El desempleo no golpea por igual

 

Después de cinco años de crecimiento económico en América Latina y el Caribe, el desempleo sigue afectando sobre todo a mujeres, jóvenes y minorías étnicas.

 

Cinco años de crecimiento económico ininterrumpido en la región, de 2003 a 2007, han llevado a un aumento de las tasas de actividad y de la población económicamente activa. Paralelamente las estadísticas disponibles indican una reducción de la tasa de desempleo urbano, a un promedio de 8,5 por ciento, quedando aún unas 17 millones de personas registradas como desempleadas en las zonas urbanas.

 

Si bien estos y otros datos, que fueron tomados del reciente informe “Panorama Laboral” de la OIT1, muestran una mejora de la situación laboral en América Latina y el Caribe, los mismos permiten también algunas conclusiones sobre la desocupación y quienes se ven más afectados por ella. Con respecto a la exposición de la mujer al desempleo, el informe observa que “subsisten importantes brechas en los principales indicadores por sexo y edad”, ya que la desocupación femenina en la región se ubica en una tasa 1,6 veces mayor que la masculina.

 

Según el informe de la OIT se constató también que el desempleo y la participación laboral tienen “una dimensión étnica, donde se observa que la discriminación y la falta de oportunidades de empleos de calidad afectan con mayor severidad a las mujeres indígenas y afrodescendientes”. La afirmación hace referencia a unas 58 millones de personas pertenecientes a diversos grupos étnicos -los porcentajes más altos se registran en Bolivia (50 por ciento) y Guatemala (39,4 por ciento)- y 174 millones de afrodescendientes, con mayor participación porcentual en las poblaciones de Brasil (44,7 por ciento) y Cuba (34,9 por ciento).

 

La situación laboral de mujeres y hombres indígenas y afrodescendientes en siete países de la región (Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Guatemala, Perú y Uruguay) fue objeto de un análisis más pormenorizado. En base a informaciones de “Panorama Laboral” y SEMlac resumimos algunos resultados a continuación:

 

Inserción en el mercado laboral:

 

  • Por sus “bajos niveles educativos, limitado acceso a la protección social, empleos precarios y una mayor probabilidad de que sus ingresos estén por debajo de la línea de pobreza” los afrodescendientes se encuentran entre los grupos más desfavorecidos.

  • Con respecto al empleo de mujeres en general, en todos los países de la región las tasas de actividad femenina -es decir, la relación entre la población femenina activa en edad legal de trabajar y la población femenina total en esa misma edad- se ubicaron en promedio 30 por ciento por debajo de las tasas de actividad masculina.

  • La tasa más baja de actividad se constató en Guatemala, donde la participación femenina indígena fue 66 por ciento inferior a la de sus pares masculinos. En el otro extremo, en Perú la tasa femenina se ubicó 13,4 por ciento por debajo de la masculina.

  • En 2007 en Bolivia, Chile y Brasil las mujeres indígenas y afrodescendientes, respectivamente, aumentaron su presencia en el mercado de trabajo, mientras su participación se redujo en Ecuador y Guatemala.

 

Desempleo, remuneración:

 

  • En cuanto al desempleo abierto en Bolivia, Guatemala y Perú, la tasa de desempleo indígena fue menor a la no indígena; en cambio, la superó en Brasil, Chile, Ecuador y Uruguay.

  • La tasa de desempleo femenino en general superó en 60 por ciento a la masculina. En el caso de las mujeres indígenas y afrodescendientes este guarismo asciende a 85 por ciento, destacándose las dificultades de inserción laboral de estos dos grupos en Brasil, Chile, Ecuador y Uruguay.

  • Los ingresos laborales por hora de las mujeres indígenas y afrodescendientes equivalen solamente a 39 por ciento de los ingresos de los hombres no indígenas ni afrodescendientes.

 

Calidad del trabajo:

 

  • Las mujeres indígenas y afrodescendientes se desempeñan sobre todo en trabajos no calificados (sector agrícola, trabajo doméstico, trabajos familiares auxiliares) y, por lo tanto, gozan de menores niveles de protección en salud y jubilaciones.

  • Entre los siete países analizados Cuba cuenta con la mayor presencia de indígenas y afrodescendientes en cargos de dirección, profesionales, técnicos de mando medio y administrativos; Bolivia y Brasil se ubican en el otro extremo.

 

En conclusión el informe resalta la necesidad de “eliminar la discriminación y asegurar así el predominio de condiciones de igualdad de oportunidades” y trabajo digno, con independencia de la edad, sexo o etnia.

 

  

En Montevideo, Dieter Schonebohm
Rel-UITA
7 de febrero de 2008

Con información de la OIT y SEMlac

1- OIT: Panorama Laboral 2007. Lima, 2007

Foto: ciudadredonda.org / arte: Rel-UITA

 

 

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