Gabriel
Rodríguez, trabajador en el área de suministro de alimentos de la empresa Sodexo
S.A. fue elegido presidente de la subdirectiva del Departamento del Cesar del
SICO. Con Rodríguez hablamos sobre la problemática existente con la
transnacional.
-En el
corto tiempo de la existencia del SICO en esta región y de tu gestión como
Presidente, ¿cuál es tu evaluación?
-El
corregimiento La Loma, del municipio El Paso, en el Departamento del
Cesar,
está ubicado en el epicentro de la gran explotación minera de carbón, en donde
hacen presencia las más importantes transnacionales del mundo en esa materia,
con un promedio de más de 10 mil trabajadores mineros.
Aquí la
asociación sindical y la negociación colectiva son prácticamente un delito, y
todo el mundo tiene problemas, no solo los que han logrado crear un sindicato
como SINTRAMINEROENEERGETICA, sino también nosotros que recién empezamos
esta lucha.
-¿Qué
problemas enfrentan?
-No obstante
cumplir con todos los requerimientos de la ley, Sodexo no nos reconoce
institucionalmente y menos se dispone a negociar el Pliego de Peticiones.
Ese es el
comportamiento generalizado de las empresas en esta región, donde la política es
no aceptar sindicatos ni convenciones.
Prueba de
ello es la experiencia que estamos viviendo en el SICO, cuando el
Ministerio hace más de 17 días le dio 48 horas a Sodexo para negociar el
pliego, ni siquiera se ha notificado y se ríen de sus funcionarios y obviamente
del Sindicato también.
-¿Quiere
decir que aquí no se respeta ni la constitución, ni los convenios de la OIT?
-Eso estará
en el papel, en la práctica el saldo que deja la explotación minera es de
depredación a todo nivel: depredan el ambiente, los pueblos y caseríos son
desplazados por la minería; proliferan las enfermedades profesionales como la
silicosis consecuencia de la
aspiración
de polvo de
carbón y se está acabando con los resguardos
indígenas.
En el plano
laboral, las condiciones son muy penosas y cuando la gente se organiza, hay una
fuerte persecución.
-El polvo del
carbón está en todas partes…
-Es un gran
problema. Tal vez se piensa que afecta solo a los mineros en los centros de
explotación, no es así, el polvillo está, como bien dices, en todas partes
contaminándolo todo.
-¿Qué
sugieres para hacerle frente a toda esta situación, propia del siglo XVIII?
-Las
centrales sindicales deben tomar otra actitud, desarrollar campañas más
agresivas a nivel internacional y dejar de asistir a tantas reuniones con
empresarios y el Gobierno en salones alfombrados. La minería está acabando con
todo, esa es la realidad.
En el caso de
Sodexo, debemos trabajar con mucha más persistencia y la UITA debe
jugar un papel fundamental presionando a Sodexo en su casa matriz. Por
otra parte, solicitamos que el SICO y la CUT nos apoyen desde
Bogotá, para que el Ministerio del Trabajo tome cartas en este asunto grave.
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