Más de 150 delegados 
		de organizaciones de diferentes regiones de Chile, reunidos en la ciudad 
		de Temuco, concientes de que el modelo forestal chileno está siendo 
		usado en muchos otros países latinoamericanos y del resto del mundo como 
		ejemplo de desarrollo, elaboraron la siguiente carta abierta en la que 
		describen los impactos negativos que los monocultivos forestales han 
		causado a las comunidades en su territorio y donde dicen:
		 
		
		- Nuestros ricos 
		bosques de los cuales nuestras comunidades se alimentaron y vivieron 
		durante cientos de años han sido sustituidos en su gran mayoría por 
		monocultivos forestales de los cuales las comunidades no obtenemos 
		beneficios.
		
		 
		
		- Los 
		monocultivos forestales 
		han afectado el nivel de agua de nuestros ríos y arroyos y han producido 
		una reducción de la diversidad de especies arbóreas y de su flora y 
		fauna asociada. 
		También han causado 
		otros daños ambientales como la erosión y degradación del 
		suelo, la aparición de plagas y enfermedades y problemas en la salud de 
		las comunidades por el uso de venenos para combatirlas. 
		Las investigaciones de árboles transgénicos que ya se están llevando a 
		cabo en estas regiones sólo agravarán aun más los impactos ambientales 
		negativos.
		
		 
		
		- 
		Los monocultivos 
		forestales no han aumentado las fuentes de trabajo, ni han mejorado el 
		nivel de vida de las comunidades cercanas a ellas como lo han anunciado 
		sus promotores durante décadas sino que las han empobrecido cada vez más, 
		han generado trabajo esclavo con alto nivel de riesgo, ha aumentado la 
		inseguridad laboral y la migración del campo a la ciudad. 
		Las 2 regiones más 
		forestadas encabezan las de mayor índice de pobreza.
		
		 
		
		- 
		La gran mayoría de las 
		tierras de las comunidades pasaron a manos de grandes empresas 
		transnacionales y poderosos grupos económicos 
		que se han beneficiado por el Decreto Ley 701 de subsidio a la 
		forestación, dictado en octubre de 1974, a un año de instaurada la 
		dictadura militar, y vigente hasta el día de hoy. A este subsidio su 
		sumaron créditos especiales para realizar las plantaciones y la 
		eliminación de tributaciones tanto sobre la tierra como sobre las 
		plantaciones. La liberalización total del mercado de productos 
		forestales promovió aun más la expansión forestal, ya que eliminó 
		cuotas, aranceles y normas que fijaban requisitos mínimos para la 
		exportación de estos productos. 
		
		 
		
		Desde hace algunos 
		años las empresas han logrado manejar nuevas estrategias para que 
		órganos del Estado dispongan de aún mayores cantidades de fondos 
		públicos para involucrar a pequeños campesinos en la plantación de 
		árboles. Además la población subsidia en forma permanente a las 
		empresas, ya que el Estado debe asumir los costos económicos asociados a 
		caminos, carreteras y puentes, los costos sociales relacionados al 
		deterioro de la salud, aumento de la marginalidad y la delincuencia y 
		los costos socio-ambientales derivados de la eliminación del bosque 
		nativo y el cambio del uso tradicional de la tierra y carencias 
		alimentarias. 
		
		 
		
		- La instalación de
		fábricas de 
		celulosa en nuestro territorio ha generado mayores problemas 
		socioculturales, ambientales y económicos en las comunidades donde se 
		han instalado.
		
		 
		
		- El modelo forestal 
		chileno además ha dejado una secuela de centenares de detenidos, 
		procesados y condenados; decenas de heridos; miles de movilizados por 
		querer recuperar el territorio usurpado, en su mayoría al pueblo 
		Mapuche, e intentar frenar los monocultivos forestales y la instalación 
		de fábricas de celulosa.
		
		 
		
		Tomado del Grupo Guayubira
		
		www.guayubira.org.uy
		
		23 de agosto de 2006