El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Agropecuaria, (SINTRAINAGRO), pide una solución concertada entre gobierno, empresarios y trabajadores, para hacerle frente a la crisis que se registra en algunas fincas de Urabá y Magdalena, como consecuencia de la fluctuación del dólar.

Hay que recordar que 30 fincas de productores independientes están en riesgo de cerrar, al no encontrarse una salida concreta a la problemática y cientos de trabajadores pueden quedar cesantes, generando caos e incertidumbre en su núcleo familiar y repercusiones negativas en su entorno social.

Los empresarios bananeros han manifestado que hay grandes dificultades económicas por la revaluación, donde en muchas fincas no se ha garantizado el pago de la seguridad social a las distintas EPSs, privando de atención médica a los trabajadores y a sus familias.

Incluso hay varios empresarios que manifestaron la imposibilidad de seguir con sus fincas. Pero el esfuerzo también lo han hecho los trabajadores, que han mantenido la producción mejorando los sistemas de calidad.

De la misma manera el gobierno ha venido entregando subsidios para ayudar al control fitosanitario de la sigatoka y no es justo que mientras el ejecutivo entrega subsidios, las empresas de fumigación incrementen el precio al productor. De esta forma, quien recibe el subsidio no es el productor sino las empresas de fumigación, mientras que estos se han venido endeudando en el  mantenimiento a las fincas

Todo este esfuerzo tiene como objetivo principal el mejoramiento de los sistemas de exportación y hoy con la famosa política que han venido implementando las comercializadoras del 50/50, donde se pierde la producción, perjudicando a los empresarios y a los trabajadores, porque su salario depende ahora en gran medida de las cajas exportadas y no de los racimos repicados en las plantaciones.

Por ello solicitamos de manera urgente la intervención del Gobierno

Nacional, frente a esta problemática que afecta a los empresarios, a los trabajadores, a sus familias y a unas regiones con alto índice de violencia y desempleo como lo son Urabá y el Magdalena.

Solicitamos a las comercializadoras internacionales y nacionales más compromiso con la comercialización de la producción bananera, que genera tantas fuentes de trabajo.

Desde el Sindicato manifestamos que continuará nuestra lucha por la defensa del empleo y los derechos sociales de los trabajadores y sus familias, y fortaleciendo la organización sindical en el sector agropecuario de Colombia.