La Ley Especial para el Desarrollo del Sistema 
						Hidroeléctrico Río Grande de Matagalpa, conocido como 
						COPALAR, no pudo ser aprobada por la Asamblea Nacional 
						saliente, y ahora será competencia de los futuros 
						diputados, que tomarán posesión de sus cargos el próximo 
						9 de enero de 2007
						
						
						 
						
						
						Frente a las presiones de los pobladores 
						de las zonas afectadas por el megaproyecto, cuyos 
						representantes se hicieron presentes en la Asamblea 
						Nacional, y a la campaña desarrollada por diferentes 
						organismos de la sociedad civil, el dictamen de la 
						Comisión Especial de la Asamblea Nacional no fue 
						sometido al plenario, ya que no contaba con los votos 
						suficientes para ser transformado en ley.
						
						
						 
						
						
						La Ley Especial presentada por el Poder 
						Ejecutivo a la Asamblea Nacional iba a definir el marco 
						jurídico para otorgar la concesión a la Empresa 
						
						Nicaragüense de Energía Renovable y 
						Ambiental (Energía SA), incluyendo todos los 
						procedimientos para expropiar las propiedades de las 
						miles de personas afectadas por el proyecto.
						
						
						 
						
						
						El megaproyecto hidroeléctrico Río Grande 
						de Matagalpa prevé la construcción de tres represas y la 
						inundación de aproximadamente 350 Km² (770 según los 
						pobladores), afectando a más de 40 mil personas que 
						viven en 30 comunidades situadas en los Departamentos 
						centrales de Nicaragua
						
						
						 
						
						
						Según un documento difundido por la 
						Red Nacional de Defensa de los Consumidores (RNDC) y 
						distribuido a todos los diputados, “Es evidente que 
						Nicaragua necesita nuevos proyectos de generación de 
						energía (geotérmicos, eólicos, hidroeléctricos), pero 
						esto no significa que el país deba renunciar a explotar 
						sus recursos más valiosos a favor de sus habitantes y 
						entregarlos como regalía a grupos inescrupulosos, menos 
						aún ponerlos al servicio de construir un monopolio que 
						en lo fundamental dará más beneficios a los más ricos 
						del país.
						
						
						Paradójicamente, todo esto es solamente a 
						cambio de satisfacer las ambiciones financieras de 
						banqueros y empresarios protegidos por el presidente 
						Bolaños. Tal como el Ejecutivo formuló la Ley, estamos 
						frente a un despojo para el país, es un acto de entrega 
						de nuestro principal potencial eléctrico a partir de los 
						recursos hídricos.
						
						
						Es poner en manos de viejos y nuevos 
						ricos -aliados a grupos económicos ligados al ex 
						presidente Vicente Fox, de México- el futuro eléctrico 
						del país, que debe ser diseñado y ejecutado por el 
						Estado nicaragüense, bajo otras dimensiones que 
						minimicen el impacto negativo en la población y en la 
						naturaleza, con participación de gobiernos locales y de 
						sus habitantes.
						
						
						La ley –continúa el documento- está hecha 
						a la medida, para favorecer nuevamente a los 
						‘inversionistas’, para que se les regalen las tierras, 
						el uso del agua, la biodiversidad. Así, los 
						‘desarrolladores’ -es decir, los colmilludos 
						capitalistas nacionales y sus socios mexicanos 
						(invisibles inversionistas extranjeros)- se apropiarán 
						de una importante zona del país y de un valioso recurso 
						que servirá para hacer grandes fortunas. Se repite la 
						historia de los grupos surgidos a la sombra del Estado, 
						una amalgama de curiosos ‘inversionistas’ de vieja data 
						y de ex funcionarios públicos que desde 1934 vienen 
						saqueando a este país”.
						
						
						 
						
						
						Entre los principales inversionistas 
						nicaragüenses se destacan personalidades ligadas a todos 
						los partidos políticos, y también el Ejército de 
						Nicaragua tiene interés en invertir en este proyecto que 
						insumiría más de 1.200 millones de dólares.
						
						
						
						 
						
						
						En la Asamblea Nacional fueron muchos los 
						diputados liberales que se declararon en contra del 
						proyecto, mientras que la bancada sandinista se declaró 
						a favor de su aprobación. 
						
						
						 
						
						
						“A raíz de la solicitud de distintas 
						bancadas y de organismos que tienen que ver con el tema 
						energético y del agua, se decidió solicitarle a la Junta 
						Directiva de la Asamblea Nacional que congelara la 
						aprobación de la Ley, para estudiar y analizar un poco 
						más el proyecto de COPALAR. Será la próxima Asamblea 
						Nacional la que tomará una decisión al respecto. 
						Nosotros, como bancada sandinista, mantenemos el 
						respaldo a este proyecto”, declaró el diputado José 
						Figueroa.
						
						
						 
						
						
						Su posición fue apoyada por el también 
						diputado sandinista Bayardo Arce, cuyo cuñado 
						figura entre los principales inversionistas del proyecto 
						COPALAR.
						
						
						 
						
						
						“Es un proyecto que le conviene a la 
						gente, y es una barbaridad que cada año se posponga su 
						aprobación. Se dicen un montón de falsedades. Con esta 
						ley se va a establecer un marco legal para que se 
						otorgue la concesión y se defina lo que tienen que hacer 
						los concesionarios. Miremos el ejemplo de China. 
						Construyeron la represa más grande a nivel mundial, y 
						ahora exportan energía a todo el mundo. Este proyecto va 
						a resolver nuestra penuria energética”.
						
						
						 
						
						
						La diputada de la bancada de Alianza 
						Liberal Nicaragüense (ALN), Delia Arellano, se 
						declaró totalmente contraria al proyecto.
						
						
						“Estamos hablando de miles de personas 
						que se verán afectadas. Desaparecerán comunidades 
						enteras y esa gente será desplazada. Además, no me gusta 
						y estoy en contra de que nuestro Ejército esté en un 
						proyecto junto con inversionistas nicaragüenses y 
						extranjeros, y que afectaraá directamente a las familias 
						nicaragüenses”.
						
						
						 
						
						
						El presidente de la Comisión Especial, el 
						liberal Eduardo Mena, opinó que “Es un proyecto 
						que surge del Poder Ejecutivo, y una de nuestras 
						inquietudes es conocer cuál será la participación que 
						tendrá el Estado. 
						
						Una cosa es la visión que tiene este 
						gobierno, y otra cosa es la visión que tendrá el nuevo 
						gobierno, así que le damos el tiempo suficiente para 
						analizar este proyecto. Además, hay diputados que ni 
						siquiera lo han leído y existen todas las razones del 
						mundo para esperar antes de aprobarlo. Lo que buscamos 
						es la mejor opción para todo el mundo, y lo vemos desde 
						el punto de vista del interés nacional. Obviamente, en 
						todo proceso de desarrollo hay gente que queda 
						insatisfecha”.
						
						
						 
						
						
						La falta de acuerdo entre los diputados 
						contrasta con el dictamen favorable aprobado por la 
						Comisión Especial, y esto deja espacio a ciertas 
						suspicacias. A pocos días de terminar la legislatura, la 
						Asamblea Nacional está por aprobar algunas leyes muy 
						importantes, como la Ley General de Aguas Nacionales, la 
						de Acceso a la Información Pública, la aprobación del 
						Presupuesto General de la República y, sobre todo, la 
						definición de la nueva Junta Directiva de la Asamblea 
						Nacional, cuya conformación está desatando fuertes 
						discusiones entre los diferentes partidos políticos.
						
						
						 
						
						
						En este contexto, es muy probable que la 
						no aprobación de Ley Especial 
						
						para el Desarrollo del Sistema 
						Hidroeléctrico Río Grande de Matagalpa, tenga que ver 
						más con las negociaciones entre partidos que con un real 
						interés sobre el futuro de la población que se verá 
						afectada por el proyecto. 
						
							
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														14de diciembre de 2006 | 
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