El 1 de setiembre, el directorio de OSE aceptó la propuesta 
                          de una empresa francesa para mejorar la gestión del 
                          ente en lo que hace al abastecimiento de agua potable 
                          en la zona metropolitana y en el interior del país. Al 
                          otro día el gremio de OSE, FFOSE, destacó que se 
                          trataba de "un nuevo intento privatizador" que implica 
                          "pasar por arriba de la voluntad del pueblo uruguayo", 
                          que el 31 de octubre, junto con las elecciones 
                          nacionales, debe resolver si acepta que empresas 
                          multinacionales actúen dentro de estos servicios.
                          
                          
                           
                          
                          En una nota dirigida a OSE, la embajada francesa comunicó al 
                          organismo que "con fecha 17 de julio de 2004 (la 
                          empresa) Safege informó que el embajador de Francia ha 
                          confirmado la donación del gobierno francés destinada 
                          a la realización del estudio de factibilidad para la 
                          mejora integral de la gestión en el abastecimiento de 
                          agua potable, sistema metropolitano e interior, 
                          proponiendo la firma de un memorándum de entendimiento 
                          a tales efectos y solicitando la designación de la 
                          contraparte de OSE para la realización de los 
                          estudios". 
                          
                           
                          
                          Según la vicepresidenta de FFOSE, Adriana Marquisio, para la 
                          realización de ese estudio que la embajada francesa 
                          financiará con una "donación" de 750 mil euros, Safege, 
                          una suerte de "división ambiental" de la multinacional 
                          francesa Suez Lyonnaise des Eaux, pide una cantidad de 
                          información que constituye "una base de datos, una 
                          foto de toda la gestión de la OSE, algo que se elaboró 
                          a lo largo de 50 años de trabajo y que ahora sería 
                          entregada a esta empresa". La base de datos incluye el 
                          número total de conexiones activas e inactivas, de 
                          medidores en servicio, volúmenes de agua facturados, 
                          cantidad de clientes activos y fugas del líquido 
                          detectadas y reparadas, entre otros. 
                          
                           
                          
                          En Uruguay esta multinacional –una de las más poderosas del 
                          mundo en materia de agua– obtuvo la concesión de los 
                          servicios de agua potable y saneamiento al este del 
                          arroyo Maldonado, en el departamento del mismo nombre, 
                          con su subsidiaria bautizada Aguas de la Costa. A esta 
                          firma se le cuestiona que "no sólo cobra actualmente 
                          una tarifa exorbitante por agua y saneamiento, sino 
                          que también secó la Laguna Blanca en Maldonado", 
                          señaló la dirigente sindical. 
                          
                          
                           
                          
                          Para Marquisio, que OSE haya aceptado la propuesta de Safege 
                          “es una locura, porque es desconocer todo un proceso 
                          de democracia directa que está en su última fase”.
                          
                           
                          
                          Según reconoció el propio vicepresidente de OSE, Hugo 
                          Granucci, el que ahora se le encomendó a Safege es el 
                          mismo trabajo sobre mejora de gestión que OSE había 
                          acordado y venía desarrollando con la consultora de 
                          Conex, dependiente de otro ente estatal, la empresa de 
                          electricidad UTE. Ese contrato fue dejado sin efecto 
                          en febrero último, cuando UTE ya había realizado el 
                          trabajo y esperaba la decisión de OSE para la 
                          implementación de las mejoras propuestas. Como 
                          resultado del incumplimiento, el presidente de UTE, 
                          Ricardo Scaglia, había amenazado con hacerle juicio a 
                          OSE, pero finalmente se negoció el no pago del consumo 
                          de agua de UTE durante 20 meses. Transcurrido ese 
                          lapso, la deuda quedaría saldada. 
                          
                           
                          
                          En aquel momento, la Comisión Nacional en Defensa del Agua y 
                          la Vida –que impulsa la reforma constitucional y de la 
                          cual FFOSE es miembro– interpretó "esta abrupta 
                          decisión como una nueva medida contra la gestión 
                          pública de los servicios de agua potable y 
                          saneamiento, que además desarticula lo ya actuado por 
                          el organismo en pos de la mejora de su gestión en 
                          coordinación con otro entre público. Este hecho tiene 
                          el agravante de que la decisión ha sido injustificada, 
                          echa por tierra una importante inversión material y 
                          detiene informes sobre la gestión de OSE que proponen 
                          mejoras tendientes a consolidar la gestión pública del 
                          agua. Es un hecho que desde el directorio de OSE se ha 
                          trabajado en detrimento de la gestión pública de los 
                          servicios de agua potable". 
                          
                           
                          
                          Para el Presidente de FFOSE, Carlos Sosa, el convenio 
                          OSE-UTE-Conex demostró que "las empresas del Estado 
                          pueden prestar servicio a otras empresas del Estado 
                          para mejorar su gestión. Sin embargo, se optó por el 
                          camino privatizador". Para el gremio es claro que se 
                          anuló el convenio con Conex para firmarlo con la 
                          empresa francesa. "Se ve que Granucci tenía debajo de 
                          la manga un acuerdo con Safege" concluye Sosa, 
                          reclamando a las jerarquías de OSE que expliquen por 
                          qué se tomó esa decisión. 
                          
                           
                          
                          Granucci respondió diciendo que "aquí no hay nada que 
                          aclarar. No se puede salir a aclarar permanentemente 
                          lo que se les ocurre a estos muchachos. La consultoría 
                          de UTE-Conex costaba 11 millones de dólares; en cambio 
                          el estudio de Safege se hace a través de una donación 
                          del gobierno francés". El jerarca acusó al sindicato 
                          de estar "politiqueando con una cosa que es muy seria, 
                          que se refiere a las decisiones estratégicas que debe 
                          tomar OSE para mejorar su gestión. Esa información 
                          –que no tiene costo para OSE– la podrá usar el 
                          gobierno que viene, sea del color que sea, para tomar 
                          mejores decisiones. Es eso y nada más". 
                          
                           
                          
                          Desde el punto de vista jurídico, el procedimiento llevado a 
                          cabo por OSE está amparado en la Ley de Reactivación 
                          Económica, que permite que privados participen en la 
                          gestión de las empresas públicas uruguayas. Según 
                          Marquisio, "la ley habilita al Estado a hacer un 
                          llamado a iniciativas privadas para áreas que 
                          considere que no las puede desarrollar”. Pero en este 
                          caso, “se está llamando para la mejora de la gestión 
                          del servicio de abastecimiento de agua potable del 
                          área metropolitana", algo que perfectamente puede 
                          hacer el ente estatal. Sosa explicó que según la ley, 
                          estos proyectos de participación privada "deben ser 
                          una novedad, no pueden haberse implementado antes. No 
                          obstante, en lo que respecta al agua ya hay una 
                          gerencia que es de recuperación de agua no 
                          contabilizada", y está el antecedente OSE-UTE-Conex.
                          
                          
                           
                          
                          Los integrantes de FFOSE y de la Comisión consideran que el 
                          acuerdo con Safege podría ser ilegal o 
                          inconstitucional, de acuerdo a consultas jurídicas que 
                          realizaron, puesto que está en curso un plebiscito en 
                          el que la ciudadanía deberá decidir si la gestión del 
                          agua queda únicamente en manos del Estado. Sin 
                          embargo, el senador socialista y abogado 
                          constitucionalista José Korsenia, le bajó los 
                          decibeles a la situación planteada y afirmó que "OSE 
                          puede pedir todos los informes y asesorías que quiera 
                          pedir sobre cómo mejorar la gestión, y eso no tiene 
                          nada que ver con una privatización ni con la reforma 
                          constitucional planteada". 
                          
                           
                          
                          El senador enfatizó que "no existe ninguna relación jurídica 
                          entre esos informes y la reforma constitucional", por 
                          lo cual el acuerdo no tendría nada de ilegal. 
                          
                          
                           
                          
                          Ramiro Chimuris, asesor jurídico de la Comisión en Defensa 
                          del Agua y la Vida, recordó que en su libro “El 
                          malestar en la globalización” el ex asesor del Banco 
                          Mundial Joseph Stiglitz explica cuáles son los cuatro 
                          pasos para llegar a las privatizaciones. Uno de esos 
                          pasos es justamente cerrar acuerdos del tipo del que 
                          OSE estableció con Safege. Lo que se haría en Uruguay 
                          sería privatizar o tercerizar algunas áreas de gestión 
                          que –de aprobarse la reforma– no podrían alcanzar a la 
                          prestación de servicios de agua potable y saneamiento, 
                          pero sería una privatización al fin. 
                          
                           
                          
                          El acuerdo de OSE con Safege no es un acontecimiento aislado 
                          en lo que hace a la firma de "memorándums de 
                          entendimiento" entre el Estado y empresas extranjeras 
                          interesadas en asesorar a la empresa pública uruguaya. 
                          Habilitados por la ley de reactivación económica, el 
                          consorcio integrado por las firmas Seinco SRL, STA 
                          Ingenieros SRL y Nikelind SRL y la empresa Química 
                          Aguas Corrientes S.A., presentaron proyectos que están 
                          "parcialmente aceptados" por OSE, tal como meses atrás 
                          lo estaba el de Safege. 
                          
                           
                          
                          También habría capitales japoneses interesados en asesorar al 
                          gobierno uruguayo en la realización de mejoras en la 
                          gestión del agua en el área metropolitana, que abarca 
                          los departamentos (provincias) de Montevideo, 
                          Canelones y San José. 
                          
                           
                          
                          Una delegación japonesa visitó recientemente Montevideo con 
                          ese fin. Margarita Percovich, legisladora de la 
                          coalición de izquierda Frente Amplio, comentó que tras 
                          la visita de los japoneses "nos quedó la duda de si 
                          realmente se trataba de una colaboración para mejorar 
                          las posibilidades de gestión o si venían a llevarse 
                          datos". Tiempo después, Percovich fue invitada a la 
                          embajada de Japón "para averiguar si cuando la 
                          izquierda sea gobierno los inversores se van a poder 
                          quedar Les pregunté sobre el tema del agua pero no me 
                          largaron prenda". 
                          
                           
                          
                          Según Marquisio, Japón tiene gran interés en apropiarse de 
                          otros recursos de agua porque sus ríos están casi 
                          todos contaminados.
                          
                           
                          
                          Por otra parte, empresas de Brasil, Canadá, España y 
                          Sudáfrica ya han mostrado interés por el llamado a la 
                          licitación internacional por la cartografía y 
                          confección del mapa del acuífero Guaraní, recurso que 
                          Uruguay comparte con Argentina, Brasil y Paraguay. El 
                          Guaraní es la reserva de agua dulce más grande del 
                          continente americano y está entre las primeras del 
                          mundo.
                          
                           
                          
                          La licitación es parte del Proyecto para la Protección 
                          Ambiental y el Desarrollo Sostenible del Sistema 
                          Acuífero Guaraní, que tiene el respaldo de la 
                          Organización de Estados Americanos y el Banco Mundial. 
                          Sin embargo, organizaciones populares y sectores 
                          progresistas sospechan que las verdaderas intenciones 
                          del proyecto son otras. El movimiento brasileño Grito 
                          Das Aguas, por ejemplo, cree que con la información 
                          obtenida del proyecto "los grandes grupos económicos 
                          intentan orientar sus inversiones hacia su objetivo 
                          prioritario, la creación del mercado del agua, 
                          implantando de facto la nueva hidrogeopolítica de 
                          dominación", que pondría en peligro la soberanía de 
                          los países del Mercosur.
                          
                           
                          
                          
                          Liquidar a OSE
                          
                           
                          
                          En setiembre de 2003, la prensa de Montevideo difundió un 
                          documento de circulación interna en la coalición de 
                          izquierda Encuentro Progresista-Frente Amplio según el 
                          cual los últimos gobiernos uruguayos, todos de signo 
                          conservador, desarrollaron una estrategia de 
                          “engordamiento” de cargos gerenciales en los entes 
                          estatales con el fin de crear el ambiente para una 
                          privatización de los mismos.
                          
                           
                          
                          Ya en aquel momento los técnicos de la izquierda sostenían 
                          que "las intenciones gubernamentales de privatizar OSE 
                          se realizarían, no tanto por la vía de concesión (pues 
                          sólo dos departamentos son rentables: Montevideo y 
                          Maldonado), sino por la tercerización de la gestión 
                          comercial, que también podría arrastrar a la 
                          financiera y presupuestal", exactamente la 
                          tercerización que se está impulsando actualmente por 
                          parte del directorio.
                          
                           
                          
                          El documento advertía que "por lo general se le achaca a OSE 
                          el ser ineficiente, el tener bajo nivel de inversión, 
                          problemas que se solucionarían con la entrada de 
                          capitales. OSE cuenta hoy con una duplicación de su 
                          estructura gerencial. Da la impresión que en forma 
                          intencional se está apuntando a una mala gestión del 
                          organismo comprometiendo sus resultados, procurando 
                          que la empresa que se haga cargo de los servicios 
                          tenga más ventajas, de modo que con simples tomas de 
                          decisión aumentará sus niveles de facturación y 
                          reducirá sus costos, con lo cual parte de ese rédito 
                          lo podrá invertir en las obras necesarias en forma 
                          escalonada, y el resto de los dineros irá para afuera 
                          del país, dónde pertenezcan las empresas matrices 
                          (Francia, España o Estados Unidos), lo cual ya no sólo 
                          es malo para OSE sino que también lo es para el país".
                          
                          
                           
                          
                           
                          
                          
                          
                          Virginia Matos
                          
                          
                          © Rel-UITA 
                          
                          
                          4 de octubre de 2004