Nicaragua

 

Cambio Climático:

Desastres y opciones de intervención

 

 

Nicaragua ha sido anfitriona de la Conferencia regional “Cambio climático: desastres y opciones de intervención”1, en la que participaron diferentes instancias regionales con el objetivo de potenciar, diversificar y profundizar los impactos de las diferentes iniciativas, buscando la creación de sinergias con otras intervenciones que se desarrollan en el ámbito de la gestión del riesgo de desastres o del desarrollo local.

 

 

“La propuesta del evento parte del reconocimiento de la interrelación entre las prácticas de los seres humanos y la regulación del clima. Así como también de la necesidad de que las prácticas de los actores que promueven el desarrollo en diferentes niveles (internacional, regional, nacional y local), adopten lineamientos de trabajo que apoyen procesos de enfrentamiento a las causas y efectos del cambio climático”, indica una nota preparatoria de la actividad.

 

Según el presidente del Consejo Nacional de Universidades (CNU), Ing. Telémaco Talavera, “esta conferencia persigue el objetivo de compartir los estados actuales del cambio climático a nivel global, regional y de cada país. A partir de eso vamos a tratar de definir un plan de acción desde la sociedad civil para reposicionar su rol y  también para incidir en las políticas públicas de cada uno de nuestros países, en las estrategias y políticas de los organismos financieros internacionales, para que revirtamos una lógica de deterioro ambiental, de cambio climático negativo, promoviendo al mismo tiempo un nuevo enfoque al desarrollo de nuestra sociedad”.

 

Para Talavera no se ha iniciado todavía un plan de mitigación y adaptación a los cambios climáticos en Centroamérica y es importante que a partir de esta conferencia se estructure una relación más sistematizada, sinérgica y constructiva entre los actores de la sociedad civil, la empresa privada, la academia y las instituciones de gobierno de Nicaragua y de los otros países centroamericanos para alcanzar este objetivo.

 

La situación en Centroamérica

Telémaco Talavera

 

 

En su exposición “El cambio climático en América Central: manifestaciones, riesgos y adaptación”, la experta en el tema Martha Yvette Aguilar, expresó que “las políticas neoliberales en Centroamérica desman-telaron los programas de ayuda social, debilitaron los derechos laborales, redujeron el sector público y lo privatizaron, y amortizaron la deuda externa, dando todo ello como resultado mayor pobreza, estancamiento, huida de capitales, un aumento de la economía informal, mayor marginación, pobreza rural y urbana, emigración y sociedades más empobrecidas.

 

Los patrones históricos de producción y consumo -continúa Aguilar-, así como los de ocupación y transformación del territorio, han generado altos niveles de deterioro y vulnerabilidad ambiental, exacerbando los impactos de origen climático sobre un gran numero de asentamientos humanos ubicados en lugares bajo alto riesgo de derrumbes, deslizamientos, desbordamientos de quebradas y ríos, inundaciones, erosión y degradación de los suelos agrícolas”.

 

A causa de la alta vulnerabilidad socioeconómica y ambiental, las naciones centroamericanas presentan un nivel de vulnerabilidad muy alto ante la variabilidad y los cambios actuales del clima. Los estudios recientes indican que el clima ya está cambiando, observándose cambios en valores medios de los parámetros climáticos y una intensificación y mayor frecuencia de los eventos climáticos extremos2.

 

Es así que el aumento de temperatura y la pérdida subsiguiente de humedad del suelo, han generado disminución de la disponibilidad de agua, así como impactos negativos  en la salud humana, productividad agrícola, seguridad alimentaria, cantidad de especies animales y vegetales, incidencia de enfermedades e incendios forestales. Los cambios de los patrones mensuales de lluvia han impactado la producción agrícola, generando pérdidas importantes para las familias campesinas, desnutrición, disminución de los caudales de los ríos, desbordamientos e inundaciones debido a temporales y lluvias intensas, abandono de la agricultura y de las áreas rurales, emigración hacia el exterior de la región y la consecuente desintegración familiar.

 

En la presentación de Aguilar se evidencia también como “algunos de los impactos más importantes provocados por el cambio climático serán el aumento neto del número de personas bajo estrés de agua (2020), la disminución del rendimiento de arroz y maíz (2020), de la productividad del ganado y productos lácteos, con evidentes impactos severos en la seguridad y soberanía alimentaria, así como en la salud humana, niveles de nutrición y patrones de migración de las poblaciones rurales”. Se prevén también el aumento de la amenaza de huracanes y la elevación del nivel del mar con el consecuente retroceso de la línea frontal del manglar, salinización de los acuíferos y suelos, perdida de productividad de los suelos agrícolas, disminución y extinción de especies asociadas al ecosistema manglar-estuarios, pérdida de empleo y medios de vida rurales, entre otros.

 

El incremento de la población, la cual estaría cerca de duplicarse en 2020, conjuntamente con los efectos del cambio climático en el ciclo hidrológico, podría generar escasez de agua potable, repercutiendo en los grupos más vulnerables de la población”, aseveró Aguilar en su escrito.

 

Frente a esta situación, el régimen internacional actual de cambio climático, desarrollado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMCC), estipula que “todas las partes que han ratificado dicho instrumento deberán desarrollar, ejecutar, publicar y actualizar programas nacionales con medidas para facilitar la adecuada adaptación a los efectos adversos del cambio climático”.

 

En este sentido, las instancias centroamericanas reunidas en Managua durante la Conferencia regional dieron a conocer a los gobiernos de la región y a la población en general la Declaración de Managua.

 

En esta declaración recordaron que el fenómeno del cambio climático y sus efectos ya son una realidad como consecuencia “de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), emitidos principalmente por los países industrializados que aumentan el riesgo de las sociedades de la región por la intensidad y frecuencia de eventos socio naturales. Más allá de la preocupación por reducir los GEI y de las “alternativas” que el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL)3 ofrece a la región, es imprescindible que los gobiernos demanden a los países industrializados la reducción de sus emisiones de gases”. Además resulta urgente la implementación de políticas, estrategias y acciones concertadas con actores y sectores de la sociedad civil, para adaptarse y mitigar el cambio climático.

 

Fundamentado en lo anterior, la Conferencia regional decidió pedir a los gobiernos de Centroamérica y del Caribe:

 

 

  • Enfrentar los retos que implica el cambio climático considerando que, el ser humano debe ser el sujeto activo y objeto de las políticas, estrategias y acciones.

 

  • Reafirmar nuestra exigencia que los gobiernos de la región demanden el cumplimiento de la reducción de la emisión de gases por parte de los países industrializados en los diferentes escenarios.

 

  • Que los gobiernos nacionales desarrollen, ejecuten programas nacionales con medidas para facilitar la adecuada mitigación y adaptación a los efectos adversos del cambio climático.

 

  • Reconocer a la naturaleza como bien común, contribuyendo en la construcción del desarrollo, a partir de una visión de desarrollo limpio aprovechando de forma racional y sustentable los capitales naturales, humanos y potencialidades de la región Mesoamericana y el Caribe.

 

  • Se rescate, valore y respete la cultura autóctona, los conocimientos, costumbres y prácticas de los pueblos indígenas y étnicos ancestrales como aporte al desarrollo en disciplinas y tecnologías enfocadas a la adaptación ante el cambio climático.

 

  • Se incorpore en el sistema educativo el tema cambio climático,  diseñando e implementando programas educativos de sensibilización a  todos los niveles.

 

  • Se construyan y apliquen políticas con participación de la sociedad civil, que permitan tener instrumentos comunes de gestión e integración para enfrentar los efectos del cambio climático en la región, considerando los planes de ordenamiento territorial y las necesidades de las poblaciones y ecosistemas más vulnerables.

 

  • Incidir para la transferencia de recursos adicionales de los países desarrollados a la región para dar cobertura a los costos para la prevención, mitigación y adaptación.

 

  • Que se evite el endeudamiento público y se busquen fondos de donación sin comprometer los recursos naturales de cada país (con el compromiso de los países del Anexo 1 para el pago de la deuda ambiental y cambio climático)

 

  • Se debe promover y cooperar para implementar una investigación científica y de desarrollo tecnológico conjunto considerando las potencialidades de la región y las demandas reales de la población.

 

 

 

En Managua, Giorgio Trucchi

Rel-UITA

13 de diciembre de 2007

 

 

 

1-Organizada por el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA) y la Concertación Regional para la Gestión de Riesgo (CGRG), con el apoyo de Oxfam Internacional y el Grupo Gestor del Programa de Fortalecimiento de Capacidades (PFC) para la Gestión del Riesgo. En el ámbito nacional de Nicaragua, participan en la organización del evento: la Mesa Nacional para la Gestión de Riesgo (MNGR), el Consejo Nacional

 

2-Síntesis regional: Fomento de Capacidades para la Etapa II de Adaptación al Cambio Climático en Centroamérica, México y Cuba (ACC-II), 2007

 

3-Acuerdo suscrito en el Protocolo de Kioto, artículo 12, que permite a gobiernos y empresas establecer acuerdos para la reducción de la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI)

 

Fotos: Giorgio Trucchi

 

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