El Centro Internacional de Investigaciones en Derechos
Humanos ha difundido el más reciente estudio sobre la
desnutrición en Guatemala. De acuerdo con el trabajo, la
cantidad de personas subnutridas se ha estancado con
relación a la población total, pero no se recupera del
incremento
vertiginoso que se tuvo a finales de esa década, en la
cual se incremento de 16% al 26%. Actualmente la
prevalencia es del 23% de la población.
En términos generales la mayoría de población
guatemalteca tiene algún grado de desnutrición, pero es
fundamentalmente en las áreas con predominio indígena
donde se presentan los mayores niveles, lo cual ratifica
la correspondencia directa en el caso de Guatemala entre
desnutrición, pobreza y población indígena.
Aún cuando ya a nivel general es sumamente grave el
estado nutricional de la niñez, cuando se profundiza por
departamento se observa claramente en donde impacta con
mayor gravedad la ausencia de políticas adecuadas,
siendo el altiplano occidental donde se mantienen los
mayores rezagos. El análisis por grupos étnicos revela
que la situación se torna dramática para los grupos
Tektiteko (85.71%); Ixil (82.53%); Chortí (79.52%); Chuj
(75.97%) y Mam (74.46%).
Conforme el estudio, el Segundo Censo Nacional de Talla
reveló que de 380,578 menores en primer grado primaria,
el 51.2% tiene talla normal, mientras que el 48.8% tiene
retardo, del cual 34.42% es moderado y 14.38% severo. La
situación es particularmente grave para los varones,
especialmente en cuanto a desnutrición severa.
Señala aun que la Secretaría de Seguridad Alimentaría y
Nutricional (Sesan), entidad que coordina las acciones
de las diversas entidades estatales para la
implementación de los programas alimentares, para el año
2006 asignó un presupuesto de Q12 millones. Sin embargo
en el corte a medio año se observa que se ha ejecutado
solamente un 27.86% del mismo, lo que implica una
ejecución de solamente Q3.3 millones.
Es importante señalar las importantes modificaciones que
sufren prácticamente todos los programas, lo que
evidencia que aún no existe claridad acerca del
desempeño que debe realizar la secretaría. Por otra
parte, la baja ejecución presupuestaria se nivela de
alguna forma por las transferencias corrientes que
básicamente implica un simple traslado de fondos a
entidades externas.
El estudio indica también que la Canasta Básica
Alimentaria para la mayoría de países centroamericanos
esta constituida por más de 50 productos, mientras que
para el caso guatemalteco esta sólo cubre 26 productos.
"La conmemoración de los diez años la firma de la paz es
un momento propicio para reflexionar sobre los avances
en materia de un derecho tan básico como lo es el de la
alimentación, sobre todo por las tendencias actuales de
la aplicación de políticas de apertura comercial que
vienen afectando las tradicionales formas de producción
alimentaria de la población. El debate sobre la retoma
de la agenda de la paz o la profundización de la
tendencia neoliberal y sus implicaciones en sociedades
inequitativas como la guatemalteca es imprescindible",
afirma en su conclusión el estudio.
Adital
14 de diciembre de 2006