividad frutícola seguirá
siendo el eje central de la producción y se
pretende fortalecerla de inmediato, por lo
que se espera un rápido reintegro de los
trabajadores. La semana próxima será la
primera reunión “cara a cara” entre los
empresarios y el sindicato. González
expresó su beneplácito por el nuevo panorama
y recordó que hace unos 7 años atrás, antes
de que se hiciera cargo la directiva israelí
que ahora vende a los peruanos, en
Migranja había 1.200 trabajadores.
Actualmente hay apenas 75 obreros cumpliendo funciones en la
empresa frutícola, lo que evidencia la aguda
caída que tuvo la firma. Además, se refirió
al mal relacionamiento que hubo durante la
administración que culmina. En los últimos
años se habían desatado dos conflictos
mensuales, que derivaron en cuatro
ocupaciones y 12 huelgas, lo que muestra
claramente la conflictiva tensión que
existía entre trabajadores y patrones.
Con la corporación peruana el diálogo comenzó bien y hay
fuertes expectativas de que así se mantenga.
González admitió que los nuevos
dueños “no solo se preocuparon por los
números de la empresa sino también por los
trabajadores, lo que es una buena señal”. El
sindicato pretende marcar una agenda con la
empresa para el paulatino cumplimiento de
los diferentes puntos del convenio que
fueron violados o incumplidos por la
anterior administración.
Pablo Fernández Acheriteguy
Tomado de Primera Hora
10 de septiembre de 2009
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