Gerardo Tapia,
presidente |
-¿Cómo se formó el SENNA y cuántos
integrantes tiene?
-El sindicato nació en 2005, y rápidamente comenzaron a
sumarse los trabajadores con más antigüedad,
hasta que fue reconocido por la empresa, que
en primera instancia pretendía un sindicato
amarillo. Cuando percibió que no sería de
esa forma, comenzó a cambiar la relación. El
sindicato agrupa a trabajadores de las
distribuidoras que están en Montevideo y de
la planta de Nix, que se ubica en Pan de
Azúcar, a 16 km. de la ruta 60. Actualmente
cuenta con 70 afiliados.
-¿Cuáles son los principales problemas que
enfrenta el sindicato?
-El eje de los conflictos que se dan en el momento pasa por
una constante hostilidad por parte de la
patronal. Es importante saber que se trata
de una sola persona, Fernando Míguez,
que es el propietario de la empresa y desde
siempre tuvo una actitud despectiva con los
trabajadores, lo que se ha potenciado desde
la formación del sindicato. En primera
instancia la gerencia planteó una
reestructura de personal, -léase despidos-
cuya ejecución estaría a cargo del gerente
de ventas, Álvaro Couto, quien cuenta
con un nutrido historial de reestructuras en
otras empresas como Pepsi, Prodhin
y Granja Moro. Esta medida de la
patronal fue duramente rebatida por el
sindicato, y se logró frenarla.
Simultáneamente con la persecución a la que
se somete a todo afiliado al sindicato,
ocurre que la empresa viola sistemáticamente
los convenios firmados.
-¿Cómo se manifiesta esa persecución de la
empresa?
-Desde pequeñas cosas como cerrar el comedor y no permitir el
acceso al dispensador de agua para los
trabajadores, hasta situaciones como
cambiarlos a puestos de trabajo de inferior
categoría, cuidándose, claro, de no cambiar
el salario, pero utilizando eso como forma
de agredir la dignidad del trabajador,
cambios de turno y de rutas de distribución
para dificultar el traslado de muchos
compañeros, entre otras cosas. A todos los
que somos más activos en el sindicato nos
han removido de nuestros puestos de trabajo
originales. Otro tema es que al tiempo que
envían compañeros al seguro desempleo,
contratan trabajadores zafrales para que
realicen las tareas que corresponderían a
esos compañeros. No cuidan las condiciones
en que salen los camiones a distribuir el
producto, casi siempre cargando más del
doble de lo permitido, etc. Todo esto nos
lleva a decir que la dirección de Nix
tiene una postura totalmente antisindical y
persecutoria, amén de una muy mala
administración, lo que le ha costado la
pérdida de importantes clientes como Zona
Franca y la cadena de supermercados
Super Fresco y Multiahorro.
-¿Qué medidas han tomado frente a la
violación de los convenios firmados?
-Hemos realizado las denuncias correspondientes al Ministerio
de Trabajo y solicitamos una inspección de
las condiciones laborales por parte de la
cartera responsable. Fuimos atendidos y la
empresa resultó observada en varios puntos.
Estas acciones no tendrían la misma fuerza
de no ser porque ahora están amparadas por
la ley. La creación de los Consejos de
Salarios ha sido fundamental, pues sólo
entonces nos dimos cuenta de que percibíamos
salarios muy por debajo del promedio del
sector.
Hugo de León,
vicepresidente |
-¿Qué perspectivas tienen como sindicato?
-Antes que nada exigimos respeto al trabajador, diálogo con
la dirección de la empresa -que en este
momento es prácticamente nulo-, mejores
condiciones de trabajo y, sobre todo, que se
respete el Convenio Colectivo.
Por otra parte, la plantilla de trabajadores es muy joven y
con muy poca o ninguna formación sindical,
lo que dificulta un poco el trabajo del
sindicato en la interna de la fábrica. Por
eso, uno de los retos del SENNA será
capacitar a sus afiliados en ese sentido.
También está entre las actividades del
sindicato difundir la realidad de la
relación laboral de los trabajadores de la
empresa Nix, y que la empresa vea que
nos estamos movilizando.
-¿Cómo está el ánimo de los compañeros?
-Están todos con un ánimo bastante efervescente, la mayoría
desbordados por la hostilidad que proviene
específicamente de parte de uno de los
directores, Fernando Míguez, por lo
que cualquier acción de la empresa hace que
los ánimos se enciendan. Estamos a la
defensiva debido al historial de malos
tratos por parte de este señor. Por otra
parte, existe una mayor unidad entre todos
los compañeros y ha aumentado notoriamente
el grado de solidaridad.
-¿Por qué razones se afilian a la UITA?
-El primer contacto lo tuvimos a través de los compañeros del
Sindicato de Trabajadores de Coca Cola (STCC)
y del Sindicato de Obreros y Empleados de
Norteña (SOEN), en el Primer
Encuentro Regional de la Bebida que se
realizó el pasado 4 de agosto en Paysandú
(ciudad del Norte de Uruguay). Esta
actividad permitió un mayor acercamiento
entre los gremios del sector como también el
intercambio de experiencias. El compañero
José Oxley** nos comentó que gracias a
la UITA, su sindicato pudo enterarse
con un año de anticipación de que la empresa
Norteña sería adquirida por AmBev.
Si bien estar afiliados a la Federación de
Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB),
y a la central PIT-CNT, nos brinda un
buen respaldo para enfrentar los conflictos
que ya están y los que puedan surgir,
integrarnos a una internacional como la
UITA nos proporcionará un respaldo
mayor, al mismo tiempo que nos permitirá
contar con su larga experiencia sindical, lo
que para nosotros es muy importante en
virtud de que, como se ha dicho, tenemos una
plantilla muy joven de trabajadores.