Debatirse entre un presente de escasez y un futuro 
                    prometido, apostando al esfuerzo propio pero dependiendo 
                    mucho de la buena voluntad y los apoyos externos, algo muy 
                    difícil en los tiempos que corren, es el desafío asumido por 
                    la ingeniera Alicia Torres, directora de la Dirección 
                    Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), dependiente del 
                    Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio 
                    Ambiente.
                    
                    
                     
                    
                    
                    Torres es ingeniera agrónoma y profesora de geografía, 
                    egresada del Instituto de Profesores Artigas. Antes de 
                    asumir la dirección de la DINAMA, 
                    en marzo, se desempeñó en la docencia, en la Facultad de 
                    Agronomía y en enseñanza secundaria, y como encargada de 
                    educación ambiental en Probides, el programa de conservación 
                    de la biodiversidad y desarrollo sustentable de los 
                    humedales del 
                    Este.
                    
                    
                     
                    
                    -Vamos a 
                    partir de la decisión política existente hoy, que supone la 
                    instalación de dos plantas de celulosa en las cercanías de 
                    Fray Bentos. ¿Considera que la DINAMA está en condiciones de 
                    efectuar el control ambiental de plantas industriales de 
                    este tipo?
                    
                    
                    -Sí. Ahí tenemos tres temas distintos: la DINAMA actual; el 
                    proceso de instalación de esas dos empresas; y cómo yo veo 
                    el futuro del funcionamiento de las empresas en el escenario 
                    nacional.
                    
                    
                    De la DINAMA actual, nuestro diagnóstico de este ministerio, 
                    como se ha hecho de otros, es que encontramos un Estado que 
                    muchas veces ha ido reduciendo su capacidad de operación y 
                    gestión en el territorio. Y también de unos ministerios –que 
                    sintieron también la crisis económica del país– que dejaron 
                    muchas veces de tener funcionarios técnicos ejerciendo a 
                    pleno las tareas de inspección, saliendo al Interior o 
                    estableciendo unidades ejecutoras en el Interior. Nuestro 
                    ministerio está mayormente concentrado en Montevideo y tiene 
                    algunos funcionarios en el Interior.
                    
                    
                    En cuanto al proceso de desarrollar una política de control 
                    ambiental, al que se suman en el escenario estas dos 
                    industrias, nosotros por un lado tenemos la estrategia de 
                    trabajar asociados. DINAMA cuenta con un laboratorio de 
                    buena capacidad técnica y equipamiento pero que debe ser 
                    potencializado y, a la vez, articulado con otra serie de 
                    laboratorios de buen nivel existentes en el país. Tenemos el 
                    LATU, la Universidad de la República, la Facultad de 
                    Química, la Intendencia de Montevideo. También la 
                    Intendencia de Fray Bentos va a tener uno. Lo primero que 
                    estamos construyendo es una red de laboratorios, viendo cuál 
                    es la especificidad de cada uno y qué potencial tiene para 
                    el análisis de determinados parámetros, buscando la 
                    complementariedad, no la duplicación, funcionando 
                    articulados. Una de nuestras observaciones de diagnóstico de 
                    la situación pasada es que se tendía a reproducir todo en 
                    cada institución, lo que era inconducente, porque nunca 
                    alcanzan los recursos para tenerlo todo. También constatamos 
                    competencia entre los laboratorios. Creo que la Universidad 
                    tiene muy buen equipo técnico, y el LATU mucha experiencia 
                    de trabajo.
                    
                    
                     
                    
                      
                        
                          | 
                          
                          SOBRE 
                          LAS "MEJORES TECNOLOGÍAS DISPONIBLES" 
                          
                          Las disposiciones ambientales de la 
                          Unión Europea establecen, a partir de 2007, la 
                          prohibición del blanqueo por medio del cloro 
                          elemental, aceptándose la tecnología ECF (elemental 
                          chlorine free, libre de cloro elemental, que usa un 
                          compuesto de cloro, el dióxido, en esa parte del 
                          proceso) o mejores. 
                          
                          Pero mientras las autoridades 
                          uruguayas y las empresas involucradas han dicho que no 
                          habrá contaminación o que será controlada y 
                          despreciable, debería decirse que la tecnología ECF es 
                          contaminante y que lo que se hace son esfuerzos para 
                          limitarla en cierta medida. Para dar una evidencia de 
                          esta afirmación, una cita: “El uso de cloro elemental 
                          para el blanqueo no se recomienda. Sólo los procesos 
                          ECF son aceptables y, desde una perspectiva ambiental, 
                          los tcf son preferidos” (Manual de prevención y 
                          abatimiento de la contaminación, Banco Mundial, 1998). 
                          
                          En Estados Unidos el dióxido de cloro 
                          está clasificado por la Agencia de Protección 
                          Ambiental (EPA, en inglés) como un gas de riesgo agudo 
                          y altamente explosivo. El Ministerio de Transporte 
                          prohíbe el transporte de dióxido de cloro sin procesar 
                          y exige que sea producido en las propias plantas que 
                          lo usan como componente. 
                          
                          El proceso de blanqueo tcf (totally 
                          chlorine free, totalmente libre de cloro), como el 
                          nombre lo dice, ha eliminado completamente el cloro y 
                          sus compuestos, y al suprimir este componente de 
                          riesgo elimina los problemas de control del proceso 
                          ECF que, a pesar de estos controles, no puede evitar 
                          la ocurrencia de “accidentes”. 
                          
                          Las pruebas están a la vista. La 
                          planta de ENCE en Pontevedra, España, aplica ECF, y 
                          debido a los impactos registrados enfrenta diversos 
                          procesos judiciales y protestas de la población. Los 
                          problemas de la Planta Valdivia de la empresa Celco-Arauco 
                          en Chile, que llevaron a su actual cierre, también han 
                          sido con la tecnología ECF. 
                          
                          El sistema tcf utiliza blanqueadores a 
                          base de oxígeno, tipo peróxido de hidrógeno (agua 
                          oxigenada), ozono y oxígeno gaseoso, una tecnología 
                          que ha demostrado ser eficiente, posible y 
                          económicamente conveniente. Finlandia se precia de 
                          haber construido la primera planta con tcf, pero sigue 
                          usando el ECF. 
                          
                          Si es claro que existen tecnologías 
                          mejores que la ECF, ¿por qué se la sigue usando? Por 
                          la misma razón que se siguen usando combustibles 
                          fósiles en lugar de fuentes de energía limpia, a pesar 
                          de saberse los impactos nocivos de los primeros sobre 
                          el planeta. Porque a los inversores les sale más 
                          barato y ganan más. 
                          
                          Aunque se use hoy por hoy la ECF, la 
                          diferencia entre Europa y Uruguay es que la primera 
                          viene investigando y discutiendo este asunto desde 
                          hace mucho tiempo y ha adoptado un proceso de 
                          eliminación progresiva de la contaminación. En Uruguay 
                          parece que para industrializarnos debemos seguirle el 
                          paso a Europa. 
                          
                          Mientras que en Europa existe un 
                          complejo proceso de inspección y control ambiental, 
                          logrado a través de arduas negociaciones y acuerdos 
                          entre las empresas y los gobiernos, en Uruguay no hay 
                          nada de esto hasta el presente. El traslado de estas 
                          industrias al Sur incluye este desfasaje en las 
                          ventajas comparativas. 
                          
                          “La creciente fortaleza y confianza de 
                          los productores latinoamericanos fue demostrada 
                          adicionalmente por el ritmo creciente de las nuevas 
                          inversiones en la región, que casi doblaron el índice 
                          de depreciación y el índice de inversión de la 
                          industria como un todo”, se señalaba en el informe “La 
                          industria global de madera y papel”, elaborado por la 
                          consultora Price Waterhouse Cooper en 2004. | 
                      
                     
                    
                    -En el caso 
                    de las plantas de celulosa no existe experiencia en el país, 
                    es bastante más complejo que lo visto hasta ahora y de una 
                    envergadura muy grande, incluso dentro de la realidad 
                    internacional. Para Uruguay es inmenso.
                    
                    
                    -Sin duda tenemos mucho que aprender. Lo que nos damos en 
                    este proceso son plazos. A través del Ministerio de Medio 
                    Ambiente de Finlandia conseguimos la cooperación de quienes 
                    trabajan en la evaluación ambiental de las empresas de la 
                    industria forestal. Van a venir dos técnicos finlandeses a 
                    colaborar con nosotros en el diseño de esos controles, 
                    cuáles son, dónde se aplican, qué tipo de instrumental. A la 
                    vez, nuestros técnicos están haciendo una revisión 
                    bibliográfica, consiguiendo precios, estándares...
                    
                    
                     
                    
                    -¿Es un apoyo 
                    para crear una capacidad de control independiente?
                    
                    
                    -Sí, sí, es del ministerio de Finlandia al ministerio de 
                    Uruguay, para generar nuestra capacidad técnica. A la vez se 
                    le va a exigir a las empresas que hagan sus propios 
                    controles. Deben realizar el control de sus parámetros 
                    ambientales, del tipo de trabajo, de afectación a los 
                    trabajadores, etcétera. Además tiene que haber un control 
                    independiente y de laboratorios acreditados. Podemos no 
                    hacerlo nosotros, pero el laboratorio que lo haga para 
                    nosotros tendrá que ser un laboratorio acreditado.
                    
                    
                     
                    
                    -La 
                    resolución de la DINAMA en vigor asume que se producirán 
                    impactos sobre el medio antrópico, tales como ruidos, olores 
                    molestos, afectación de las actividades turísticas, 
                    pesqueras y recreativas de la zona inmediata a Fray Bentos, 
                    y exige la presentación de un plan de mitigación y 
                    compensación. ¿Cuáles serían a su criterio medidas 
                    compensatorias para estos impactos?
                    
                    
                    -Lo que se estudió es el tema de la calidad del agua. En ese 
                    sentido, no veíamos que hubiera afectación para el área 
                    turística de Las Cañas. Se hizo un modelo y se evaluó ese 
                    impacto. Con respecto a olores...
                    
                    
                     
                    
                    -¿Ese es un 
                    estudio de la DINAMA?
                    
                    
                    -No, lo hace la empresa, es parte de lo que se le pide de 
                    manera de demostrar cuál es justamente la afectación que 
                    realiza. Ahí hay toda una metodología científica, que la 
                    llevaron a cabo incluso técnicos de este país.
                    
                    
                     
                    
                    -Este es 
                    justamente un tema delicado. Por ejemplo, en el caso 
                    chileno, con la Planta Valdivia de Celco, fueron seis años 
                    de va y viene de pedidos, estudios, antes de que las 
                    autoridades aprobaran el proyecto. Aun así, en pocos meses 
                    de operación se verificaron impactos que condujeron a la 
                    crisis actual con la planta cerrada.
                    
                    
                    -Claro, porque hay varias etapas. Una es cómo se diseña el 
                    proyecto en los papeles, otra es cómo eso se pone en la 
                    realidad. Si uno es muy exigente y riguroso en el diseño, en 
                    los papeles, pero luego no va a ver lo que pasa en la 
                    realidad, que en lugar de pasar por la planta de tratamiento 
                    el caño va directo, porque sin duda es más barato para la 
                    empresa... Entonces, uno no sólo tiene que analizar en 
                    profundidad los papeles sino que debe estar a la vez atento 
                    a la instalación de la planta para ver que en la obra no 
                    aparezca nada raro. Hay que hacer el seguimiento para 
                    comprobar que se esté cumpliendo con todo lo que se aprobó 
                    en el plan de gestión.
                    
                    
                     
                    
                    -En una 
                    conferencia pública, la empresa Botnia anunció que tenía un 
                    proyecto de instalación de una “isla química” y que estaba 
                    en conversaciones con el gobierno para su aprobación. ¿Este 
                    es otro emprendimiento aparte?
                    
                    
                    -La planta que se analizó es la que produce celulosa. Ese 
                    proceso utiliza determinados insumos, y estos insumos 
                    conviene que sean producidos en el entorno de esas plantas. 
                    Tanto Botnia como la española ENCE, cuyos proyectos están 
                    situados en un terreno mayor, han planteado que, 
                    posiblemente asociadas, instalen otras industrias, dentro 
                    del terreno o fuera. Dentro del predio hay que estudiarlo 
                    como emprendimiento nuevo y, a la vez, ellos son 
                    responsables de todo lo que funciona en ese predio. Ahora 
                    también nos han llegado otros proyectos, con propuestas de 
                    instalarse en otros lugares y abastecer. En todos esos casos 
                    habrá que hacer un estudio específico.
                    
                    
                     
                    
                    -¿Las 
                    emanaciones de mal olor son sólo molestas o dañan también a 
                    la salud?
                    
                    
                    -Las emanaciones tienen que estar dentro de lo que se ha 
                    establecido como parámetros de calidad exigibles en Uruguay. 
                    Tendrán que poner lo necesario para evitar que las emisiones 
                    se excedan. El olor puede ocurrir en determinados períodos, 
                    por eso pienso que la afectación es más que nada por ese 
                    aspecto de la incomodidad.
                    
                    
                     
                    
                    -Con respecto 
                    a la emisión de dioxinas y furanos, hay una diferencia entre 
                    el informe de Botnia, que no las menciona, y la resolución 
                    de la DINAMA, que las incluye. Por otra parte, es sabido que 
                    en Finlandia no se hace este control. ¿Qué piensa hacer la 
                    DINAMA para resolver este aspecto?
                    
                    
                    -Dioxinas y furanos (COP) podemos tener por los dos lados. 
                    Por el lado del agua, uno de los problemas en la industria 
                    papelera en las décadas del 70 y el 80 fue que el blanqueo 
                    con cloro elemental generaba altos índices de COP. Esto en 
                    el blanqueo con dióxido de cloro (sistema ECF) ha sido 
                    modificado drásticamente y no es esperable en las emisiones 
                    al agua. El factor que tienen estas industrias, como todas 
                    las del país, incluso las panaderías, es la emisión de COP 
                    al aire por combustión. Ahí, justamente, el país tiene que 
                    empezar a caminar. Los técnicos tienen que capacitarse, 
                    debemos saber qué es lo que nos interesa medir y dónde.
                    
                    
                     
                    
                    -Pero este 
                    caso tiene una importancia muy grande por la magnitud de los 
                    dos emprendimientos.
                    
                    
                    -Se les pusieron condiciones de emisión de dioxinas y 
                    furanos.
                    
                    
                     
                    
                    -¿Existe una 
                    definición o documento sobre cómo las empresas se harán 
                    cargo del pago del costo de esos controles que hará el 
                    Estado? El ministro y otras autoridades han reiterado que 
                    las empresas van a pagar lo que al Estado uruguayo le cueste 
                    el control.
                    
                    
                    -Por un lado puede ser la empresa, por otro lado nosotros 
                    también apostamos a la cooperación internacional.
                    
                    
                     
                    
                    -Son aspectos 
                    bastante costosos.
                    
                    
                    -Sí, pero es una inversión que se debe el país, más allá de 
                    las empresas. Primero, el país tiene bajas emisiones, porque 
                    comparativamente sufrió un desdesarrollo, una 
                    desindustrialización, en la que pasamos a los mínimos, 
                    mínimos. Nos tenemos que dar un nivel de tolerancia. Si va a 
                    haber desarrollo industrial, vamos a tener que aceptar un 
                    determinado nivel de emisión de COP y buscar controlar 
                    aquellas emisiones no controladas, como las quemas de 
                    campos, mejorar las prácticas, etcétera.
                    
                    
                     
                    
                    -La pregunta 
                    precisa –más allá de la política general– es si hay algún 
                    compromiso de las empresas o con las empresas respecto del 
                    financiamiento de las actividades que se le planteen al 
                    Estado uruguayo para controlar su actividad.
                    
                    
                    -Han manifestado su voluntad de colaborar, no hemos llegado 
                    al plano de la discusión de en qué, cómo y cuándo. Pero, a 
                    la vez, nosotros sabemos que eso tenemos que solucionarlo 
                    porque es una necesidad para todo el país. Estamos viendo 
                    qué cosas pueden venir vía el apoyo de la empresa. Otras 
                    pueden venir por la cooperación, como esta asistencia 
                    técnica de Finlandia. Y estamos elaborando otros proyectos 
                    para mejorar el desempeño del país en este aspecto. 
                    Entonces, además de un desafío, es una oportunidad que tiene 
                    el país para asumir este tema en su conjunto.
                    
                    
                     
                    
                    -No existe un 
                    modelo de mejores tecnologías disponibles (MTD) para plantas 
                    de celulosa, ni una combinación de MTD aplicable por igual 
                    en Europa y en Uruguay. La práctica es decidir en cada caso, 
                    dependiendo de la escala del proyecto, las MTD de cada 
                    proceso y el ambiente local. ¿Cómo se hará en este caso?
                    
                    
                    -Eso está puesto como condición. Luego viene la etapa de los 
                    planes de gestión. En el caso de Botnia, ahora estamos con 
                    el plan de gestión de la obra, luego entrará el plan de la 
                    operativa de la fábrica. En este plan vamos a firmar el 
                    acuerdo, técnica por técnica, de cuáles son las disponibles, 
                    cuáles son las más actualizadas, qué mejoras hacen en los 
                    procesos. Lo veremos entonces en esta etapa de discusión.
                    
                    
                     
                    
                    -¿La DINAMA 
                    tiene o ha encomendado un estudio de impacto ambiental que 
                    incluya los efectos del funcionamiento de las dos plantas, 
                    ENCE y Botnia, juntas?
                    
                    
                    -La propuesta de ENCE entró cuando no se sabía de la 
                    intención de Botnia. Cuando entra la propuesta de Botnia, en 
                    algunos parámetros se le exigió que cumpliera ciertos 
                    niveles teniendo en cuenta las emisiones de ENCE. En la 
                    actualidad, avanzó más el emprendimiento de Botnia que el de 
                    ENCE, entonces en los planes de gestión podemos hacer rever 
                    alguna de esas cuestiones. De todos modos, supimos también 
                    que el Banco Mundial estaría pidiéndoles, dentro de la 
                    revisión que hace para conceder los préstamos, evaluaciones 
                    ambientales cruzadas. Le dijimos al Banco Mundial que nos 
                    interesa disponer de esa información, porque nos salva así 
                    ese desfasaje entre las propuestas.
                    
                    
                     
                    
                    -La toma de 
                    agua de ose para la ciudad de Fray Bentos, que se estima 
                    debería trasladarse hacia el norte de la planta, ¿quién la 
                    resuelve y quién la financia?
                    
                    
                    -Si hay cambio de la toma, la empresa se comprometió con ose 
                    a financiarlo. Esto lo estamos discutiendo con el directorio 
                    de ose.
                    
                    
                    
                     
                    
                    -¿No está 
                    decidido aún?
                    
                    
                    -Creo que con respecto a la toma sí, lo que estaba en 
                    discusión era con respecto al saneamiento. La posibilidad de 
                    hacer el saneamiento asociado a esa obra.
                    
                    
                     
                    
                    -La DINAMA no 
                    había aceptado hasta ahora esta opción, porque al mezclar 
                    las aguas servidas de Fray Bentos con las de la planta se 
                    confundía el origen del efluente.
                    
                    
                    -Sí, pero en términos de calidad ambiental, el dar una 
                    solución a este tema mejora la calidad del río Uruguay en 
                    todos los aspectos. El problema es la dependencia que genera 
                    con la planta y esto todavía se está analizando en el 
                    equipo.
                     
                    
                    Víctor L. 
                    Bacchetta
                    
                    Convenio 
                    Brecha-Rel-UITA
                    
                    Viernes 29 de 
                    Julio de 2005