-¿Cómo surgió el conflicto con esta firma de origen
chileno, Grupo Forestal?
-Hace 2 meses y medio, las empresas transportistas le
plantearon al Grupo Forestal que era necesario aumentar en
algo el precio de los fletes, porque estaban trabajando
con una tarifa muy por debajo de lo que se debe cobrar.
Verbalmente se había acordado fijar un precio de 8,5
dólares la tonelada transportada. Sin embargo, apareció
una empresa transportista, conocida por sus acciones
desprolijas, que ofreció 7 dólares la tonelada. Esta
empresa trabaja con camiones en muy mal estado, porque por
supuesto a ese precio no puede realizar un buen
mantenimiento de su flota. La oferta de esa firma hizo que
cuando las cinco que trabajan con Grupo Forestal fueran a
fin de mes a que se les pagara lo que se les debía se les
liquidara los fletes a siete dólares la tonelada.
Durante un mes y medio se nos prometió que iba a haber
una revisión del tema, pero no pasó nada. Luego las
gremiales entablaron negociaciones con el representante
del Grupo Forestal en Uruguay, Alberto Rodríguez. Mientras
tanto, se le siguió cargando madera a esa empresa,
trayéndole la mercadería de campo a planta. Hasta que el
viernes 13 de agosto, Rodríguez dijo: “bueno muchachos, o
se les paga 7 dólares la tonelada o se van”. Con esa
contestación se disparó el conflicto. Ese mismo día los
transportistas pararon los camiones. El 23 de agosto
mantuvimos una reunión de más de dos horas con el ministro
de Industria y Energía, José Villar, que manifestó que
estábamos en lo correcto y quedó en hablar con el Grupo
Forestal para realizar algún tipo de mediación.
-¿Cuál es la paramétrica con la que se rige el precio que
se paga por tonelada en función del kilometraje y el
combustible?
-Haciendo números redondos, cada camión carga 30
toneladas. Por 7 dólares, son 210 dólares para una
distancia de entre 155 y 160 kilómetros por camión
cargado, que supera los 300 kilómetros al sumarse el
recorrido que el camión hace vacío. El ida y vuelta
consume aproximadamente unos 150 litros de gasoil, más los
costos de peaje, salarios, aportes, comidas,
mantenimiento, seguros.
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Movilización frente al puerto de Montevideo |
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-¿A cuántas empresas transportistas involucra este
conflicto?
-Son 18 empresas transportistas que están al firme y
otras que se van sumando. Para el Grupo Forestal trabajan
unos 30 camiones, cada uno con su chofer.
-¿Cuáles son las gremiales que nuclean a los
transportistas en conflicto?
-La Asociación de Propietarios de Vehículos de Carga,
Transportistas del Interior, Transportistas Unidos de
Flores, Unión de Fleteros de Uruguay, la Asociación de
Transportistas Maragatos, todas miembros de la ITPC, que
agrupa a un total de 39 gremiales.
-¿Este conflicto puede ampliarse a otras forestales, por
ejemplo las que trabajan en el norte del país?
-De hecho sí, incluso a las del sur. Eufores, otra
empresa forestal, acaba de responder negativamente al
ajuste de la tarifa. Todas estas empresas aplican la misma
modalidad. Nosotros entendemos que de alguna manera se
armó una suerte de monopolio para negociar los precios. Al
ser pocas las empresas forestales (comparado con las 3.900
que se dedican al transporte profesional en Uruguay) les
resulta fácil ponerse de acuerdo entre ellas para bajar
las tarifas
-¿Cuántos camiones están rodeando la planta del Grupo
Forestal en la localidad de La Tablada?
-En forma permanente hay más de 20, pero siempre están
llegando y con el correr de los días otros se van sumando.
-En cuanto a las condiciones laborales y los cumplimientos
en los pagos, ¿cómo están las forestales?
-Las condiciones laborales que brindan a los
transportistas son pésimas. Ni siquiera baños poseen, y ni
hablar de los obreros cortadores de madera del
departamento de Rivera, que trabajan en condiciones de
esclavitud. Nosotros estamos de acuerdo con que ingresen
al país inversionistas con capitales, pero se les debe
exigir controles para que no nos chupen la sangre.
Nos consta que el embajador chileno en Uruguay habló
con el representante del Grupo Forestal, pero desde las 14
horas del martes 31 se paralizó la descarga de madera en
la puerta de la calle Florida en el puerto de Montevideo.
La cola de camiones por la rambla portuaria ya es
larguísima. A medida que se van interiorizando de la
situación son más y más los transportistas que se van
sumando. Lo que nos une es el precio de la tarifa.
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Zona de acopio de rolos y chips de madera a
las afueras de la ciudad |
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Rubén
Yizmeyián
© Rel-UITA
1 de
setiembre de 2004