Luego de tres años de crecimiento económico
en América Latina, cuatro de cada 10 latinoamericanos siguen siendo pobres y
de mantenerse el ritmo actual, continuarán sumidos en la pobreza en las
próximas décadas.
Aunque el incremento alcanzado este año (4,3%) supone un alza
del PIB per cápita cercana a 3% y una reducción de 1% del índice de
desempleo (9,3%), el crecimiento actual sólo ha permitido detener la
tendencia al aumento de la pobreza que imperaba desde 1990, según el informe
anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). "No
puede ignorarse que América Latina está creciendo menos que el conjunto de
los países en desarrollo" cuyo producto aumentaría anualmente 5,7% entre
2003 y 2006, frente a un promedio de 4% previsto para la región en el
período, dijo José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal en la
presentación del documento en Santiago, sede de la organización.
El crecimiento regional fue encabezado este año nuevamente
por Venezuela y Argentina, que se expandieron 9% y un 8,6% respectivamente.
Los dos países, no obstante, no estarían mostrando un crecimiento neto sino
que aún se encontrarían recuperando expansión, tras las severas caídas que
tuvieron en 2002.
La Cepal no entregó información oficial sobre el incremento
en Cuba, pero mencionó que La Habana hizo llegar un informe aún no evaluado
que señala una expansión de 11,8%.
El próximo año sólo cinco países registrarán crecimientos
superiores a los de 2005, con Panamá y Argentina liderando la expansión y un
aumento proyectado del producto de 6,5% y 6% respectivamente.
El crecimiento regional posibilitó que unos 13 millones de
latinoamericanos superaran el nivel de pobreza, un flagelo que afecta a 213
millones de personas, que representan un 40,6% de la población total y un
porcentaje "demasiado elevado" a juicio de la Cepal.
De ese total, unos 88 millones -16,8% de la población- viven
en condiciones de indigencia, ya que no alcanzan a cubrir sus necesidades
básicas.
Por países, Argentina aparece como la nación que disminuyó en
mayor medida la pobreza, con un descenso de 16% en las áreas urbanas.
México y Chile también disminuyeron sus indicadores, en 2,4%
y 1,6% respectivamente, mientras que en Perú no se registraron avances en la
lucha contra la pobreza. Brasil en cambio revela un incremento en el número
de pobres de 1,2%.
Ante la persistencia de la pobreza en la región, las
organizaciones internacionales apelan a las remesas enviadas por los
trabajadores emigrantes para combatirla e impulsar el desarrollo.
El jefe de economistas del Banco Mundial, François
Bourguignon, declaró en la presentación de un documento sobre el tema que
"cuando el número de trabajadores emigrantes en el mundo se acerca a los 200
millones, su productividad y sus salarios son una poderosa herramienta para
reducir la pobreza".
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
el colombiano Luis Alberto Moreno, admitió asimismo que "el reto es cómo
canalizar eso a través del sistema financiero y cómo conseguir apuntalar ese
flujo, rentabilizarlo".
El jefe de la Cepal, Machinea, coincidió en que "las remesas
ejercen una fuerte influencia en el nivel y distribución del ingreso de las
familias receptoras".
A fines de octubre las remesas recibidas en la región habían
superado los 50.000 millones de dólares, cifra similar a la inversión
extranjera directa y superior a la ayuda oficial para el desarrollo, según
la Cepal.
Los envíos de dinero desde el exterior habrían permitido que
más de 2,5 millones de latinoamericanos salieran de la pobreza.
Del total de dinero externo recibido por la región el año
pasado, más de la mitad fue captado por México, Brasil y Colombia, mientras
que en varios países de menor tamaño las remesas constituyeron un alto
porcentaje del PIB.
El Banco Central de Guatemala prevé que en 2005 las remesas
de los guatemaltecos superen los 3.000 millones de dólares (9,5% del PIB).
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
calcula que los emigrantes salvadoreños han creado una "nueva realidad
económica" en El Salvador, enviando en 2005 más de 2.700 millones de
dólares. Según el BID, unos 2.500 millones de dólares en remesas llegarían
este año a Perú.
El BID señala además que se beneficia con estas remesas un
38% de la población de República Dominicana, 28% en El Salvador, 18% en
México y 10% en Perú.
En los principales países receptores de remesas, éstas
representan en promedio un tercio del ingreso de los hogares y alcanza unos
170 dólares mensuales para esas familias, según la Cepal.
AFP
27 de diciembre de 2005