La medida implica pagar por los derechos intelectuales de los frutos producidos, y debe estar operativa en 2008.

El agro ya se está preparando para enfrentar una nueva normativa internacional que hará cambiar la cara del sector frutícola chileno, una de las áreas clave del sector exportador de nuestro país.

Esta normativa -llamada UPOV 91- obligará a todos los productores nacionales a tener el registro intelectual, y pagar los derechos que ello implica, de todas las partes de las plantas, incluidos los frutos.

El problema es que esto debe quedar resuelto antes de diciembre de 2007, fecha en que el país se comprometió a tenerlo activo. Hoy, cerca del 50% de la fruta producida en el país no cumple con este proceso, según Juan Enrique Correa, presidente del comité de obtentores de la Asociación Nacional de Productores de Semillas (Anpros).

"Hay compromisos adquiridos que hay que cumplir. Y esto significa que la extensión de la protección va a todas las partes de la planta, o sea también va al fruto, el que también va a ser protegido. Entonces, si uno se encuentra en un supermercado con una fruta que viene de una planta ilegal, habrá sanciones, y eso es importante", comenta.

En efecto, desde 1996 Chile está adherido al acta de 1978 de la Convención UPOV (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales) y está comprometida su adhesión al acta UPOV 91 antes del 30 de diciembre de 2007, fecha que quedó fijada con el acuerdo de libre comercio firmado con el EFTA (Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein).

Y a esto se suma el compromiso adquirido en el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU. para adherir a esta normativa antes del 30 de diciembre de 2009.

Según los privados, la adhesión a esta acta mejorará la comercialización de los productos, además de generar un aumento de los proveedores que estarían dispuestos a invertir en el negocio de las semillas debido a su mayor garantía de seguridad y protección.

"Chile tiene que controlar eficazmente el tema de la propiedad intelectual. Hoy en día eso es muy relativo, tenemos una ley débil y prácticamente inoperante. No se ha tomado conciencia, pero es un tema absolutamente serio todo esto. Hay sanciones legales que van a caer encima de quienes no cumplan", asegura Correa.

Escenario

Hoy existen cerca de 400 variedades de productos que están inscritas en el SAG. En efecto, la legislación nacional protege a todos los géneros y especies botánicas, además de extender la protección a la multiplicación y comercialización de estos productos. Sin embargo, no extiende la protección al material cosechado, ni establece el concepto de variedad derivada.

Juan Meriches R.

El Mercurio

22 de diciembre de 2005

 Volver a Portada