Informe de situación
de los afiliados y afiliadas del
SITRABI
Ante el paso de la
tormenta tropical Agatha
El sábado 30 de mayo
de 2010, los medios de comunicación
alertaban a la población en general
sobre la tormenta Agatha, pero en
las fincas bananeras del distrito de
Bobos y Motagua, los trabajadores y
trabajadoras bananeros no creían que
los iba a afectar debido a que la
jornada estaba soleada y porque días
anteriores había pasado lloviendo.
A las 6:30 de la
mañana, la administración de la
empresa Bandegua, el
secretario general del SITRABI,
Noé Antonio Ramírez Portela,
y los directivos de base del
distrito de Motagua, daban aviso a
los trabajadores de las fincas de
que salieran de sus casas, ya que la
tormenta tropical Agatha afectaría
las fincas bananeras, pues el río
Motagua iba a romper las bordas que
están a sus riveras.
Los trabajadores y
trabajadoras no querían salir de sus
casas dejando sus pertenencias, pero
cuando escucharon las noticias por
medio de la radio y demás medios de
comunicación de que la tormenta
había destruido el puente de Aldea
El Rico y estaba causando estragos
en las aldeas circunvecinas,
empezaron a abandonar sus casas para
refugiarse en lo de sus amigos y
familiares en los
Municipios
de Los Amates y Morales.
El acceso para las
fincas bananeras de Bandegua
tiene dos entradas: la garita de
Chiriquí (Municipio
de Morales) y la garita de Quiriguá
(Municipio
de Los Amates). El Sindicato
contribuyó con los buses para
trasladar a quienes deseaban
abandonar las fincas bananeras; la
empresa Bandegua empezó a
proporcionar transporte (carretas,
carretones, vagonetas, camiones) y
dio permiso a personas de los
Municipios
de Los Amates y Morales que tienen
transporte para que entraran a
colaborar con la evacuación.
A las 6 de la tarde
ya no había paso por ninguna de las
dos garitas, las calles estaban
cubiertas de agua, y el río Motagua
había roto las bordas de las fincas
Campos Nuevos, Maya, Aztec y Yuma.
Muchos trabajadores y
trabajadoras se habían quedado en
sus casas para cuidar sus
pertenencias. El alcalde de Los
Amates, Marco Tulio Ramírez,
y el alcalde de Morales, Marco
Tulio Galeano, iniciaron las
gestiones ante las autoridades
departamentales para rescatar a los
trabajadores que habían quedado
encerrados en sus viviendas con sus
hijos menores para trasladarlos a
los albergues de los
Municipios.
Empezaba a caer la
noche y los ríos Motagua y Conchas
seguían creciendo. Los
trabajadores y sus familias
empezaron a subir al techo de sus
casas. Por la radio relataban las
situaciones difíciles que estaban
pasando y pedían auxilio
urgentemente, pero por más que
hicieron los rescatistas no pudieron
evacuar a todos los trabajadores y
sus familias, muchas de las cuales
pasaron toda la noche sobre el techo
de sus casas.
Al día siguiente la
empresa Bandegua contrató un
helicóptero que se sumó a otros de
la Fuerza Aérea guatemalteca para
evacuar a las personas afectadas. A
su vez, el alcalde municipal de Los
Amates contribuyó con dos lanchas
tiburoneras.
Al 31 de mayo todavía
había trabajadores y trabajadoras de
la empresa Bandegua dentro de
sus viviendas esperando que les
llevaran alimentos y agua para
subsistir, pues no los habían
evacuado. El alcalde de Los Amates
hacía todo lo posible para hacerles
llegar alimentos, pero no era
posible debido a la gran demanda
proveniente del
Municipio
y de las aldeas vecinas.
Además del caos
causado por la tormenta tropical
Agatha, se sumó el daño provocado
por bandas de delincuentes y
ladrones que esperaron que salieran
los trabajadores y sus familias de
sus casas para saquearlas, robando
lo poco que había dejado el paso de
la tormenta.
El 1º
de junio, la empresa Bandegua
mantuvo una comunicación con el
secretario general Noé Ramírez
manifestando su intención de seguir
operando en nuestro país, y además
difundió un comunicado por medio de
la radio local para que se
presentaran a laborar los
trabajadores de las fincas Aztec,
Maya y Campos Nuevos.
Los trabajadores y
trabajadoras acudieron al llamado de
la empresa, regresaron a sus centros
de trabajo y sus familias a sus
viviendas, empezando la tarea de
limpieza, lavando sus muebles y
rescatando lo que era posible, pues
el lodo destruyó una buena parte de
ellos.
La totalidad de los
afiliados y afiliadas al SITRABI
-unas 2.600 personas- sufrió la
pérdida de casi todos sus bienes.
Los trabajadores y
trabajadoras están atravesando
momentos difíciles, pues no tienen
recursos económicos, alimentos,
ropa, calzado, ni dónde dormir. La
organización sindical ha hecho
gestiones para que se ayude a los
trabajadores y sus familias, pero
hasta la fecha las autoridades del
Municipio,
del departamento y nacionales no han
respondido a nuestro llamado, dado
que estamos ante un problema que
aqueja a todo el país.
Los trabajadores de
la finca iniciaron sus labores de
limpieza en las plantaciones de
banano, pero en condiciones muy
difíciles, lo que ha provocado
enfermedades cutáneas. Los servicios
médicos no están todavía
habilitados, solo en caso de
emergencias. Lo más difícil es que
están con sus familias, incluyendo
niños y niñas pequeños en pésimas
condiciones de salubridad y la
mayoría de las trabajadoras de las
plantas empacadoras son madres
solteras.
El acceso a las
fincas bananeras está habilitado
solo por la garita de Quiriguá,
aunque en una parte (finca Yuma)
todavía no pueden circular vehículos
y trasladan a los trabajadores en
carretones para que puedan llegar a
sus viviendas.
Por la garita de
Chiriquí no se puede circular, ya
que las riveras del río Conchas
están desbordadas, hay varios
puentes en malas condiciones y el
agua no ha bajado a su cauce
habitual, por lo que el transporte
de autobuses es imposible.
Ante tal situación,
el Comité Ejecutivo Central del
SITRABI solicita su colaboración
para que puedan ayudarnos con
víveres, ropa, agua, calzado y
medicinas.
Sindicalmente,
Noé Antonio Ramírez
Portela
Secretario General
del SITRABI