Empresarios, autoridades provinciales, industriales, 
                    miembros de asociaciones gremiales, entidades educativas, 
                    ecologistas y partidos políticos iniciaron la movilización 
                    en la ciudad costera de Gualeguaychú, en la provincia 
                    argentina de Entre Ríos.
                    
                      
                        
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                                EFE |  | 
                      
                     
                    
                    
                    Los manifestantes comenzaron su marcha hacia al puente, 
                    situado a pocos metros de la ciudad, donde esperaban otras 
                    personas procedentes de Uruguay.
                    
                    
                     
                    
                    
                    Los participantes en la movilización repudiaron la 
                    instalación de dos fábricas de celulosa, una de la Empresa 
                    Nacional de Celulosa (ENCE), de España, y otra de la 
                    finlandesa Botnia, en la localidad costera de Fray Bentos, 
                    en el oeste uruguayo, ya que "dañará el medio ambiente y la 
                    economía de la zona", según aseguraron.
                    
                    
                     
                    
                    
                    Debido a la protesta, el puente internacional -uno de los 
                    tres enlaces viales que unen a ambos países- se cerró al 
                    tránsito durante buena parte de la jornada.
                    
                    
                     
                    
                    
                    Al llegar al puente General San Martín, los manifestantes 
                    realizaron un abrazo simbólico al río Uruguay, del que 
                    también participaron el vicegobernador de Entre Ríos, 
                    Guillermo Guastavino, y numerosos intendentes de la 
                    provincia.
                    
                    
                     
                    
                    
                    También realizaron un intercambio de banderas, como señal de 
                    unión en esta protesta, iniciada después de que el gobierno 
                    de Uruguay aprobara la instalación de las dos plantas, que 
                    prometen emplear a más de 4.000 personas e inversiones por 
                    unos 1.200 millones de dólares.
                    
                    
                     
                    
                    
                    "Los habitantes de las dos bandas del río Uruguay vinimos a 
                    abrazarnos sobre sus aguas para manifestar nuestra decisión 
                    de tomar en nuestras manos su defensa", indicó un documento 
                    leído en el puente por un representante de la protesta.
                    
                    
                     
                    
                    
                    En el texto también se señaló que "el río Uruguay, sus 
                    arroyos tributarios, las tierras que en él desaguan, los 
                    bosques que lo abrigan y todo lo que en él y por él nace, 
                    vive y muere son patrimonio de las generaciones por venir y 
                    toda agresión a cualquiera de ellos es un crimen contra la 
                    humanidad".
                    
                    
                     
                    
                    
                    Jorge Daneri, miembro del Foro Ecologista de Paraná, 
                    manifestó a EFE que "existe la esperanza de que el gobierno 
                    de Uruguay cambie de posición y de que se dé un nuevo debate 
                    en el partido Frente Amplio -al que pertenece el presidente 
                    Tabaré Vázquez- en torno a la gestión del agua y la 
                    diversidad productiva".
                    
                    
                     
                    
                    
                    "Creemos que los intereses internacionales van a venir por 
                    el agua de argentinos, brasileños, uruguayos y paraguayos", 
                    añadió Sergio Berzeñassi, del mismo foro.
                    
                    
                     
                    
                    
                    Las entidades convocantes a la movilización, agrupadas en la 
                    "Asamblea Ambiental de Gualeguaychú", denunciaron que el 
                    polo industrial que las dos empresas buscan instalar en 
                    Uruguay generará un "grave peligro cancerígeno" y le 
                    reclamaron al Gobierno argentino que intervenga ante las 
                    autoridades del país vecino.
                    
                    
                     
                    
                    
                    Ambientalistas que participaron de la marcha advirtieron, 
                    además, de que la construcción de las plantas, a tres 
                    kilómetros de distancia entre sí, liberarán entre "uno y 
                    tres kilos" de dióxido de azufre por cada tonelada 
                    producida.
                    
                    
                     
                    
                    
                    "Los estudios de impacto ambiental sólo se limitan a 
                    analizar los lugares donde van a estar las plantas. Pero, de 
                    instalarse ambas fábricas, toda la cuenca del río Uruguay, 
                    que se convirtió en un corredor turístico, se destruirá, 
                    porque el lugar dejaría de ser atractivo para los 
                    visitantes", afirmó Daneri.
                    
                    
                     
                    
                    
                    La protesta llegó el viernes a las escuelas de Entre Ríos, 
                    donde más de 5.000 alumnos se pararon frente a los 
                    establecimientos, tomados de la mano, para expresar su 
                    preocupación por la instalación de las fábricas de celulosa.
                    
                    
                     
                    
                     
                    
                    
                    EFE
                    
                    3 de mayo de 
                    2005