Mientras la industria
avícola crece extraordinariamente, la Cámara Argentina
de Productores Avícolas (CAPIA) dejó sin respuesta el
pedido de recomposición salarial planteado por el
sindicato. Los más de 50 mil trabajadores vinculados a
la actividad están en alerta. Ramón Ayala, secretario de
Organización Gremial de la Unión Argentina de
Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), dialogó con Sirel al tiempo que el sindicato está en sesión
permanente y movilizado..
-¿Cuánto
hace que presentaron el pedido de recomposición salarial a
la CAPIA?
-Hace 15 días, y hasta ayer (miércoles 19) la Cámara no había
respondido. Por ello declaramos a la asamblea en sesión
permanente y en estado de movilización. En las primeras
horas de hoy (jueves) nos han comunicado que hay una
convocatoria para reunirnos mañana (viernes) a las 11 de la
mañana, por lo que aún no hemos implementado ninguna medida
de fuerza, no hemos detenido la actividad ni un solo minuto
a la espera del resultado de esta reunión. La campaña de
anuncios la continuaremos hasta tanto den respuesta a
nuestro petitorio. Esperamos llegar a buen puerto mañana.
-¿En qué
consiste vuestro petitorio?
-Estamos solicitando un salario básico de 1.200 pesos
(actualmente son 630 pesos más 100 pesos no remunerativos).
En este momento tengo en mis manos una publicación que edita
la Cámara llamada “CAPIA Informa”, donde aparece un resumen
de 45 empresas avícolas, titulado “Faena de Aves en el
2005”; allí encontramos que de estas empresas la que menos
ha crecido durante el año pasado ha duplicado su producción.
Queremos ver ese crecimiento reflejado en el poder
adquisitivo de los trabajadores; ya que hemos sido “socios”
en la desgracia, seamos “socios” también en las ganancias.
No se trata de posturas infundadas ni caprichosas, está
demostrado que la actividad avícola en la Argentina está en
pleno crecimiento con muy buenas perspectivas a futuro por
varios factores: el alto precio de la carne vacuna, la
decisión gubernamental de no dejar exportar carne vacuna por
180 días, y la situación europea con la gripe aviar. Todo
esto hace que la proyección del sector sea muy auspiciosa.
-Con
este panorama a los industriales no les sirve entrar en
conflicto, entonces, ¿por qué no han respondido?
-No lo entendemos. Es lamentable que tengamos que hacer
pública esta situación y comenzar las movilizaciones para
que se dispongan a dialogar. Vamos a apelar a la buena
predisposición de las empresas para que esto llegue a buen
término. El conflicto no lo quieren ellos y no lo queremos
los trabajadores; el conflicto no es beneficioso para nadie.
-¿Cuántos trabajadores emplea directamente la industria
avícola en el país?
-Actualmente somos más de 50 mil y estamos todos en alerta a
la espera de la solución en esta nueva instancia que se
aproxima. Agradecemos vuestra preocupación y solidaridad.
Ojalá mañana podamos compartir buenas noticias con ustedes.
Rubén
Yizmeyián
© Rel-UITA
20 de
abril de 2006
Foto: Rafael
Manzan
Volver
a Portada