A pesar de tasas de
crecimiento económico sin precedentes y un nivel de desempleo inusualmente
bajo, el gobierno progresista uruguayo no ha logrado aún mejorar
sustancialmente el reparto de la riqueza, según un informe de la central
sindical única PIT-CNT.
El 20 por ciento más rico de la población se apropia de casi
la mitad (47,7 por ciento) del ingreso nacional, mientras el 20 por ciento
más pobre apenas se apropia del 5,7 por ciento, dice por ejemplo el
documento.
Según el último Informe de Coyuntura elaborado por el
Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, más de 800.000 uruguayos (la población
total del país apenas supera las 3.100.000 personas) viven con menos de
10.000 pesos (unos 500 dólares) por mes.
El salario mínimo nacional, vigente desde enero de este 2010,
es de 4.799 pesos (240 dólares), y se estima que una familia de cuatro
personas necesitaría un ingreso superior a los 26.000 pesos (1.300 dólares)
para poder vivir.
La brecha de ingresos es enorme, y con los mecanismos que
lleva adelante el gobierno no está claro que se pueda acelerar el proceso de
redistribución de la riqueza, elemento en el que se avanzó poco en los
últimos años, subraya el texto del organismo de investigación ligado a la
central laboral.
Las tasas recientes de crecimiento de la economía uruguaya,
muy altas para los promedios registrados desde la década del 60 (8,8 por
ciento solo en los primeros nueve meses del año que se termina en relación
al mismo período de 2009) deberían haber permitido otro reparto de los
ingresos de haberse aplicado políticas redistributivas más acentuadas.
Cientos de miles de trabajadores perciben bajos ingresos, y
esa situación debe ser revertida si efectivamente se pretende avanzar en
reducir la desigualdad, subraya el documento.
Algunas políticas positivas adoptadas por el gobierno
anterior (2005-2010) –el
primero ejercido por una coalición progresista, el Frente
Amplio, en la historia nacional-en especial las reformas tributaria,
educativa y de la salud, así como la convocatoria a negociaciones
tripartitas obligatorias en el marco de los Consejos de Salarios, necesitan
ser profundizadas durante esta segunda gestión para tender efectivamente a
una mayor equidad social.
Por otra parte, si bien el desempleo ha sido llevado a sus
niveles más bajos en muchos años (se estima que en 2010 no alcanzará
siquiera al 7 por ciento de los activos), la calidad de los puestos de
trabajo creados es baja. El Instituto Cuesta Duarte calcula en casi medio
millón los trabajadores uruguayos sin cobertura social y en 180.000 a los
subempleados.
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