España    SINDICATOS  |  PRECARIZACIÓN

     

El trabajo a destajo

y los fraudes se generalizan

en las tareas agrarias

 

UGT llevará a la fiscalía los abusos laborales que ya ha denunciado a la Inspección de Trabajo

 

 

Trabajos a destajo alargando la jornada laboral, salarios muy por debajo de lo establecido en los convenios, fraudes a la Seguridad Social al no dar de alta a los trabajadores y sistemas de contratación casi feudales donde se recoge a los jornaleros en las plazas de los pueblos.

 

Es el escenario que los sindicatos agrarios denuncian que se está generalizando en el campo andaluz, hace unos años con los inmigrantes como víctimas propiciatorias, y que este año se ha acentuado favorecido por las bajas cosechas y la abundante demanda de trabajo en la agricultura.

 

La campaña de recogida de la aceituna de mesa o del verdeo, que se focaliza en la provincia de Sevilla, es en la actualidad el campo más abonado a la explotación laboral. “Los empresarios obligan a trabajar a destajo, les pagan las cajas de 20 kilos a tres euros, y al cabo de la jornada de trabajo cobran en torno a 30 euros, cuando el convenio colectivo establece un jornal de 45,84 euros”, denuncia Emilio Terrón, de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (FITAG) de UGT.

En muchos tajos se está pagando 20 euros por día, cuando el convenio marca 47 euros, es una explotación laboral fragante

 

Pero, además, el sindicato ha advertido de un fraude generalizado a la Seguridad Social al no dar de alta a los trabajadores. “Les exigen un mínimo de 300 kilos de aceitunas para declararles la jornada, además de obligar a los empleados a pagar de su propio bolsillo las cuotas”, añade Terrón, que dice poner voz a muchos jornaleros que no se atreven a revelar su situación por el temor a ser despedidos en un año en el que muchos no podrán alcanzar las 35 peonadas que les da derecho al cobro del subsidio agrario.

 

UGT ha denunciado los hechos ante la Inspección de Trabajo y prepara otra denuncia ante la Fiscalía. La patronal agraria Asaja rechaza que se pueda generalizar la situación. “Si hay incumplimientos que se utilicen los mecanismos legales”, subraya Felipe Ganoso, para quien “lo fácil es acusar a los empresarios, que bastante hacen para poder sobrevivir porque con la crisis actual apenas se pueden cubrir costes”.

 

Con anterioridad a la campaña del verdeo, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) denunció abusos laborales en la campaña del ajo y la cebolla de Jaén. También en este caso se constató que el destajo se había generalizado entre los trabajadores, con salarios de 15 euros al día (el convenio fija 47,48 euros) por jornadas de siete horas.

 

Pero esta degradación de las condiciones laborales en la agricultura se inició hace algunos años en la campaña de los cítricos, que arranca ahora en la zona del bajo Guadalquivir y en la provincia de Huelva.

 

En este caso se extendió la práctica de que los propietarios de las fincas vendan el fruto antes de extraerlo del árbol a una cooperativa o una empresa de exportación, con un corredor que intermedia toda la operación de compra y venta. Son empresas, en su mayoría valencianas, que incluso aportan sus propias cuadrillas. “En muchos tajos se está pagando 20 euros por día, cuando el convenio marca 47 euros, es una explotación laboral fragante”, denuncia Antonio Perianes, de la Federación Agroalimentaria de CC OO.

En la agricultura, los contratos se van revisando día a día y el empresario tiene hasta las 12 horas para comunicar el alta en la Seguridad Social y 28 días siguientes para formalizarla, con lo que es fácil esquivar a los inspectores de trabajo

 

Los sindicatos sostienen que buena parte del fraude se alimenta por unas relaciones laborales obsoletas. En la agricultura, los contratos se van revisando día a día y el empresario tiene hasta las 12 horas para comunicar el alta en la Seguridad Social y 28 días siguientes para formalizarla, con lo que es fácil esquivar a los inspectores de trabajo.

 

Desde Comisiones Obreras se pide a la Administración que implante un contrato adecuado a la estacionalidad de las campañas agrícolas regulando tanto el modelo (muy semejante al fijo-discontinuo) como el procedimiento para su implementación. Y también que se condicione cualquier tipo de ayuda al sector agrario al cumplimiento escrupuloso de las normas que regulan las relaciones laborales, convenios colectivos o la prevención de riesgos laborales.

 

Para evitar los fraudes a la Seguridad Social los sindicatos vienen reclamando de la Consejería de Agricultura que cruce los datos de las producciones de las distintas cosechas con los jornales declarados por cada empresario. Y, en el caso del verdeo, se pide que las empresas declaren los jornales por cada explotación y no en términos generales como ocurre ahora.

 

Y este clima de conflictividad laboral llega en vísperas del inicio de la campaña de recogida de la aceituna, que es la que más empleo genera en el campo andaluz. Pero, lejos de rebajar tensiones, la propuesta realizada desde el PSOE de Jaén para hacer coincidir la rebusca de aceituna con la recogida ha encrespado los ánimos de los empresarios agrícolas.

 

Desde la patronal jiennense se recuerda que son dos periodos perfectamente regulados en el convenio del campo de Jaén y, por tanto, hacerlos coincidir supondría que se pueden encontrar codo con codo trabajadores contratados y regulados por un jornal, con trabajadores que hacen la rebusca, siendo esta última una modalidad que no cuenta con regulación alguna. Además, los empresarios alertan de que esta propuesta podría ser un caldo de cultivo para el aumento de los robos en el campo.

 

 

Ginés Donaire

El País de Madrid

11 de octubre de 2012

 

  

Volver a Portada

  

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905