En la región de Urabá, caracterizada a nivel
mundial por su producción bananera y platanera, los
empresarios se han estado acomodando a través de
organismos certificadores de comercio justo con el
propósito de que su fruta obtenga un mejor precio.
Exportar de esta forma implica un plus de 1,75
dólares en relación con el precio convencional. De
esa cantidad, 75 centavos son para mejorar la
producción y la infraestructura de las fincas, y el
dólar restante es para crear un fondo social
manejado por los trabajadores para contribuir a
mejorar su calidad de vida.
En algunas fincas que fueron certificadas, es decir,
que le autorizaron la venta de productos con la
denominación “Productos de Comercio Justo FLO”,
los trabajadores recibieron celulares o los
llevaron de paseo con sus familias, pero nunca
fueron informados sobre la creación del fondo
social.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Industria Agropecuaria (SINTRAINAGRO) ha
realizado un llamado a los trabajadores y
trabajadoras para que estén atentos y no realicen
convenios directamente con las fincas sin el
asesoramiento del Sindicato.
SINTRAINAGRO
no se opone al comercio justo, pero estaremos
sistemáticamente en contra de que ese plus que paga
el consumidor estadounidense o europeo sea
fraudulentamente aprovechado por empresarios
inescrupulosos, o que se lucre usando como pantalla
el desarrollo social de los trabajadores y
trabajadoras.