En los 60s, el
movimiento de los derechos civiles, encabezado por los afroamericanos del
sur del país, generó transformaciones sociales de gran importancia para
todas las minorías étnicas del país.
En el Valle Central de California, una huelga rural iniciada por
trabajadores filipinos prendió la mecha de lo que después llegaría a ser el
primer sindicato campesino, liderado por trabajadores mexicoamericanos
y mexicanos.
En los 70s, el Movimiento Chicano logró importantes victorias sociales e
impulsó además un profundo sentimiento de orgullo racial y cultural.
En la década del 60 hubo también otros cambios de importancia que afectaron
desde la estructura familiar hasta la cultura de la sociedad
estadounidense. Por ejemplo, la llamada Revolución Sexual, el Movimiento de
Liberación de la Mujer, el surgimiento del Rock’n’Roll.
Gran parte de este clima de cambios se debió a las protestas contra la
Guerra de Vietnam, que finalmente terminó en 1973.
Los espacios públicos vieron nacer y desarrollarse estos movimientos
sociales. Parques, plazas y avenidas eran testigos de marchas, protestas y
mítines públicos.
Pero estos cambios no durarían mucho. El poder, que se vio forzado a hacer
concesiones ante las presiones “desde abajo”, comenzó a trabajar de
inmediato para recuperar el terreno perdido.
En California, en 1994, el electorado aprobó por 59% de los votos la
Proposición 187, que pretendía eliminar el acceso de los inmigrantes
indocumentados a servicios, como salud y educación.
Sección especial
Estados
Unidos
|
Aunque esta iniciativa perdió en las cortes, abrió una verdadera Caja de
Pandora de la cual surgieron iniciativas similares en otros estados, se
formaron grupos antiinmigrantes y, sobre todo, se creó un ambiente
favorable a la eliminación de las concesiones hechas apenas 20 años antes.
En California, en 1996, la Proposición 209 ataca a Acción Afirmativa
(conjunto de leyes que buscaban igualdad de oportunidades de empleo y
educación para las minorías) y dos años después, la 227 elimina la educación
bilingüe.
Poco a poco, de manera invisible a veces, los conservadores, o la derecha
política, hacen su trabajo. Por ejemplo, durante años creó la imagen del
Welfare (programa de bienestar social y apoyo a los más necesitados)
como subsidio a personas que no querían trabajar. En 1996, Bill Clinton
prácticamente desmanteló este servicio, aunque el llamado “Corporate
Welfare” (subsidio a las corporaciones), sigue vigente.
Los espacios públicos, como plazas y parques, también desaparecieron. Las
nuevas generaciones fueron orientadas hacia los centros comerciales donde
pueden ser controlados -porque son privados, no públicos-, además de
fomentar el consumo.
En apenas dos
décadas, pasamos de un sentimiento de solidaridad, de comunidad, de tener
una causa, al individualismo y al éxito económico como símbolo de progreso
y bienestar.
A partir de los 80s, una nueva clase de inmigrantes latinoamericanos
empieza a llegar a Estados Unidos: mujeres, sudamericanos y grupos
indígenas -como Mixtecos y Zapotecos, ambos de Oaxaca y Guerrero, México.
Muchos de estos nuevos inmigrantes latinos traían consigo algo de
experiencia o conocimientos políticos.
En 1994, la Proposición 187 generó protestas y marchas encabezadas por
inmigrantes, especialmente jóvenes. Esta proposición fue creada e impulsada
por los conservadores.
Las movilizaciones contra la Proposición 187 fueron la línea divisoria del
movimiento de los latinos por la justicia social. Una nueva generación
empezó a reemplazar lentamente a la vieja guardia, aunque las luchas contra
las Proposiciones 209 y 227, antes mencionadas, contaron con poca
participación de estos nuevos inmigrantes.
Unos años antes, en 1988, hubo un fuerte movimiento de latinos en
Estados Unidos contra el fraude electoral en México que llevó al
poder Carlos Salinas de Gortari.
Los Ángeles -
1º de mayo de 2006 |
Esta politización y activismo orientado hacia México dio un giro en
1994 (Proposición 187). La política local, antes ajena, incomprensible,
empezó a ser motivo de atención. Aunque sin descuidar los intereses
binacionales como el derecho al voto de los mexicanos en el extranjero
logrado de manera parcial hace un par de años.
Aumentó así el sentimiento de pertenencia por parte de los nuevos
inmigrantes. Porque las injusticias ya no ocurrían al sur de la frontera
sino aquí, en nuestra nueva casa, afectando directamente a las familias
migrantes.
En 2006, las marchas masivas de los inmigrantes recuperaron algunos espacios
públicos, como parques y avenidas.
Pero una vez más, el poder no descansa. Las redadas y deportaciones
atemorizan y muchos no quisieron participar en las marchas de este año
(2007), aunque fueron igualmente masivas.
Actualmente, el temor a las redadas, las divisiones de los activistas y de
las organizaciones pro inmigrantes y la complicidad de los demócratas con el
poder, afectan más que los ataques de los minutemen y grupos
antiinmigrantes afines.
Es imperativo lograr una ley migratoria amplia para los inmigrantes
indocumentados -que se dice superan los 12 millones-, como así también
integrar a México y otros países expulsores de trabajadores a un
proyecto de desarrollo social y económico con justicia social para que las
personas puedan quedarse en sus tierras si así lo quieren. Es decir, un
proyecto similar al de la Unión Europea, no los tratados de libre
comercio que solo son la continuidad de la política económica de rapiña de
Washington.
Pero para lograr esto se requiere de una serie de alianzas con otros grupos
étnicos y sociales, además de aprender de la “vieja guardia” de activistas
que abrieron puertas para el ejercicio pleno de los derechos democráticos
de las minorías.
Vivimos en una sociedad rica, cambiante y conflictiva, a la que muchos aún
no consideran suya.
Pero pelear por los derechos también contribuye al sentimiento de
pertenencia. Cada derrota y cada victoria marca a fuego nuestra presencia en
esta tierra.
En Fresno,
California,
Eduardo Stanley
4 de
setiembre
de
2007 |
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*Proyecto
Minuteman (vigilantes definió W. Bush): grupo formado por ciudadanos
estadounidenses en 2005 para disuadir a los inmigrantes indocumentados que
intentan cruzar la frontera.
Foto1: wordpress.com
Foto2: cubaminrex.cu
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