Casi 130 familias de
temporeros y obreros agrícolas de Malloa, en la VI Región, recibirán en
agosto casas de 12 metros cuadrados, tras su postulación al subsidio de
Vivienda Progresiva del Serviu. Juntaron 181.000 pesos para acceder a
viviendas, pero sólo les alcanzó el dinero para habitáculos de apenas 2,40
metros de ancho y 5 metros de largo, imposibles de ampliar.
Las viviendas fueron
bautizadas como "casas de muñeca" o "casas enanas". Apenas cabe una cocina,
un lavaplatos y una pequeña cama. Dos personas no pueden estar al mismo
tiempo en su interior. Parecen celdas o casetas de vigilancia. "En estas
condiciones no puede vivir ni una persona sola", han señalado los pobladores
de la Unión de Comités de Viviendas de Malloa.
"¡Un sueño hecho
realidad!", dice irónicamente el letrero en la entrada del terreno. En 1990
el Serviu compró 8 hectáreas en un terreno de vegas no apto para construir.
Pero según Serviu, el proyecto contemplaba "ampliaciones". El permiso de
construcción fue rechazado en el año 2004.
Las autoridades regionales
dicen que se hará un programa especial de mejoramiento para ampliar estas
"soluciones" habitacionales. Los pobladores exigen que el Gobierno dicte un
decreto supremo para ampliar las casas, pues por ley no pueden postular a un
nuevo subsidio. Pero no sólo hay casas "enanas" en Malloa, también se
construyeron en Machalí, Rengo, Pichidegua, Peumo, Pumanque y Santa Cruz.
La directora regional del
Serviu, Morín Contreras, declaró a El Rancagüino: "Estamos concientes
de que la gente opte por no irse a vivir a estas casas, porque son chicas,
pero por eso mismo estamos en conversaciones con el nivel central, para
adaptar la normativa y otorgarles más subsidios. Ellos tendrán la
posibilidad de acceder a postular a un subsidio de ampliación que tendría
que otorgarse el próximo año".
El programa de viviendas de
menos de 20 metros cuadrados (Vivienda Progresiva), destinado a personas de
escasos recursos que no podían acceder a un crédito en la banca, expiró hace
dos años.
En Machalí las casas
construidas para 152 familias del Comité de Allegados El Álamo tienen apenas
9,5 metros cuadrados. Están a los pies del cerro La Vinilla. Sólo hay
espacio para una cocina y el baño. No cabe una cama. Se les explicó que
mucho del dinero del subsidio se gastó en urbanizar el terreno que habían
comprado los pobladores. Las viviendas se iban a entregar en diciembre de
2005, pero se produjo un retraso porque les exigieron el pago de 5 UF por
familia, dinero que los pobladores "adeudan". Llevan doce años esperando una
vivienda digna.
Según el director de Obras
del municipio, Patricio Martínez, las casas "no están en condiciones de ser
recepcionadas pues aún se requieren trabajos de urbanización y contención
del terreno". El cerro La Vinilla tiene una pronunciada pendiente, pero no
se han construido muros ni escalinatas. No están contempladas. Los vecinos
no pueden postular a nuevos subsidios.
Tras la escandalosa
situación denunciada por los pobladores y alcaldes de las comunas y los
reportajes aparecidos en televisión, el Minvu anunció que está trabajando
para implementar un programa nuevo que permita la "ampliación" de las
viviendas y un "doble subsidio" para quienes han recibido "soluciones
habitacionales" de menos de treinta metros cuadrados.
A pesar de conocer el
problema desde hace años, el senador Juan Pablo Letelier acaba de solicitar
un "subsidio extraordinario" o piloto para la VI Región, que permita la
ampliación de manera urgente. Las casas están ahí desde hace años, sin poder
ser habitadas.
Arnaldo Pérez Guerra
Convenio
La Insignia / Rel-UITA
25 de
julio del
2006
FOTOS: El
Rancagüino
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