Argentina

Sección AGROCOMBUSTIBLES

El síndrome de los agrocombustibles

y un santiagueño corremojones

 

 

Tanto la cervecera colombiana Bavaria, como la peruana Backus & Johnston, justifican su flojo desempeño en el último trimestre atribuyéndolo, entre otras causas, a la suba del precio de materias primas como la cebada y el maíz. Se trata de lo que podríamos llamar el síndrome de los agrocombustibles.

 

En una época en la cual los motores de los automóviles compiten con los estómagos de las personas, están comenzando a ocurrir ciertos hechos, dramáticos unos, jocosos otros. Veamos un ejemplo de estos últimos, que tiempo habrá para ocuparnos de los dramáticos.

 

En Argentina hay una provincia llamada Santiago del Estero, cuyos habitantes tienen fama de ser extremadamente tranquilos, mientras que la característica de sus vecinos de la provincia de Tucumán es la de ser sumamente rápidos, especialmente si de apropiarse de cosas ajenas se trata. Al punto que se comenta que los santiagueños no dicen “me robaron la billetera”, sino “me tucumanearon la billetera”. Resulta que ahora los santiagueños no necesitan de sus vecinos, pues hay lugareños que de una manera insólita roban a otros santiagueños.

 

Hace poco más de dos meses, funcionarios de la División de Catastro de Santiago del Estero al sobrevolar los límites de esta provincia con Salta, observaron que los mojones que indican donde termina una provincia y comienza la otra, habían sido movidos. Como los mojones fueron desplazados 2,5 kilómetros a lo largo de unos 17 hacia el lado santiagueño, se le quitaron a Santiago del Estero alrededor de 5.000 hectáreas.

 

El hecho ocurrió en la localidad de Algarrobal Viejo, en el departamento de Pellegrini, situado a 370 kilómetros de Santiago del Estero -capital de la provincia del mismo nombre- en la frontera con Salta. Frente a  tan extraño delito la burocracia se movilizó prestamente: la fiscalía del Estado decidió investigar e informar al gobernador local, quien a su vez denunció lo sucedido a la Justicia. Finalmente, el titular del Juzgado de Instrucción en lo Criminal y Correccional de Segunda Nominación, Dr. Abelardo Basbús, procedió a ordenar la inmediata utilización de tecnología para determinar la veracidad de la versión.

 

Fue así que "un grupo de ingenieros y técnicos comprobaron, mediante un GPS y la simple observación, que efectivamente los mojones que señalaban el límite territorial santiagueño habían desaparecido". Esta noticia de prensa1 señala además que otros mojones habían sido colocados en su reemplazo, pero corridos unos 2,5 kilómetros. Es decir que, para aumentar el misterio, los delincuentes no sólo corrieron los mojones2, sino que robaron los originales sustituyéndolos, no se sabe con que fin, por otros.

 

Poniéndole fin a años de tradición, resultó que el actor intelectual del hecho es un santiagueño, que ya había comenzado a talar el monte nativo existente en la zona con el fin de plantar soja.  Según la citada información de prensa: ”Ante  esta situación, los funcionarios santiagueños coincidieron en labrar un acta en virtud de la cual se comprometen a conformar una comisión mixta para que en el plazo de 30 días se formen las subcomisiones necesarias y se evalúe la situación (!), mediante un análisis técnico”. La información no menciona si mientras tanto, el santiagueño corremojones seguirá talando el monte.

 

¿Qué se ganaba con el corrimiento de los mojones?, no es fácil de comprender.  No obstante, existen algunos malpensados que afirman que el secreto puede estar en la diferente permisividad para el desmonte de especies nativas que existe entre Santiago del Estero y Salta.

 

A pesar que lo acontecido mueve a risa, las consecuencias del apetito de agrocombustibles por parte de los vehículos, es cosa seria.

 

 

En Montevideo, Enildo Iglesias

© Rel-UITA

6 de noviembre de 2007

Enildo Iglesias

 

 

 

1 - La Nación, Buenos Aires, 11.08.07

2 - Prismas de hormigón que pesan más de 220 kilos cada uno

 

Ilustración: Rel-UITA

 

 

Volver a Portada

 

 

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905