El Salvador

 

Con Aurora Donoso

Hay que saber cuánto el Norte le debe al Sur

 

 

Acción Ecológica es una organización que trabaja denunciando los impactos de las actividades de extracción intensiva de los recursos naturales, pero también del uso de agrotóxicos en los monocultivos para la exportación, entre otros. Sirel conversó con Aurora Donoso, integrante de esta organización, para conocer qué se entiende por “deuda ecológica” y qué relación tiene con la deuda social y la deuda externa

 

-En su exposición “El reclamo de la deuda ecológica” abordó un tema bastante complejo ¿Podría explicar qué se entiende por deuda ecológica?

-Me referí a la deuda social y ecológica, para que se entendiera que en lo ecológico está también lo social. Es básicamente la responsabilidad de la deuda acumulada que tienen principalmente los países del Norte por toda la historia antigua y actual de saqueo de nuestros recursos naturales.

Hablamos de explotación, contaminación, uso de mano de obra esclava y la responsabilidad que tienen sobre los impactos de estas actividades a nivel local y que, además, están poniendo en peligro el planeta en su conjunto.

 

-Usted habló también de una relación directa entre la deuda ecológica y la deuda externa…

-Usamos el término “deuda” como una estrategia frente a la deuda externa. Cuando preguntamos: ¿quién debe a quién?, lo que buscamos es cambiar la perspectiva del análisis del problema de la deuda externa, confrontándolo con lo que ha sido toda esta historia acumulada de saqueo. La deuda externa genera deuda ecológica de varias formas. Primero porque tenemos una deuda externa por proyectos que generan deuda social y ecológica, pero también por el pago del servicio de la deuda se presiona a los países con condicionamientos para aumentar la explotación y exportación de recursos, y así generar divisas para pagar, a su vez, la deuda externa. Es un círculo vicioso de recursos, explotación, contaminación, exportación y pago de deuda.

 

-Existe una dificultad conceptual para cuando se abordan estos temas…

-Puede haber varios lenguajes para denunciar y expresar el saqueo. Lo que realmente se ha cometido son delitos sociales y ambientales. Si revisamos la historia del saqueo colonial es una historia de genocidios, de brutalidades, de impacto gravísimo sobre el ser humano y la naturaleza, y estos delitos deberían  ir a tribunales penales. Además, el término “deuda” tiene una connotación moral, de obligación, de algo pendiente, y tal vez sea como un mecanismo para llegar a la parte de los delitos, como una transición para llegar a pensar en este saqueo y a la ferocidad  de la explotación de los recursos. Es estratégico para poder ver la otra cara de la moneda de la deuda externa, porque la gente piensa que una deuda hay que pagarla, pero con la deuda externa no es tan simple porque está llena de ilegalidades, ilegitimidades, irregularidades, corrupción, intereses vinculados. Al final, la deuda externa ha sido el mecanismo por el cual se ha facilitado el saqueo de recursos financieros de los países y ha sido la llave maestra para imponer el sistema neoliberal.

 

-En el taller se puso énfasis en el tema de la deuda ecológica con respecto a Europa. ¿A qué se debe?

-En América es más fuerte y más evidente la influencia estadounidense, la nueva Europa. En este momento es importante hablar de Europa porque existe la idea de que las empresas europeas son mejores que las de Estados Unidos, y esto no es cierto. Muchos países ya han ratificado los TLC con Estados Unidos, y se quiere aprovechar esta coyuntura para ampliar esos acuerdos o para hacer nuevos, esta vez con la Unión Europea. En el fondo son los mismos intereses de querer controlar los servicios, los recursos, la biodiversidad y tener un control geopolítico del continente. Es una lucha de intereses entre las empresas estadounidenses y las europeas para extender su poder.

 

-¿Existe una relación directa entre la deuda ecológica y el cambio climático?

-Siempre sospechamos cuando los países del norte ponen en debate internacional un tema generalmente es para establecer algún tipo de norma que les permita controlar el recurso. Ya pasó con el agua. En América Latina no tenemos problemas de agua, mientras que Estados Unidos sí lo tiene. Desde hace muchos años se viene denunciando el tema del cambio climático y quiénes son sus responsables, pero ahora, con este documental de Al Gore parece que se está descubriendo algo nuevo. Pensamos que en este momento el interés que podría estar detrás de este cambio de actitud está ligado a la producción de agrocombustibles, a través del uso de la sobreproducción de granos que existe en Estados Unidos, y lo mismo pasa con Brasil.

 

-¿Cómo lograr pasar de un nivel de discusión ideológico a algo más concreto? ¿Qué papel juega la población, la gente, en todo este debate?

-Existen varias estrategias paralelas. Hay una argumentación general para tener una conciencia del saqueo histórico que ha ocurrido y que sigue ocurriendo, profundizándose con las innovaciones tecnológicas de estos últimos años. Es también importante traducir estos conceptos en casos concretos que ratifiquen que la explotación es real, identificando por cada caso los responsables y los afectados. Esto ayuda porque las personas afectadas se dan cuenta que son víctimas y deben reclamar. Ayuda a identificar la demanda de reparación integral, y creemos que se debe trabajar sobre todo en el Sur, convenciéndonos de que somos acreedores, porque lo que se pretende es cambiar las relaciones de poder para estar en condiciones de exigir.  En el caso de la Unión Europea, por ejemplo, antes de firmar un Acuerdo de Asociación deberíamos hablar de cuánto nos debe Europa. Esto ayuda a develar la hipocresía y el cinismo de la supuesta ayuda a los pobres, cuando el sistema impuesto por ellos es lo que genera la pobreza.

 

-Al final, deuda social y ecológica no pueden ir separadas…

-Para nosotros son indisolubles, y lo social está con lo ecológico y también con lo cultural. Cuando hablamos de ecosistema necesariamente tenemos que incluir a la gente, a su espiritualidad, a sus relaciones, a sus conocimientos acumulados, porque está demostrado que hay una relación directa entre la biodiversidad y las culturas que viven en ella.  

En El Salvador, Giorgio Trucchi

© Rel-UITA

19 de julio de 2007

 

 

 

Fotos: Giorgio Trucchi

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